FUNDACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO NÚMERO 90

65 INTERNACIONAL E l 21 de febrero, en la ciudad alema- na de Berlín, un refugiado sirio de 19 años apuñaló a un turista espa- ñol junto al monumento del Holocausto. Tras su detención, el agresor declaró que su intención era “matar judíos”, lo que llevó a las autoridades alemanas a cali- ficar el ataque como un crimen de odio con posibles conexiones con el extremis- mo islamista. La víctima, un ciudadano español de 30 años que se encontraba de vacaciones en la capital alemana, sufrió heridas graves y fue sometido a una in- tervención quirúrgica de urgencia. Este atentado provocó una respuesta en Es- paña, con declaraciones del Gobierno que destacaron la necesidad de reforzar la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo y mejorar la segu- ridad de los ciudadanos españoles en el extranjero. EUROPA BAJO AMENAZA: UN REPUNTE DE ATENTADOS TERRORISTAS SACUDE EL CONTINENTE UN CIUDADANO ESPAÑOL, APUÑALADO EN BERLÍN El ataque en Berlín forma parte de una preocupante serie de atentados que han puesto en jaque la seguridad en Europa en las últimas semanas. Apenas unos días antes, el 13 de febrero, en Múnich, un so- licitante de asilo afgano de 24 años em- bistió con su vehículo a una multitud que participaba en una manifestación orga- nizada por el sindicato de servicios Verdi, cerca de la estación central de la ciudad. El ataque dejó dos muertos y 37 heridos. El agresor fue detenido en el lugar y se confirmó que mantenía vínculos con cír- culos extremistas. Este incidente marcó el inicio de una sucesión de ataques que sacudieron el continente europeo durante el mes de febrero y principios de marzo. Dos días después, el 15 de febrero, la vio- lencia se trasladó a Villach, Austria, don- de un joven sirio de 23 años, vinculado al ` Berlín ` Manheim (Alemania)

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