FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 86

4 APUNTE EDITORIAL POR UN FUTURO COMÚN E sta es la primera vez que me dirijo a los lectores de la revista desde que el pasado 12 de febrero fui nombrado presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo. Por eso, co- mienzo esta primera tribuna trasladando mi pro- fundo agradecimiento por la confianza depositada en mí, a la vez que hago público mi firme compro- miso en el desempeño de un cargo que entraña una profunda responsabilidad, a la vez que supone un gran honor. Quiero aprovechar también estas líneas para agradecerle sinceramente a mi antecesor, Tomás Caballero, todo su esfuerzo y dedicación en los casi cuatro años que ha estado al frente de la Fun- dación, así como su absoluta disposición a seguir colaborando con nosotros. Desde que mi hijo Rodolfo fue asesinado en los atentados del 11 de marzo de 2004, he formado parte de la fundación que lleva su nombre, en la que hemos asumido el compromiso de trabajar en la tolerancia, la solidaridad y la educación en valores, con las víctimas siempre en el epicentro de nuestra actividad, y empleando la única fuerza que es legítimo esgrimir, la fuerza de la razón. En esta nueva etapa, desde la Fundación Víctimas del Terrorismo pretendo seguir desarrollando esta misma línea de actuación, porque, al igual que quienes me han precedido, entiendo que su JUAN FRANCISCO BENITO Presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT)

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