FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 86

36 ACTUALIDAD CENTRO MEMORIAL DE LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO Es un trabajo basado en los 1.329 testi- monios de 700 víctimas recopilados por el Memorial, en diferentes formatos, con un triple objetivo: comprender la evolu- ción de los testimonios a lo largo de más de cincuenta años, contribuir a su difu- sión, especialmente entre los jóvenes, y ponerlos en valor para la deslegitimación del uso de la violencia política. Las fuen- tes utilizadas para la investigación han sido diarios generalistas, la revista Fun- dación y otras publicaciones de asociacio- nes y fundaciones de víctimas, revistas de organizaciones pacifistas y de la sociedad civil, textos de la asociación Bakeaz y de la Fundación Fernando Buesa, vídeos de Gogora o el propio Memorial, y audios procedentes de entrevistas aparecidas en la Cadena COPE y en el proyecto Relatos de plomo sobre el terrorismo en Navarra. La mayoría de los testimonios corresponde a los principales grupos de víctimas, que son las producidas por ETA y su entorno (1.116) y el yihadismo (151). Los testimo- Informe del Memorial TRAS SUFRIR UN ATENTADO, LAS VÍCTIMAS TARDAN MÁS DE 19 AÑOS EN DAR SU TESTIMONIO El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo presen- tó el 28 de febrero su Informe número 14, con el título Dar testimonio. La voz de las víctimas del terrorismo en España . Se trata de un estudio realizado por Raúl López Romo, res- ponsable del área de Educación y Exposiciones de Memorial, y Alejandra Ibarra Aguirregabiria, doctora en Historia Con- temporánea, documentalista e investigadora. nios de afectados por otros terrorismos son menos, y además han contado sus his- torias en bastante menor proporción. Son víctimas del terrorismo de ultraizquierda (30), ultraderecha (11) y los GAL (11). Los autores han constado que los damnifica- dos por el terrorismo de ETA han tardado más de 19 años en dar su testimonio desde que fueron atacadas. No hay testimonios de guardias civiles, policías o militares -prin- cipal objetivo de las diferentes ramas de ETA- hasta los años noventa, cuando las víctimas empiezan a ser más visibles y se contabilizaban cientos de asesinados entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Es- tado y las Fuerzas Armadas. Las víctimas registradas durante el franquismo tardaron el doble de tiempo en narrar sus experien- cias, y quienes fueron estigmatizadas por ETA y su entorno como “ultraderechistas” o “chivatos”, también necesitaron alrededor de tres décadas en dar su testimonio. Alejandra Ibarra explicó en la presenta- ción que en este informe han tratado de dar “voz a las víctimas”, que tienen en común que “ninguna eligió ser víctima”, que sus relatos son “plurales, como lo son ellas” y que sus testimonios “confirman las fases que los historiadores han mar- cado para delimitar cada etapa: nega- ción, compasión, solidaridad y derechos”. Asimismo, Ibarra resaltó que todas las víctimas “son conscientes de la enorme diferente existente en el trato a las prime- ras víctimas, que fueron invisibles e irre- levantes y estuvieron sumidas en el más terrible abandono, frente al trato desde finales de los años noventa”. Si hay 1,30 testimonios por cada asesina- to de ETA, la cifra cae a 0,27 con el te- rrorismo de ultraizquierda y a 0,18 con el de ultraderecha. De los 1.329 testimonios analizados, 662 corresponden a muje- res y 534 a hombres. Es la muestra más amplia conocida, aunque está lejos de las 1.454 víctimas mortales y los 5.000 heri- dos por el terrorismo en España. La gran mayoría de las víctimas aún no han ha- blado en público. En este sentido, Raúl López Romo seña- ló que “a la propia sociedad, y no sólo a la alemana, también le costó empezar a escuchar. La incomodidad era evidente hacia una catástrofe humana de propor- ciones inéditas”. Añadiendo que sólo a partir de los años 80 comenzó a fructifi- car la labor de memoria y la publicación de estos testimonios con normalidad.

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