FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 88

67 Volver al sumario mucho tiempo para abordar un suceso que impactó profundamente a la socie- dad española, Escauriaza explica: “Es importante recordar que ETA cometió numerosos atentados, lo que dificulta que los historiadores puedan cubrir to- dos los casos. Autores como Florencio Domínguez, José María Garmendia o Javier Marrodán han tratado el terro- rismo desde hace años con gran acierto. Además, ETA dejó de matar hace rela- tivamente poco tiempo, siendo el alto el fuego definitivo en 2011, por lo que es natural que se necesite tiempo para tratar estos hechos en profundidad. El atentado de la cafetería Rolando, al ha- ber ocurrido durante el franquismo y ser amnistiado, ha sido más olvidado que otros que generaron mayor respuesta social. Muchas víctimas de los años 70 y 80 sienten que han sido dejadas de lado con el paso del tiempo, algo frecuente en la historia reciente". Para terminar, la autora enfatiza que uno de los propósitos del libro es que los lectores comprendan la verdadera naturaleza de ETA, ya que “esto ayuda- ría a deslegitimar cualquier justificación del terrorismo y la violencia como me- dio para defender intereses políticos.” Además, concluye: “Otro de nuestros objetivos es reconocer el dolor de las víctimas, un sufrimiento que las acom- pañará siempre. Esperamos que este re- conocimiento público les brinde algo de consuelo y que se respete su derecho a la memoria. Aunque no podemos reparar el daño causado por ETA, queremos que la sociedad conozca el sufrimiento de es- tas personas y que nuestro libro ayude a dar visibilidad a sus historias.” • Asimismo, recordó a María Ángeles Rey Martínez, una joven burgalesa de 20 años que llegó a Madrid para presentar- se a unas oposiciones, y a Manuel Lla- nos, un camarero de 27 años. A pesar de que los terroristas le habían dejado una generosa propina a Manuel por su ama- bilidad, no dudaron en hacer estallar la bomba en el restaurante. El atentado en “Rolando” pone de mani- fiesto la crueldad premeditada de ETA. Los terroristas eligieron cuidadosamen- te la hora de mayor afluencia tras visitar el lugar, y reforzaron la bomba de dina- mita con mil tuercas, con la intención de causar el máximo daño. Esta falta de humanidad no termina con el atentado, ya que Eva Forest, quien facilitó la co- bertura para llevarlo a cabo, nunca re- veló la verdad, pese a que podía haberlo hecho sin enfrentar consecuencias lega- les debido a la amnistía de 1977. Según Escauriaza, “Forest tuvo la oportunidad de pedir perdón y apoyar a las víctimas, pero jamás lo hizo”. Una de las claves del atentado es la men- tira que ETA propagó tras el ataque y que los autores han reflejado en el tí- tulo del libro. No solo negaron su par- ticipación, sino que difundieron que la extrema derecha era la responsable. En octubre de 1974, emitió un comunicado afirmando que no tenía relación con el atentado. No fue hasta 2028 cuando fi- nalmente reconoció su autoría. La organización terrorista no se atribu- yó el atentado debido a una crisis inter- na. El grupo buscaba apoyo y demostrar fuerza, pero el ataque resultó contra- producente y generó mala propaganda. Solo el Frente Militar quería asumir la responsabilidad, mientras que otras fac- ciones lo consideraban un fracaso. “La bomba, colocada en un lugar frecuen- tado por policías, mató a 12 civiles y a un policía tres años después, lo que dañó la imagen de ETA, incapaz de justificar un atentado indiscriminado que afectó a mujeres, niños y turistas. Ante este fracaso, negó su autoría y mantuvo esa mentira durante años”, según la histo- riadora. Han tenido que pasar 50 años para que se publique un libro como el de Gaizka y Ana Escauriaza. Aunque pueda parecer héroes ayudando a los demás”, añade la historiadora. La autora también destaca la trágica historia de dos matrimonios jóvenes, de Aragón y Galicia, que llegaron a Madrid para pasar su luna de miel y perdieron la vida mientras comían en la cafetería Ro- lando. La pareja de La Coruña dejó dos huérfanos, de los que se tuvo que hacer cargo su abuela, quien se vio obligada a trasladarse a Galicia y vivir separada de su marido, residente en Inglaterra:“ Es un ejemplo de las consecuencias de un acto terrorista que no solo afecta a las víctimas directas, sino que también im- pacta a todos sus seres queridos durante el resto de su vida”, afirmó. "También hay quienes se convierten en verdaderos héroes ayudando a los demás” LIBROS

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