FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 88
5 asesinadas (192 en los trenes y el GEO alcarreño Francisco Javier Torronteras en la explosión del piso de Leganés) y a los más de 2.000 heridos es imprescindible para proteger y dignificar su recuerdo. Y qué mejor lugar para hacerlo que en el Corredor del Henares de la provincia de Guadalajara, de donde eran originarios o residentes dieciséis de las víctimas mortales habidas aquel luctuoso 11 de marzo de 2004 en Ma- drid, además de numerosos heridos. La exposición sobre el atentado en la calle Correo de Madrid contra la cafetería Rolando, iniciará ahora su itinerancia y lle- gará a la ciudad de Mérida en los primeros días denoviembre, mientras que la muestra sobre los atentados del 11M conti- nuará su recorrido con paradas antes de final de año, entre otras, en Extremadura y La Rioja, y también en Alcalá de He- nares en el marco del convenio de colaboración con el Insti- tuto Cervantes A la exposiciones se ha sumado también en el tercer trimes- tre del año, el tradicional curso de verano de la FVT, con la colaboración del Centro Memorial, sobre yihadismo en San Lorenzo del Escorial, en el marco de los allí organizados por la Universidad Complutense de Madrid, en esta ocasión coin- cidiendo con el vigésimo aniversario de los atentados del 11M. Con el título La amenaza yihadista 20 años después del 11M y con la dirección académica de Carola García-Cavo, investi- gadora principal del programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano, y profeso- ra asociada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), el encuentro tuvo por objeto conocer y analizar, en profundi- dad, las características y principales vectores que articulan la amenaza yihadista en la actualidad con el fin de dotarnos de las mejores políticas para contrarrestarla, incidiendo en esta ocasión en el papel destacadode las víctimas para prevenir y combatir el terrorismo. Pero por desgracia, durante este tiempo también se han pro- ducido hechos y situaciones que nos llenan de preocupación, y que tenemos que lamentar profundamente. A lo largo del verano, colectivos como Covite o la Fundación Fernando Bue- sa han denunciado que las calles de muchos municipios del País Vasco y Navarra han vuelto a ser escenario de no pocos actos de homenaje a miembros de la banda terrorista ETA. Si bien es cierto que en España se ha desarrollado una impor- tante labor para garantizar protección y asistencia a las vícti- mas —en especial con la entrada en vigor de la Ley 29/2011, de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo—, no lo es menos que aún continua pendiente el cumplimiento de la imperativa obligación —jurídica y mo- ral— de poner fin a los homenajes a los terroristas, actos de imposible comprensión para quienes hemos sufrido la violen- cia terrorista en primera persona y para cualquier ciudadano de bien, porque constituyen un desprecio absoluto a la convi- vencia, ocasionando una modalidad de victimización secun- daria extraordinariamente dolorosa. Hoy, desde esta tribuna, quiero reivindicar el papel de la cul- tura como contrapeso ante las narrativas de odio y violencia que promueve el terrorismo, al fomentar el diálogo y la com- prensión, la educación en valores universales, el refuerzo de la convivencia, del respeto y del entendimiento mutuo. • VIOLENCIA Y LA INTOLERANCIA "...continúa pendiente el cumplimiento de la imperativa obligación -jurídica y moral- de poner fin a los homenajes a los terroristas..."
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