FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 88

53 ASOCIACIONES Y FUNDACIONES La presidenta de APAVT, MónicaMuñoz Araujo, participó como ponente en el curso de verano de San Lorenzo de El Escorial ti- tulado "Lecciones aprendidas en la atención psicológica a las víc- timas del terrorismo: más de 10 años del Proyecto AVT-UCM". Durante su intervención, la presidenta relató su testimonio poniendo especial énfasis en resaltar el desamparo y la poca ayuda institucional que recibió tras perder a su padre, ase- sinado por ETA. Recordemos que el 12 de junio de 1991, el subinspector del Cuerpo Nacional de Policía Andrés Muñoz Pérez y el agente Valentín Martín Sánchez, ambos artificieros, murieron cuando trataban de desactivar un paquete-bomba enviado por la banda terrorista ETA a la empresa Servitrans en el barrio madrileño de Vallecas. Memoria. La palabra MEMORIA puede evocar muchas cosas diferentes en las personas. Para algunos puede significar sim- plemente recordar, para otros, algo que se pierde con los años. Pero para las víctimas del terrorismo tiene un sentido dife- rente. Para nosotras significa mantener vivo el recuerdo de la persona más especial de nuestras vidas. De aquella con la que no hemos podido compartir la mayoría de las cosas impor- tantes que nos han pasado en la vida. Las buenas y las malas. Todas esas cosas en las que les hemos necesitado al lado y no les han dejado estar. Todo. Todo eso que el terrorismo nos ha arrebatado. El terrorismo, en todas sus formas, ha dejado una huella im- borrable en nuestra historia y en las vidas de innumerables personas. Ha dejado cicatrices en nuestras vidas y familias, y ha sacudido la base misma de nuestra democracia. Muchas veces cometemos el error de hablar más de los ver- dugos que de sus víctimas. Por eso quiero honrar con mis pa- labras a aquellos que ya no están con nosotros. Pero no sólo honrarles. Sobre todo, recordarles y demostrar que no les olvidamos. Porque la mejor forma de mantener viva su ME- MORIA es sin duda mantener siempre encendida la llama de su recuerdo. Hablar de ellos, rememorar anécdotas y tener siempre presente su recuerdo. Dejar claro que, aunque hayan pasado 40 años o simplemente unos meses, nos hacen falta. Nos seguirán haciendo falta toda la vida. El olvido nunca es la solución. Y eso es algo que jamás he- mos practicado en nuestra familia. El asesinato de mi padre dejó una viuda con seis hijos. Una viuda que sacó a adelante una familia entera. Y fíjense si es importante la Memoria, que cuando asesinaron a mi padre, mi hermana menor contaba tan sólo con 5 años. Y gracias al trabajo de toda la familia, un trabajo de MEMORIA, hemos conseguido que mi hermana recuerde a mi padre como si hubiera vivido muchos más años con él. Porque mantener vivo su recuerdo es sin duda la mi- sión más importante que tenemos en nuestra vida. • REFLEXIÓN DE MÓNICA MUÑOZ ARAUJO EN ‘LA VENTANA DE LA MEMORIA’ "Para nosotras la palabra memoria significa mantener vivo el recuerdo de la persona más especial de nuestras vidas"

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