FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 88

21 EDUCACIÓN, CULTURA Y CONVIVENCIA co Coria coincidieron en la importancia de una coordinación eficaz desde el mo- mento del atentado para identificar a las víctimas y ofrecer una respuesta adecua- da, además de reflexionar sobre la evo- lución del modelo tras eventos como el atentado del 11 de marzo y las lecciones aprendidas sobre la necesidad de apoyo psicológico desde el primer momento. Laura Domínguez, por su parte, abordó los desafíos actuales como la dificultad de coordinar acciones a nivel interna- cional y la implementación de buenas prácticas en diferentes contextos nacio- nales, mientras que todos los ponentes coincidieron en la necesidad de una colaboración continua entre institucio- nes, fuerzas de seguridad y asociaciones de víctimas para mejorar la respuesta y el apoyo a las víctimas del terrorismo, discutiendo también la necesidad de adaptar los sistemas de apoyo a las nue- vas realidades de los atentados, como la presencia de víctimas extranjeras y otras complejidades emergentes. Los ponentes destacaron la necesidad de una estrategia integral para combatir el extremismo violento, destacando la importancia de un enfoque multifacé- tico que incluya educación, cooperación internacional, y una fuerte presencia en línea para contrarrestar la propaganda extremista. Y ya por la tarde, turno para la mesa redonda Conflictos internacionales y amenaza yihadista Evolución de los esce- narios , con intervenciones de Ana Balles- teros Peiró sobre Afganistán, investiga- dora senior asociada de CIDOB; Ignacio Álvarez Osorio sobre Oriente Medio, ca- tedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Ma- drid, y Jesús Díez Alcaide sobre África, coronel del Ejército de Tierra y analista. Moderó la mesa la periodista y directora de documentales, Pilar Requena. Ana Ballesteros abrió el panel con un análisis profundo del contexto geopolíti- co de Pakistán y Afganistán. Ballesteros explicó cómo las dinámicas de poder y la influencia del islamismo radical han evolucionado en la región. Según ella, “el islamismo se ha convertido en una herramienta estratégica en lugar de una ideología puramente religiosa,” y señaló que la situación en Pakistán y Afganis- tán es un reflejo de cómo “la ideología instrumentalizada se expande más allá de sus raíces originales”. Ballesteros detalló cómo la retirada soviética y la posterior invasión estadounidense crea- ron un vacío que permitió el auge de los talibanes, destacando que “una vez que el gen del extremismo sale de la botella, es extremadamente difícil de controlar”. Su análisis se centró en cómo los con- flictos internos y externos en Afganistán han moldeado el panorama actual, con una visión crítica sobre el impacto de las intervenciones internacionales y las res- puestas locales. Ignacio Álvarez abordó el contexto de Oriente Medio, centrándose en el ataque de Hamas a Israel del 7 de octubre y sus consecuencias. Álvarez Osorio destacó que “el 7 de octubre marcó un antes y un después en la región”, subrayando cómo el ataque de Hamas desencadenó una respuesta israelí de gran magnitud con el resultado de “más de 38.500 muertos, de los cuales el 70% son civiles”. Explicó Ana Ballesteros, Ignacio Álvarez y Jesús Díaz, moderados por Pilar Requena, analizaron la evolución de los escenarios internacionales. la compleja interacción entre las agendas nacionalistas y religiosas de los grupos involucrados, haciendo énfasis en que Hamas, a diferencia de otras organiza- ciones yihadistas, mezcla “nacionalismo con islamismo” en su estrategia. Álvarez Osorio también advirtió sobre el riesgo de una mayor radicalización en la región, mencionando que “la destrucción enGaza podría generar una reacción aún más ex- trema en lugar de una solución pacífica.” Finalmente, Jesús Díez Alcalde ofreció un detallado análisis sobre el auge del terrorismo en África y sus implicacio- nes globales. Díez Alcalde subrayó que la expansión de los grupos yihadistas en África refleja unpatrón global de conflic- to, y que una respuesta efectiva requiere un entendimiento más amplio de las di- námicas locales y globales. Desde el derrocamiento de Muammar Gadafi en 2011, África ha visto una pro- liferación de grupos extremistas y un au- mento exponencial en la violencia, con más de 23,000 muertes relacionadas con el terrorismo en 2023, cinco veces más que en el año 2000. La región del Sahel, que abarca países como Mali, Burkina Faso y Níger, se ha convertido en el epicentro del yihadismo internacio- nal, concentrando el 43% de las víctimas mortales del terrorismo en el continente.

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