FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 89
53 ASOCIACIONES Y FUNDACIONES En el 11M también hubo manifestacio- nes: una institucional que se podían ha- ber ahorrado, porque algunos aún espe- rábamos el ataúd de los nuestros, y otras espontáneas, de hartazgo de la ciudada- nía, como la vuestra de ayer, queriendo saber la verdad y depurar responsabili- dades. Hay veces en la vida en las que la conciencia y el dolor de haberlo perdido todo pugnan por manifestarse serena y pacíficamente. Al elegir la libertad, te juegas poder mirarte al espejo y recono- certe el resto de tus días, aunque el pre- cio que tengas que pagar sea alto. En 2003 y 2004, muchos gritamos “no a la guerra”. Ahora, vosotros pedís res- ponsabilidades por vuestros muertos y lo conseguido en toda la vida, para, fi- nalmente, encontrarnos a los de siem- pre: los vendedores de armas, las pe- troleras, las constructoras, las empresas de mercenarios contra el planeta, los negacionistas del cambio climático y las corporaciones tecnológicas, casi todas participadas por los principales respon- sables de la administración estadouni- dense." Nosotros también tuvimos visita real ; fue el mismo día 11 a las 12 h de la ma- ñana, en el Hospital Gregorio Marañón, mientras todos los que buscábamos a algún ser querido estábamos en el Aula Magna escuchando una larga lista, en la que jamás leían el nombre de quien es- perabas. Y llegaron los hoy eméritos, con un sinfín de séquito y seguridad. Apar- caron en la puerta de urgencias, por donde aún estaban llegando heridos de Y mientras debatían si eran galgos o podencos, la realidad era que muchos fueron muriendo El paso del tiempo no ha matizado, ni enseñado nada, solo ha cambiado nuestras vidas para siempre los distintos puntos de la tragedia. ¡Todo un estorbo! ¡Y como tal fueron tratados! Me suena raro lo de “el pueblo salva al pueblo” por repetitivo, por los persona- jes que ahora lo usan y porque se lo han apropiado. Pero no importa, para mí la solidaridad siempre será la ternura de los pueblos. Sigo sintiendo el desconcierto, el do- lor, la huella del sinsentido que recorre nuestro mundo. Solamente me reconci- lia un poco con la humanidad y conmigo misma pensar que aquel deseo de vivir en paz, en libertad, en igualdad sigue y seguirá entre nosotros. Aunque, eso sí, si somos capaces de mantenerlo vivo y defenderlo cada día. Nuestro abrazo solidario de víctima a víctima, de corazón a corazón y toda nuestra fuerza para salir adelante. Aquí estaremos, igual que en Valencia hay va- rias de nuestras víctimas que sufrieron el 11M y ahora vuelven a sufrir por la DANA, igual que estuvimos siempre con las víctimas del metro de Valencia. • EL BARRO DE VUESTRAS MANOS, LA CRUELDAD DE LA DESTRUCCIÓN DE VUESTRAS CASAS, DE VUESTROS RECUERDOS, DE VUESTRAS VIDAS HARÁ QUE CON NUESTRAS MANOS HAGAMOS UN MUNDO MEJOR Y MAS JUSTO. NO OS OLVIDAMOS.
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