FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 89
52 ASOCIACIONES Y FUNDACIONES ASOCIACIÓN 11-M AFECTADOS DEL TERRORISMO Sería incomprensible editar nuestra re- vista y no hablar de la catástrofe que la DANA ha producido en nuestro país, más concretamente en Andalucía, Cas- tilla la Mancha y, por su magnitud, en la Comunidad Valenciana. Estos días, para cualquier víctima de cualquier catástrofe, están siendo muy duros. La historia se repite y resulta im- posible articular un discurso coheren- te, porque parece que el transcurso del tiempo no nos ha enseñado nada. Sin embargo, las similitudes son tantas… El golpe cruel en los trenes de cercanías, con 192 asesinados, empezó también con mentiras. Había que mantener a toda costa que había sido ETA, a fin de llegar a las elecciones del 14 (“si mante- nemos que ha sido ETA, ganamos las elecciones”, dijo el PP). La crueldad de la DANA, con, de mo- mento, casi 250 muertos y 56 desapa- recidos, comienza igual, con mentiras: “no me comunicaron la alarma”, “estaba trabajando”, “ah no, estaba comiendo”, “no sabía que existía la comunicación de alarmas vía móvil”… Y mientras debatían si eran galgos o podencos, la realidad era que muchos fueron muriendo. Y mientras nosotros y vosotros intentábamos entender , a gol- pe de razón, lo que había sucedido en un instante, nos vimos abocados a mirar en el pozo sin fondo del sinsentido, la deso- lación, las ausencias y el dolor. NO OS OLVIDAMOS Como decía César Vallejo: Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! / Golpes como del odio de Dios, como si ante ellos, / la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma. ¡Yo no sé! / Son pocos, pero son. Abren zanjas oscuras/ en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. / Se- rán tal vez los potros de bárbaros atilas, / o los heraldos negros que nos manda la Muerte. El paso del tiempo no ha matizado, ni enseñado nada, solo ha cambiado nues- tras vidas para siempre. Este año lo vamos a cerrar con unas Na- vidades Negras, que la marea solidaria intentará paliar: los miles de volunta- rios, la UME, la Guardia Civil y el resto de cuerpos de seguridad del Estado se- guirán trabajando como un abrazo soli- dario. Pero las luces se encenderán y nos dolerán los ojos, y tendremos que escu- char aquello de “Vuelve a casa, vuelve…” a sabiendas de que algunos no volverán jamás. Pilar Manjón Gutiérrez La Historia se repite, y resulta imposible articular un discurso coherente, porque parece que el transcurso del tiempo no nos ha enseñado nada
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