Víctimas del terrorismo yihadista

Relatos de vida

Desde el 12/04/1985

Especial interactivo que retrata las biografías de las víctimas del terrorismo yihadista en atentados en España o contra españoles en el extranjero.

Sus vidas

Roberto Fraile Fernández

47 añosVasco

No era la primera vez que Roberto Fraile se enfrentaba a una situación de grave peligro. De hecho, en 2012 había estado a punto de morir en Alepo (Siria), a causa de la explosión de una bomba, mientras documentaba con su cámara la terrible realidad de la guerra. Junto a otros reporteros, había sido testigo de numerosos conflictos armados en países como Colombia o Afganistán. Cuentan que era difícil verlo intranquilo o nervioso, y que le gustaba permanecer siempre detrás de la cámara y de los focos. Encontró la muerte junto a su amigo David Beriain el 26 de abril de 2021 a manos de un grupo yihadista, cuando ambos se encontraban en Burkina Faso grabando un documental sobre la caza furtiva.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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David Beriain Amatriain

43 añosNavarro

La palabra ‘miedo’ parecía no figurar en el diccionario del periodista David Beriain, formado en la Universidad de Navarra. En 2002 consiguió entrar en Irak escondido en el doble fondo de un camión para informar sobre la inminente guerra que estaba a punto de desencadenarse. Años después, logró entrar con una cámara de vídeo en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y más tarde vendrían otras zonas de conflicto, como Afganistán, donde se internó en las filas de la insurgencia talibán. Fue asesinado por un grupo yihadista el 26 de abril de 2021 en Burkina Faso, junto a su amigo Roberto Fraile, cuando ambos grababan un documental sobre la caza furtiva.

Atentado del 26-04-2021 en FADA N´GOURMA-PAMA, BURKINA FASOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Alberto Chaves

32 añosGallego

Alberto se había trasladado de Pontecesures, donde vivía con su novia María, a la India para trabajar. Su estancia iba a ser temporal, para formarse y después regresar a la empresa en Vilagarcía con posibilidades de acceder a un puesto de mayor responsabilidad. Una buena oportunidad para un Ingeniero Técnico Industrial que, a pesar de su juventud, ya había tenido varias experiencias profesionales. Alberto se encontró con María en Sri Lanka durante las vacaciones de semana santa cuando un suicida decidió hacer explotar la carga que llevaba en el hotel donde estaban desayunando.

Atentado del 21-04-2019 en COLOMBO, SRI LANKASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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María González

31 añosGallega

María había aprovechado las vacaciones de Semana Santa para ir hasta Sri Lanka y reunirse allí con su pareja, Alberto, para pasar juntos unos días de vacaciones. Desde que a él le habían mandado por trabajo a la India, tenían que viajar para poder verse. Trabajaba como administrativa en una empresa familiar dedicada a la venta de productos de equipamiento textil, en Padrón, y era hija única. Habían buscado un hotel de los mejores de Colombo, la capital de la isla, el Kingsbury, para una de las paradas de su viaje. Estaban desayunando cuando un terrorista suicida cargado de explosivos se inmoló.

Atentado del 21-04-2019 en COLOMBO, SRI LANKASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Antonio César Fernández

72 añosAndaluz

Tan solo 48 horas antes del atentado que le costó la vida, Antonio César, salesiano de 72 años, había compartido en un video el siguiente testimonio: “Son los jóvenes de los distintos lugares del mundo en los que he estado los que me han enseñado a ser salesiano y a ser lo que ahora mismo soy”. Palabras que resumen toda una vida de entrega a su vocación, a la que había dedicado los últimos 55 años de su vida, y que le había llevado por diversos países de África. El primero fue Togo, en 1982, donde fue el fundador de la obra salesiana. A lo largo de su trayectoria, trabajó también como maestro de novicios y ejerció, entre otras funciones, como delegado de la AFO en el XXV Capítulo General. También era sacerdote y, en la actualidad, ejercía su ministerio en Burkina Faso, donde fue asesinado por terroristas de Boko Haram. Para quienes mejor le conocían, sus compañeros salesianos, el punto y final de una vida dada por amor y con amor.

Atentado del 15-02-2019 en NOHAO, BURKINA FASOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Lorena Enebral Pérez

38 añosMadrileña

A Lorena la fichó la Cruz Roja Internacional después de hacer un curso de cooperante en África. Fisioterapeuta, había ido a Chile para aprender un método indicado para tratar a personas con trastornos del sistema motor derivados de lesiones neurológicas. Esas técnicas las aplicó luego en un centro para minusválidos en el Sáhara. Esa experiencia le hizo ver claro su camino y a lo que quería dedicar su vida. A partir de ahí, Tanzania, Malawi, Etiopía y Afganistán. En un centro de Mazar-i-Sharif atendía a mutilados de guerra, especialmente a los niños, su debilidad, y un terreno en el que era experta. Sin embargo, paradojas del destino, sería uno de sus pacientes el que le quitaría la vida de un disparo. Un disparo hecho con el arma que llevaba escondida en su silla de ruedas. Lorena era infatigable, extrovertida, simpática, todoterreno, generosa y apasionada por su trabajo. Un parque y una glorieta en su localidad natal, Pozuelo de Alarcón, llevan su nombre.

Atentado del 11-09-2017 en MAZAR-I-SHARIF, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Francisco López Rodríguez

56 añosAndaluz

Paco, como le llamaban algunos de sus familiares, regresaba junto a su mujer, una sobrina y sus dos hijos de dar un paseo por el Puerto de Barcelona. Habían ido a pasar el día a la ciudad, ya que residían en Rubí, una localidad cercana. Transitaban por la Rambla junto a otras cientos de personas y turistas cuando se vieron sorprendidas por una furgoneta que circulaba en zigzag atropellando a los viandantes. Paco no pudo esquivarla. Tampoco su mujer, que resultó herida, ni su sobrino nieto de tan sólo tres años, otra de las víctimas. Este tornero fresador había llegado a Cataluña siendo muy pequeño, cuando su familia emigró desde el pueblo granadino de Lanteira en busca de trabajo. Pero a él le gustaba volver a menudo a su tierra natal. Lo había pasado mal durante la crisis, pero llevaba unos años en los que no le faltaba trabajo.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Silvina Alejandra Pereyra cabrera

40 añosArgetina con nacionalidad española

Silvia, de 40 años, había trabajado como dependienta en la frutería Vidal Pons 1897 del mercado de La Boquería, el más emblemático de la capital catalana. Allí había conocido a su pareja, Bebo, que trabajaba en un bar del mercado. Por eso sus compañeros seguían viéndola un par o tres veces por semana, cuando iba a verle. La recuerdan como una persona excelente, risueña, llena de energía, que siempre tenía una sonrisa, y que se esforzaba mucho en su trabajo. Era amante de los animales y con grandes dotes para la cocina. Argentina y con descendencia boliviana, vivía en Barcelona desde hacía más de 10 años, donde residían varios primos. Había conseguido la doble nacionalidad, sin embargo, quería regresar a Argentina. Era la hija menor de una familia numerosa. Aquel 17 de agosto había bajado a hacer unas compras.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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María Lourdes Correia Duarte Ribeiro

74 añosPortuguesa

María Lourdes había llegado a Barcelona para reunirse con su nieta, también María, que residía en Londres. Esta vecina de Lisboa quería celebrar así su 74 cumpleaños, junto a una de sus personas favoritas. Pasar una semana con su nieta era el mejor regalo. Tras instalarse, decidieron ir a dar un paseo y acabaron en Las Ramblas. La furgoneta conducida por el terrorista las arrolló mortalmente.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

María Monteiro Agostinho Correia

20 añosPortuguesa

María, de 20 años, estaba muy unida a su abuela. A pesar de residir en Londres, donde estudiaba. Para celebrar su 74 cumpleaños, le invitó a pasar una semana de vacaciones juntas en Barcelona. Habían llegado el mismo día del atentado. Dejaron sus cosas en el alojamiento y salieron a dar un paseo, ya que estaba cerca de la céntrica avenida.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Josefina Codina Oliveras

75 añosCatalana

Pepita paseaba por Las Ramblas junto a su hija Elisabet. A ella le gustaba pasear, a pesar de que una pierna le daba bastante guerra desde hacía algún tiempo. Los que la conocían aseguran que era muy simpática. Vivía sola en un pueblo de interior, Sant Hipolit de Voltregá, donde se trasladó con su marido para cuidar de su suegra, que había quedado inválida tras un atropello. En el hogar del jubilado de la localidad la conocían bien, iba casi todos los días, a echar un bingo con las amigas. Tenía 75 años y dos nietas: Laia y Mireia.

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Xavier Martínez Montpart

3 añosCatalán

Xavier tenía apenas tres años cuando un terrorista al volante de una furgoneta causó el vuelco del carrito en el que su tío abuelo, Francisco, arrollado mortalmente, le paseaba por La Rambla de Barcelona. En la caída, el pequeño se golpeó contra el suelo de forma violenta. Los agentes que le atendieron consiguieron llevarle con vida al hospital, pero falleció más tarde. Se convirtió así en la víctima más joven del atentado más brutal cometido en Cataluña tras el de Hipercor. Redisía en Rubí y veraneaba en Llimiana, en el Pallars Jussá. Su padre llevó su coche de juguete favorito a la comisaría de los mossos unos días después.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Julien Cadman

7 añosInglés con nacionalidad australiana

Julien tenía siete años y una sonrisa alegre y contagiosa. Se encontraba en Barcelona junto a su madre para asistir a una boda. Su padre no había podido acompañarles por motivos laborales, pero se reencontrarían a su vuelta a Sidney. A Julien le gustaba bailar y combinar las piezas de Lego que solían encontrarse en sus bolsillos para dejar volar su imaginación. Nacido en el condado de Kent, vivía en Sidney, y tenía la doble nacionalidad británica y australiana.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Bruno Gulotta

35 añosItaliano

Bruno, de 35 años, paseaba de la mano con su hijo de seis años. A su lado, su mujer con su bebé de siete meses en la mochila canguro. De repente, una furgoneta se les viene encima, y la reacción de Bruno es proteger al pequeño Alessandro: lo cubre con su cuerpo para salvarlo. Lo consigue, pero le cuesta su propia vida. Es suficiente para hacerse una idea de cómo era este informático italiano residente en Legnano, cerca de Milán. Era el director de marketing en Tom’s Hardware, una revista digital especializada en tecnología, donde le recuerdan como una persona curiosa, atenta y llena de entusiasmo, capaz de solucionar cualquier problema en cualquier momento. Generoso y de corazón grande.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Carmela Lopardo

80 añosItaliana

La historia de Carmela se parece a la de muchas otras familias italianas que un día embarcaron rumbo a América huyendo de la miseria y del hambre de la posguerra en Europa. Nacida en Sasso di Castalda hacía 70 años, su destino fue Argentina, a donde llegó cuando sólo tenía 13 años. Ya jubilada, había decidido aprovechar el invierno austral para volver al viejo continente en un tour organizado, que incluía parada en Barcelona.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Elke Leona Florentina Vanbockrijck

44 añosBelga

Elke, 44 años, viajó a la capital catalana con el propósito de cumplir una de las grandes ilusiones de su hijo Vic, de 11 años: visitar el Camp Nou, el estadio del equipo de su admirado Leo Messi. El fútbol era su gran afición, y su madre le apoyaba. Además, también había descubierto que una localidad de la provincia se llamaba igual que él, y quería conocerla. Pero el de Barcelona iba a ser un viaje de vacaciones para toda la familia, formada también por su marido Guy, con quien llevaba tres años casada, y su hijo mayor, de 13 años, Gus. Ella era funcionaria del servicio postal belga, y residía en Tongeren, una localidad flamenca cercana a la frontera holandesa. Habían ido en coche, haciendo noche en Nimes, en el sur de Francia, con la idea de pasar una semana en España.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Ana María Suárez López

61 añosAragonesa

Ana María fue la única víctima mortal del atentado de Cambrils. Aquella noche había salido a cenar junto a un grupo de familiares y amigos para celebrar el cumpleaños de su marido, Oriol, que había sido el día anterior. Lo habían aplazado para evitar que coincidiera con la Supercopa de fútbol y encontrarse los restaurantes abarrotados. Después de la cena, fueron a dar una vuelta por el Paseo Marítimo. Ana María y su esposo veraneaban desde hacía muchos años en esta localidad de la Costa Dorada, donde tenían un apartamento. También iban a menudo al pueblo natal de Oriol, Morata de Jalón. Ella era natural de Zaragoza, y tenaz 67 años. Había superado un cáncer.

Atentado del 17-08-2017 en CAMBRILS , ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Pau Pérez Millán

34 añosCatalán

Pau, o Pablo, como le gustaba que lo llamaran, era un viajero incansable. De los de mochila y autobús, no del Todo Incluido. También había sido voluntario en Haití tras el terremoto que asoló la isla en 2012 con Aldeas Infantiles. Ese era su otro rasgo principal: la generosidad. La tesis de fin de carrera de su ingeniería fue un proyecto sobre casas autosostenibles. También estuvo al frente de la construcción de un campamento de emergencia en las afueras de Puerto Príncipe o de la rehabilitación de una escuela-orfanato en la capital haitiana. Su último año de carrera lo había cursado en Argentina. Desde hacía un par de años, trabajada en la fábrica de Seat de Martorell. Con 34 años, residía en su localidad natal, Villafranca del Penedés, con sus padres. Fue apuñalado por uno de los terroristas de Barcelona para robarle el coche. Su cadáver apareció en el interior del vehículo en un aparcamiento de Sant JustDevern.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Ian Moore Wilson

78 añosCanadiense

Jubilado, de 78 años, visitaba la capital catalana junto a su esposa, que resultó herida. Su hija, Fiona Wilson, es sargento del departamento de Policía de Vancouver. Confirmó su muerte a través de un comunicado, en el que agradecía el esfuerzo realizado por los servicios de emergencia. Le recordó como un hombre generoso y compasivo, que adoraba disfrutar de una buena cerveza, al que le encantaba leer y siempre abierto al diálogo y al debate.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Jared Alton Tucker

42 añosEstadounidense

Jared estaba haciendo un viaje por Europa para celebrar con su mujer su primer aniversario de boda. Habían visitado ciudades como París y Venecia, y el 17 de agosto se encontraban en Barcelona. Allí este estadounidense de 42 años fue alcanzado por el terrorista que perpetró el atropello masivo con la furgoneta. En declaraciones a medios de comunicación, su esposa definió a Tucker como un hombre divertido y de personalidad magnética, que daba todo por cualquiera de sus amigos. Su familia puso en marcha una campaña de crowdfunding para poder costear su funeral. Recaudaron más de 25.000 dólares.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Desiré Zolotas

51 añosAlemana

Desireé Eugenia Zolotas estaba paseando junto a su marido y sus dos hijos por Las Ramblas de Barcelona cuando sucedió el atentado terrorista. Resultó herida muy grave y estuvo ingresada durante diez días en el Hospital del Mar de Barcelona, donde finalmente falleció. Sus hijos fueron atendidos por lesiones menores y regresaron a Grecia, donde residía la familia.

Atentado del 17-08-2017 en BARCELONA, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Ignacio Echeverría Miralles de Imperial

39 añosGallego

˝El héroe del monopatín˝, así es como Ignacio Echeverría es recordado. Nacido en Ferrol hacía 39 años pero criado en Madrid, era abogado y llevaba un año viviendo en Londres donde trabajaba en el banco HSBC como analista de prevención de blanqueo de capitales. El 3 de junio había estado patinando con sus amigos en un parque cuando el grupo vio como un hombre atacaba con un cuchillo a una mujer. Era uno de los tres terroristas que unos minutos antes habían atropellado con una furgoneta a una multitud en el cercano Puente de Londres. El español se interpuso y golpeó al agresor con el monopatín. Sin embargo, el terrorista no estaba solo, y otros dos hombres le atacaron por detrás. Quedó tendido en el suelo, herido mortalmente. Su familia tardó cuatro días en tener la confirmación de que era una de las víctimas de los atentados de Londres.

Atentado del 03-06-2017 en LONDRES, REINO UNIDOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Isidoro Gabino San martín Hernández

48 añosCastellanoleonés

Gabi, como le conocían sus compañeros, era uno de esos profesionales que lo llevan en la sangre. Instructor de tiro y defensa personal, formaba parte de la Unidad de Intervención Policial de Oviedo antes ir voluntario a Afganistán, donde llevaba desde septiembre de 2014. Residía con su mujer y sus cuatro hijos en Virgen del Camino, aunque seguía muy vinculado a su localidad natal, La Bañeza, donde pasaba sus descansos junto a la familia.

Atentado del 11-12-2015 en KABUL, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Jorge García Tudela

48 añosValenciano

A Jorge le quedaba poco más de un mes para regresar a Granada junto a su mujer y sus dos hijos pequeños tras la comisión de cuatro meses que había solicitado en Afganistán. Natural de Alzira (Valencia), vivía en Granada, donde estaba destinado en el grupo de investigación del distrito norte desde 1995. Su hermano, en una carta que escribió tras su muerte, recordaba «sus interminables abrazos y pegajosos besos, ya que mostraba su amor con la misma pasión y entrega que ponía a todo aquello que hacía en la vida». El auditorio municipal de Monachil, el barrio en el que residía, lleva su nombre como homenaje.

Atentado del 11-12-2015 en KABUL, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Juan Alberto González Garrido

25 añosAndaluz

Juan Alberto asistió el viernes 13 de noviembre de 2015 a la Sala Bataclan (Paris) a escuchar en directo un concierto de música del grupo Eagles of Death Metal acompañado de su esposa Angela y su amigo Jean-Baptiste. Juan Alberto fue asesinado en la Sala con sólo 29 años, su esposa y su amigo salieron indemnes. Juan Alberto era una persona alegre, vital, dinámica, amante de la vida, de la familia, de los amigos, de la música, del teatro, de la lectura, una persona a la que le gustaba viajar y conocer nuevas culturas. Tocaba el piano, la guitarra clásica y la eléctrica, formaba parte del grupo de teatro. Se licenció como Ingeniero Industrial (ICAI), en Madrid y en 2009 se trasladó a Francia donde llevaba cinco años trabajando en el sector nuclear en la empresa eléctrica francesa EDF. Vivía en Paris desde 2012 donde desarrollaba su trabajo y estaba cursando el Master of Business Administration (HEC).

Atentado del 13-11-2015 en PARÍS, FRANCIASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Michelli Gil Jaímez

Edad desconocidaMéxicana con nacionalidad española

Nacida en la localidad de Tuxpan, en el estado mexicano de Veracruz, Michelli tenía la doble nacionalidad mexicana y española. Desde 2008 residía en Francia para continuar sus estudios tras haberse licenciado en Administración de Negocios Internacionales en la Universidad de Las Américas. Allí había trabajado en algunos restaurantes, entre ellos, La Belle Équipe. Michelli se había prometido en matrimonio con un músico de cámara italiano.

Atentado del 13-11-2015 en PARÍS, FRANCIASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Antoni Cirera Pérez

75 añosCatalán

Antoni estaba haciendo un crucero por el Mediterráneo para celebrar las bodas de oro junto a su mujer, Dolors. Había sido un regalo de sus dos hijos para celebrar el aniversario. Una de las escalas les llevó hasta Túnez. Químico jubilado, había trabajado en la antigua cervecera Moritz. Vivía con su esposa en Barcelona, en el barrio del Camp de l’Arpa, en una vivienda recibida en herencia de un antiguo negocio familiar. Era un gran aficionado al deporte, y todos los miércoles iba a hacer una caminata por Collserola.

Atentado del 18-03-2015 en TÚNEZ, TÚNEZSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Dolors Sánchez Rami

73 añosCatalana

Dolors y su marido, Antoni, eran dos personas muy activas y acostumbradas a hacer excursiones. Lo que más les gustaba era caminar por el monte. Sin embargo, sus hijos pensaron que para celebrar sus bodas de oro había que hacerles un regalo muy especial: salir al extranjero por primera vez. Y les obsequiaron con un crucero por el Mediterráneo.

Atentado del 18-03-2015 en TÚNEZ, TÚNEZSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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David Fernánez Ureña

35 añosVasco

El sargento Fernández Ureña era desactivador de explosivos. Era la segunda vez que desplegaba en Afganistán desde que en 2002 había ingresado en el Ejército. Aquella mañana su equipo recibió el aviso de que tenían que intervenir porque se había localizado un posible artefacto explosivo en la ruta Opal, entre las localidades Qala i Naw y Darra i Bum. El suboficial era el jefe del equipo, así que fue él el que se acercó al artefacto después de haber aislado la carga explosiva con ayuda de un robot, pero no contaba con que había sido manipulado. Era una trampa. La magnitud de la explosión le provocó la muerte en el acto. En Granada, donde residió la mayor parte de su vida y de donde era natural su familia, le dieron el último adiós.

Atentado del 11-01-2013 en RUTA OPAL, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Joaquín Moya Espejo

35 añosAndaluz

Joaquín Moya, militar de vocación, entró en el Ejército con tan solo 18 años. Allí encontró su sitio y a su esposa, que también era sargento. Ella quiso despedirle en su funeral vestida de uniforme junto al resto de sus compañeros, para quienes Joaquín era un ejemplo de suboficial. Un líder natural al que sus subordinados apreciaban y respetaban, y en quien los mandos confiaban. Devoto de la cofradía del Descendimiento, sus allegados confían en que siga ejerciendo de costalero en el cielo.

Atentado del 6-11-2011 en LUDINA, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Antonio Planas Juan

49 añosBalear

Antonio, de 48 años, estaba a punto de iniciar una nueva vida antes de que el atentado del hotel Intercontinental de Kabul se lo impidiera. Aquel viaje iba ser el último viaje que tenía que hacer a la capital afgana, porque en unos días se incorporaría a un nuevo trabajo como piloto de carga en Dubai y dejaría de trabajar en la aerolínea turca Saga en la que cubría el trayecto Francfort-Estambul-Kabul. Aceptó ese empleo después de haber sido despedido de Air Comet, para poder seguir sacando adelante a su familia.

Atentado del 28-06-2011 en KABUL, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Manuel Argudín Perrino

34 añosAsturiano

El sargento Argudín vivía lejos de su Gijón natal desde que decidió convertirse en suboficial del Ejército. La vida militar le había llevado en su último destino hasta Fuerteventura, donde residía junto a su mujer y sus dos hijos. La de Afganistán no era una misión desconocida para él, puesto que ya había desplegado en este escenario con anterioridad. Años antes también lo había hecho en Kosovo

Atentado del 26-06-2011 en RUTA LITHIUM, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Niyireth Pineda Marín

31 añosColombiana

Niyireth, de 31 años, había venido a España desde su Colombia natal en busca de una vida mejor para ella y para su hijo. Había sido profesora en Tolima pero, al llegar a España, decidió seguir los pasos de su hermana Neila, que se había hecho militar, e ingresó en el Ejército. Sirviendo en el Regimiento de Infantería “Soria” nº 9 de Fuerteventura, formó parte de dos contingentes españoles que desplegaron en Afganistán.

Atentado del 26-06-2011 en RUTA LITHIUM, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Ataola Taefik

55 añosIraní con nacionalidad española

Ataola, de 55 años, llevaba unos meses trabajando como intérprete para el Ejército español en Afganistán. De origen iraní, llevaba en España más de 30 años, y estaba nacionalizado. Aquí se había casado con una española y tenía dos hijos, con los que residía en la localidad de Cuarte de Huerva (Zaragoza), donde regentaba un negocio de alfombras. Su familia estaba muy orgullosa del trabajo que estaba haciendo para las tropas españolas.

Atentado del 25-08-2010 en QALA-I-NAW, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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José María Galera Córdoba

33 añosCastellanomanchego

José María soñaba desde niño con pertenecer a la Guardia Civil, como su abuelo y su padre. Lo consiguió en el año 2000, cuando ingresó como oficial. Su trabajo le había llevado hasta Logroño, donde se encuentra la Unidad de Acción Rápida que opera en el País Vasco y Navarra, para especializarse en lucha antiterrorista. En ese contexto conoció a su novia, con la que se casó poco más de un año antes de desplegar en Afganistán, donde había estado su hermano antes, también integrante de la Benemérita. El lugar de la ceremonia fue el pueblo natal de su madre, Tarazona de la Mancha (Albacete), donde su uniforme de gala fue la atracción del día. Precisamente con sus primos por parte de madre tenía un equipo de baloncesto, un deporte muy propio para un chico atlético de 1,90 cm de altura, con los que jugaba en una liga.

Atentado del 25-08-2010 en QALA-I-NAW, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Abraham Leoncio Bravo

33 añosGallego

Las dos grandes pasiones de Abraham eran su trabajo en la Guardia Civil y el atletismo. Fue la primera la que le llevó a presentarse voluntario para participar en la misión de Afganistán, una experiencia que le resultaba interesante en su condición de especialista en antiterrorismo. Su cometido allí, dentro de uno de los equipos de instructores de la Guardia Civil, era formar a los policías afganos. Enseñar era otra de las cosas que le gustaban, algo que ponía en práctica como profesor de técnicas policiales en el centro de adiestramiento especial de la Unidad de Acción Rural de Logroño.

Atentado del 25-08-2010 en QALA-I-NAW, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Teresa Esquivias Ugena

61 añosEspañola

Teresa llevaba más de diez años trabajando para el ministerio de Asuntos Exteriores. Eso la había llevado a las embajadas de Sarajevo, Quito, Bratislava y Bagdad. En esta última, era la responsable de comunicaciones. Preparaba trasladarse a Nueva York. Era el premio que había logrado tras pasar tantos años en países en conflicto. Casada y con seis hijos, era también enfermera y una gran deportista. De hecho, había sido internacional con la selección española de baloncesto. Contaba con distinciones como la Cruz oficial de la Orden de Isabel la Católica y la Cruz de Oficial del Mérito Civil.

Atentado del 14-07-2010 en BAGDAD, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

John Felipe Romerro Meneses

21 añosColombiano

John Felipe, de 21 años, tocaba la guitarra, era el que contaba los chistes en las fiestas y hasta había aprendido a bailar regeeaton. El joven de 21 años había nacido en Tolima y se había criado en Bogotá antes de que su familia se trasladara a España buscando mejores oportunidades. Decidió ingresar en el Ejército hacía tres años y se presentó voluntario para ir a Afganistán, a pesar de que su madre se oponía. Cuando hablaba con su familia, les decía que las cosas allí eran duras, pero se mostraba animado. En el Ejército y con sus compañeros se sentía feliz.

Atentado del 01-02-2010 en SANG ATESH, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Cristo Ancor Cabello Santana

25 añosCanario

A la patrulla de la que formaba parte el cabo Cabello Santana le habían encomendado la misión de vigilar un distrito al este de Herat para desmantelar posibles check-points ilegales. Eran las 9:30 de la mañana cuando los terroristas activaron un artefacto explosivo improvisado al paso del blindado en el que viajaba, en las proximidades de Syah Washan, y saltó por los aires. De los seis tripulantes, Cristo fue el peor parado. Los médicos trataron de reanimarle durante 40 minutos en el hospital. En ese tiempo en el que se debatía entre la vida y la muerte, pudo ver cumplido uno de sus últimos anhelos: ser bautizado. El Pater del contingente roció su cabeza con agua bendita poco antes de que los médicos certificasen su muerte. La concha de peregrino que había traído del Camino y que le hubiese gustado que sirviera para recibir el primer sacramento, colgaba de su cuello para iniciar su último viaje.

Atentado del 7-10-2009 en SYAH WASHAN, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Juan Andrés Suárez García

41 añosAsturiano

Juan Andrés llevaba mucho tiempo en el Ejército. Se había ido con 16 años de casa para estudiar en la Academia de Calatayud e ingresar como electrónico especialista en telecomunicaciones. Había pasado por muchos destinos. En Gijón, donde vivió junto a su familia desde los cinco años, una calle lleva su nombre para mantener vivo su recuerdo.

Atentado del 9-11-2008 en SHINDAD, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Rubén Alonso Ríos

30 añosGallego

El cabo Alonso se fue a Afganistán dejando en casa a dos niños pequeños: uno de tres años y otro de cuatro meses. Aunque le resultaba duro separarse de ellos, lo hacía por darles una vida mejor. Por eso se presentó voluntario y tenía muchas ganas de ir a la que iba a ser su primera misión internacional. Su viuda, María del Mar, guarda para sus hijos una carta que piensa darles cuando quieran saber cómo murió su padre. La escribió para ellos la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón. Y así sabrán que su padre murió lejos de casa por un mundo en paz.

Atentado del 9-11-2008 en SHINDAD, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Estalyn Angelo Mera Vera

20 añosEcuatoriano con nacionalidad española

Justo ese día se cumplían tres meses del atentado que terminara con la vida de seis componentes de la Brigada Paracaidista en el Líbano. Llevaban su misma boina negra. Pero, una vez más, el terrorismo no tuvo piedad. El vehículo en el que viajaba saltó por los aires cuando la rueda delantera derecha pasó por encima de una mina. Falleció junto a su compañero Germán Luís Pérez Burgos y el intérprete afgano que viajaba con ellos. El joven, de 20 años, era ecuatoriano y tenía también la nacionalidad española. Se trata del quinto soldado latinoamericano que perdió la vida en una misión española en el exterior. Los familiares de Estalyn Mera consiguieron el permiso para asistir al funeral en la Brigada Paracaidista, la unidad a la que servía en el Ejército. Su boina negra, la que su madre sostenía con fuerza en el funeral, ha reemplazado a sus ojos marrones, ya solo vivos en el recuerdo.

Atentado del 24-09-2007 en FARAH, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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María Isabel Arranz Bocos

38 añosCatalana

Ella y su marido Gabriel Tortosa Ortega estaban a punto de cumplir su tercer año de casados. Ambos eran amantes del turismo de aventura y decidieron visitar Yemen. María Isabel nació en Barcelona, y tenía 38 años. Cursó sus estudios de Magisterio e Historia del Arte en Valladolid. Era amable, alegre, cariñosa y le encantaban los niños. Encontró trabajo como educadora infantil en Barcelona. En la ciudad condal conoció al que se convirtió en su marido.

Atentado del 02-07-2007 en MARIB, YEMENSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Gabriel Tortosa Ortega

Edad desconocidaCatalán

Licenciado en telecomunicaciones, ocupaba un cargo técnico en Telefónica. Iba a cumplir tres años casado con su mujer. A ambos les gustaba el turismo de aventuras. Habían visitado México o Japón, pero querían conocer otros destinos. Por ello decidieron viajar a Yemen. Los que le conocían destacan su inteligencia y su bondad. Aunque su familia procede de Granada, residían en Barcelona, donde trabajaba. Allí conoció a María Isabel Arranz, su mujer.

Atentado del 02-07-2007 en MARIB, YEMENSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Magie Álvarez Calleja

24 añosVasca

Tenía 24 años y siempre se había definido como una mochilera a la que le encantaba viajar. Trabajó en diferentes empleos para costearse sus viajes. Había visitado Sudamérica, Australia, Londres o Tailandia. Sus estudios de Auxiliar de Enfermería no frenaban su espíritu inquieto. Decidió viajar a Yemen para aprender como guía, de la mano de Miguel Essery, otro guipuzcoano. Maddi, como ella escribía su nombre, había participado incluso en el programa de la televisión vasca “El conquistador del fin del mundo”.

Atentado del 02-07-2007 en MARIB, YEMENSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Miguel Essery Arruti

54 añosVasco

No tenía miedo, aunque sabía que Yemen era un país peligroso. Era el guía del grupo, y había ejercido la profesión desde hacía 20 años. De hecho, su estancia en este país no era novedosa. Había estado allí hasta en cinco ocasiones. Trabajaba como profesor en San Sebastián y aprovechaba las vacaciones para hacer de guía en otros países. Era un conocedor de Yemen del Sur. Miguel, guipuzcoano, de 54 años, era aficionado a la fotografía y había organizado exposiciones. Tenía dos hijos. Su enorme bigote era una seña de identidad. Le gustaba hablar pausado, cautivador. Buscaba hacer viajes fuera de lo convencional, integrarse con la población local. A pesar de su carácter sencillo demostraba ser una enciclopedia sobre viajes.

Atentado del 02-07-2007 en MARIB, YEMENSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

María Asunción Vitorica

Edad desconocidaVasca

Luchó hasta el final por no dejarse arrastrar por la muerte. Pero el daño causado por aquel atentado en Yemen era demasiado grave y terminó llevándosela unos días más tarde. Se convirtió en la octava víctima española. Fue imposible su traslado a España, por el estado en el que se encontraba, pero su familia vivió cada segundo de los doce días pendientes de su evolución. Como si se tratase de la cuenta atrás sobre las horas de un reloj, fue imposible detener el fatal desenlace. Aquel atentado suicida del 2 de julio de 2007 terminó con la vida de Asunción. No pudo volver a reencontrarse con su familia en vida. Pese a que trató de resistirse, el terrorismo les separó para siempre.

Atentado del 02-07-2007 en MARIB, YEMENSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Jefferson Vargas Moya

21 añosColombiano

Este joven de 21 años era el principal sustento de su familia. De origen colombiano, y residente en Valencia, formaba parte de las Fuerzas Armadas desde hacía poco más de un año. Entregado a su familia desde el fallecimiento de su padre, cuando era aún un adolescente, enviaba dinero periódicamente a su madre y su hermana para contribuir con los gastos de su hogar. Tenía entre sus planes viajar a Colombia para visitar a su familia. El militar fue desplegado en el Líbano para llevar la paz a aquel país y poder compartir con otras personas la solidaridad que siempre había tenido con los suyos.

Atentado del 24-6-2007 en SAHEL AL DERDARA, LÍBANOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Juan Carlos Villora Díaz

20 añosCastellanoleonés

Quería casarse al regresar del Líbano y tener hijos. Un ataque terrorista al sur del país de Oriente Próximo terminó con la vida de este soldado junto a cinco compañeros que se encontraban desplegados en aquella misión de Naciones Unidas. Natural de Lanzahíta, en Ávila, vivía en San Lorenzo de El Escorial, en Madrid, junto a su madre y su hermana. Llevaba poco más de un año al servicio del Ejército, aunque no descartaba otras opciones y poder alcanzar nuevas metas. De hecho, con solo 13 años, abandonó la pequeña localidad en la que residía para ingresar en los seminarios de Valencia y Santander. Y es que este joven en un pasado quiso ser sacerdote. Sin embargo, cuando casi había terminado su formación religiosa, decidió colgar los hábitos.

Atentado del 24-06-2007 en SAHEL AL DERDARA, LÍBANOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Manuel David Portas Ruiz

19 añosAndaluz

Como otros muchos jóvenes entró en el Ejército buscando una salida profesional. En su caso, quiso ser militar para ayudar a su madre, y sus amigos le impulsaron a llevarlo a cabo. Se había formado en Alcantarilla, Murcia, y ejercía como soldado desde hacía dos años. Natural de Sevilla, sus planes giraban en torno a volver a la capital andaluza y buscar nuevos retos. Aquella era la primera misión para este paracaidista, y no quedaba mucho para finalizar.

Atentado del 24-06-2007 en SAHEL AL DERDARA, LÍBANOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Jeyson Alejandro Castaño Abadía

20 añosColombiano

Le gustaba tocar el bajo, le gustaba el deporte y disfrutaba con la música vallenata. Y es que sentía sus raíces colombianas muy ligadas a este género musical. Sin embargo, tras seis años en España, ya se sentía próximo a los españoles. De carácter alegre, residía en el barrio madrileño de San Blas y pretendía solicitar los trámites de la nacionalidad al regresar del Líbano.

Atentado del 24-06-2007 en SAHEL AL DERDARA, LÍBANOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Juan Ericson Posada Valencia

20 añosColombiano

Las personas que le conocían lo definían como una persona discreta y formal. De origen colombiano, vivía en Las Palmas de Gran Canaria junto a su madre y sus hermanos. Era el más pequeño de ellos. Hacía un año que con la seriedad que le caracterizaba había querido afrontar un nuevo reto en su vida y había ingresado como paracaidista del Ejército. Formaba parte del contingente español en la misión de Naciones Unidas al sur del Líbano, una misión humanitaria en la que él solo trataba de llevar la paz a ese país.

Atentado del 24-06-2007 en SAHEL AL DERDARA, LÍBANOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Jonathan Galea Garcia

18 añosMadrileño

Amaba el deporte y la aventura, y la defendió incluso por encima de lo que sus propios padres pensaban. Ingresó en el Ejército impulsado por su propia motivación. Cinco días después de cumplir la mayoría de edad ya tenía el uniforme puesto. Alcanzó una de las calificaciones más altas durante la fase de formación previa. Castaño y de ojos claros, mantenía buena forma física.

Atentado del 24-06-2007 en SAHEL AL DERDARA, LÍBANOSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Idoia Rodríguez Buján

23 añosGallega

La soldado podría haber viajado ese mismo día a España, pero decidió quedarse junto al equipo médico en el que estaba integrada y alargar la misión hasta el final de la rotación. Había querido ser militar desde niña. Fue la primera mujer militar muerta en una misión exterior. Tenía un fuerte personalidad. Idoia llegaba a aquellos lugares donde no lo hacía la asistencia sanitaria.

Atentado del 21-02-2007 en SHINDAD, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Jorge Arnaldo Hernández Seminario

26 añosPeruano con nacionalidad española

El joven, de 26 años ,tenía origen peruano, pero había logrado también la nacionalidad española. Estaba casado y pertenecía a la Brigada Paracaidista desde hacía tres años. Fue el primer integrante del contingente español fallecido como consecuencia de un ataque en Afganistán.

Atentado del 08-02-2006 en BAKUA, AFGANISTÁNSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

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Iris Toribio Pascual

20 añosMadrileña

Pascual tenía 20 años. Aquel día se dirigía a la estación de Recoletos desde Vallecas. Había quedado para hacer el trayecto con un amigo, pero, al verse, su compañero encendió un cigarro y él decidió subirse en aquel tren y esperarlo en Atocha tomando un café. El joven trabajaba como comercial de telefonía móvil, pero su sueño era convertirse en DJ. Además de la música, su pasión eran los videojuegos. Le pusieron este nombre porque, en aquel momento, a sus padres les pareció “muy hippy”. Le encantaba el color naranja y solía llevar el pelo de punta. Jugaba al fútbol con el número 14 a sus espaldas.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

María Susana Soler Iniesta

46 añosMadrileña

Susana tenía 46 años de edad, estaba casada, y tenía un hijo de ocho años, que era su pasión. La madrileña cogió el tren en la estación de Santa Eugenia para acudir a su trabajo como recepcionista en una empresa de contadores para líquidos. Tres vecinos del edificio donde vivía murieron durante las explosiones. Su marido era técnico fotográfico y dueño de un estudio. Se habían conocido en 1981, en un pub del centro de Madrid, al que acudían con sus respectivos grupos de amigos. Años más tarde decidieron casarse y tuvieron a su único hijo. Ella era muy sociable, conservaba las amistades de la adolescencia y organizaba los encuentros familiares.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Stefan Budai

37 añosRumano

Stefan, natural de Rumanía, tenía 37 años y había llegado a España hacía dos y medio buscando una mejora de sus oportunidades laborales para su mujer y su hija, de nueve años. Vivía en Alcalá de Henares y trabajaba como obrero en la construcción. Aquel 11 de marzo de 2004 se dirigía a Aravaca para acudir a una de las obras en las que trabajaba. Sus compañeros destacan sus cualidades para el trabajo. Prácticamente podía hacer de todo. También era conocido por su buen apetito para la comida y por mantener sus, aproximadamente, 70 kilos de peso intactos. Le gustaba España y quería quedarse aquí, aunque también ahorraba para comprarse una casa en Rumanía.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Csaba Zsigovski

26 añosRumano

Elena iba a casarse. Sin embargo nunca pudo hacerlo. Los atentados del 11 de Marzo de 2004 se llevaron al que iba a ser su futuro marido, Csaba Zsigovski, de 26 años. Era rumano y había venido a España en busca de oportunidades. Salió de Moratalaz y ese día cambió su ruta habitual. Fruto de la casualidad o del destino, aquel tren le llevó directamente a la muerte. La pareja compartía piso con otros rumanos para economizar gastos. Él era albañil y ella estaba a punto de licenciarse en Derecho. Soñaban con poder comprar una casa muy grande llena de plantas y flores en su localidad natal, Ludus. Había visto la película “Gladiator” cientos de veces. Le apasionaba el cine, aunque era un poco miedoso. No le gustaba la oscuridad. Aquel día no pudo evitar caer en ella y verse arrastrado por la trampa que el terrorismo puso en su camino.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Francisco Antonio Quesada Bueno

44 añosMadrileño

Francisco tenía 44 años y veía el mundo a través de sus gafas. Le gustaba llegar puntual. Era administrativo en el Instituto de Comercio Exterior y le habían asignado un despacho nuevo recientemente. Tenía previsto próximamente un ascenso. Tuvo dos hijos, Sonia y Mario, con una pareja con la que convivió 15 años. Jugaba al fútbol sala, siempre como portero. Le encantaba el deporte y corría en un equipo ciclista, el Rivas. Era una persona muy bromista y con sentido del humor. Muy querido y valorado por sus amigos y conocidos.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

María Jesús Macías Rodríguez

30 añosMadrileña

Tenía 30 años y era técnica en Recursos Humanos. Había dedicado los diez últimos a estudiar Psicología y Dirección Empresarial; además de trabajar. Llevaba cuatro años casada y vivía junto a su marido. Le apasionaba la lectura, especialmente toda la obra de Lucía Etxebarría. El libro era siempre su principal compañero. De hecho, por ese motivo prefería viajar en tren, para aprovechar el tiempo leyendo. Se dirigía hasta Fuencarral para llegar al trabajo en las oficinas de Vodafone, donde estaba desde hacía dos meses.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Estefan Modol

45 añosRumano

Estefan dejó Rumanía, donde residían su mujer y sus tres hijos, en verano de 2002 y emprendió rumbo a España. Había llegado buscando nuevas oportunidades y enviaba todo el dinero que podía a su familia. Compartía piso con otros inmigrantes en Vallecas y se dedicaba a la construcción. En Rumanía había trabajado, entre otros oficios, como policía ferroviario por todos los trenes del país. En Madrid se dedicaba a la construcción y cogía el tren para ir a trabajar. Su ir y venir constante le había hecho conocer muchos oficios diferentes. Incluso sabía lo que era sobrevivir a un atentado terrorista, ya que en Israel sufrió su primer ataque.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Eugenio Moreno Santiago

56 añosMadrileño

Eugenio estaba a punto de prejubilarse como empleado de banca en el BBVA.Se acababa de construir una casa en su pueblo, Cadalso de los Vidrios (Madrid). Allí pasaba largas temporadas y todo el mundo le conocía muy bien. Estaba casado y era padre de dos hijos. Al principio parecía una persona seria, podría ser que su bigote contribuyese a dar esta imagen. Pero los que le conocían de verdad aseguran que, después, era muy divertido. Le apasionaba la lectura y siempre tenía varios libros en su mesilla de noche.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Oleksandr Kladkovoy

56 añosUcraniano

Guardaba como un tesoro su bicicleta, era su sueño al llegar a Madrid. Se hacía llamar Alex, ya que su nombre era difícil de pronunciar para los españoles. Tenía 56 años y cuatro hijos, fruto de sus dos matrimonios. De origen ucraniano, había llegado a Madrid hacía dos años y vivía en el salón de la casa de su hermana en Santa Eugenia. Dormía en una cama plegable. Decía que iba a vivir 100 años porque en su familia eran unos supervivientes. En el primer matrimonio tuvo a su primera hija, y en el segundo a los otros tres. De éstos no sabía nada, ya que se fueron con su exmujer a Ucrania. A menudo quería hablar con ellos, porque temía que le hubieran olvidado.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Florencio Brasero Murga

50 añosMadrileño

El 11 de marzo se celebraba el cumpleaños de Conchi, su esposa. Trabajaba en una empresa de neumáticos. Llevaba allí empleado, aproximadamente, 25 años. A sus 50 años, era fan de los Beatles y de la comida de su esposa, especialmente la caldereta de ternera. También disfrutaba de los boleros de Luis Miguel o de las victorias del Real Madrid, su equipo

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Rodolfo Benito Samaniego

27 añosMadrileño

En él convergía el ser un estudioso incansable de los procesos de innovación y desarrollo. Y con esos principios se cimenta la fundación que hoy lleva su nombre. El objetivo es mantener vivo el recuerdo de las 193 personas que fallecieron en los atentados del 11 de marzo de 2004. Rodolfo tenía 27 años y era ingeniero industrial. Trabajaba diseñando centrales térmicas. El joven se estaba preparando, además, para ser profesor de matemáticas. Era un hombre alegre, deportista, que disfrutaba de salir con sus amigos. Le gustaba el bricolaje y el aire libre

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Myriam López Díaz

31 añosCastellanoleonesa

Tenía una niña de 22 meses. Su pasión por ella era un “Amor sin límite”. Como la canción de José Luís Perales, aquella que hizo recitar el día de su boda. Myriam era sentimental, de lágrima fácil. Lloraba con los libros, en el cine o viendo una película. A ella y su marido Ángel les gustaba escaparse los fines de semana. Se desplazaban hasta Muñogrande, un pueblecito de Ávila donde residían sus padres. No había perdido aquella bonita costumbre de meterse en su cama. Cuando era pequeña su hermana y ella lo hacían habitualmente y de mayores no habían querido dejar de hacerlo.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Petrica Geneva

34 añosRumano

Rumanía fue el segundo país más afectado por los atentados del 11 de Marzo de 2004, después de España. Petrica era de Dracea, a 80 kilómetros aproximadamente de la capital de Rumanía, Bucarest. El 70% de la población de este pequeño pueblo emigró a España buscando un futuro mejor. Él trabajaba junto a su primo Ionut Popa en la construcción. Aquel día la furgoneta de su jefe, en la que solían viajar, se averió y ambos tuvieron que coger el tren en la estación de Coslada. Solían llamarlo Pedro, como se traduce su nombre al castellano. Le gustaba disfrutar con sus amigos y conocidos. De hecho, la noche anterior a los atentados estuvo viendo el fútbol junto a su novia, su hermano y algunos amigos.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Álvaro Carrión Franco

17 añosMadrileño

Solo le faltaban unos días para su mayoría de edad. Aquel día fue el primero en levantarse. Se dirigía al instituto, como cada mañana. El domingo iba a votar por primera vez. Su hermano Diego, de 24 años, era su referente. De hecho se había hecho un piercing como él y, ahora que iba a cumplir 18, pensaba hacerse otro. Le gustaba el fútbol. Era del Real Madrid y jugaba como delantero. Estaba hecho todo un goleador. Su lectura preferida era el periódico AS. Aunque vivían en Santa Eugenia, tenían una caravana en la sierra e iban allí los fines de semana.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Angélica González García

19 añosMadrileña

Nació el día de la lotería de Navidad del año 1984. Le pusieron el nombre de Angélica, porque parecía un ángel caído del cielo. Fue una gran alegría para su familia. Poco después, 11 meses más tarde, nació su hermano Abraham. Era amante de los animales. Solía dormir pegada a su gata Truchi. Angélica estudiaba Filología Inglesa en la Universidad Complutense de Madrid. Tenía previsto cerrar un curso de dos meses en la Universidad de Dublín. Pese a que aquel día había una huelga convocada en la Universidad, ella prefirió ir, como siempre. Tenía cosas que hacer.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

José María García sánchez

47 añosMadrileño

José María era fiel seguir del Atlético de Madrid. Le gustaba informarse y conocer todo aquello que acontecía sobre su equipo. Vivía en Fuenlabrada y trabajaba desde hacía 20 años dedicado a la reparación de ascensores para una empresa. Madrileño, de 47 años, estaba casado, y tenía dos hijos. Le gustaba el mar. Tanto es así que, de vez en cuando, realizaba alguna que otra escapada para mojarse los pies y hablar con los pescadores.

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Ana Isabel Ávila Jiménez

43 añosMadrileña

A Ana, de 43 años, le aterraba la violencia. Su marido la recuerda manifestándose por el asesinato de Miguel Ángel Blanco o protestando en contra de la guerra de Irak. Era maestra en una escuela infantil. Le gustaba leer, disfrutar con los niños e incluso se levantaba de madrugada para ver competir a Fernando Alonso, aunque era un poco dormilona. Se aprendía las canciones de Luis Miguel y luego las cantaba en los conciertos. Le encantaba el color malva. También le gustaba la cultura árabe. Había visitado Egipto hasta en tres ocasiones. Sus amigos destacan de ella su sinceridad, su forma de escuchar y la sensibilidad.

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Ángel Manzano Pérez

42 añosEcuatoriano

Tenía 42 años y era ecuatoriano. Llevaba 10 meses en España y trabajaba en una fábrica de muebles de madera. Llegó a Madrid junto a su hija mayor, Patricia, y dejó en su tierra a su mujer y sus otros tres hijos. Les enviaba dinero mensualmente. Había decidido regresar a Ecuador. Le gustaba pasear por el Parque del Retiro o la Casa de Campo los fines de semana. También disfrutaba del fútbol y era muy romántico de la música ecuatoriana. Cuando escuchaba la canción “Nuestro juramento”, himno a los ecuatorianos que residen en el extranjero, se le caían las lágrimas de los ojos.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Vicente Marín Chiva

37 años Madrileño

Vicente tenía 37 años. Se había casado dos años antes y trabajaba en una consultoría. Iba siempre con el traje impecable. Tenía un carácter simpático a juego con su rostro. Había vivido toda la vida en Carabanchel Bajo pero, al casarse, se mudó con su mujer a Vallecas. Empezaron a conocerse cuando él estaba en la mili y ella en el colegio. Se hicieron inseparables. Le apasionaba su Atlético de Madrid y la música de Joaquín Sabina. Al enterarse, el cantautor envió un ramo de flores a su esposa con la frase “como un valiente torero, al otro lado del telón de acero”.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑA Si quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Juan Miguel Gracia García

53 añosMadrileño

Se acababa de comprar un coche, pero no pudo estrenarlo. Auxiliar de obra, de 53 años, leía cada mañana el periódico ABC. Estaba casado y tenía un hijo. Le gustaba el chocolate y el marisco. Coger el tren no era su rutina habitual. Normalmente viajaba en coche desde Fuenlabrada hasta Barajas en un vehículo de la empresa. La noche anterior había dejado el coche en el trabajo y se había ido en metro al Bernabéu. Por ello, aquel día se despertó a las seis de la mañana para coger el tren y llegar al trabajo.

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Eduardo Sanz Pérez

31 añosSuizo con nacionalidad española

Aunque nació en Suiza, Eduardo era hijo de inmigrantes españoles. Tenía 31 años, estaba casado y era padre de un hijo. Además su mujer estaba embarazada de siete meses. Aunque nació fuera de España se crió con su abuela en Guadalajara. Actualmente vivía con su familia en Azuqueca de Henares. Trabajaba como cocinero en el Ejército y jugaba al fútbol sala.

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Cristina Aurelia García Martínez

34 añosMadrileña

Su nombre, Cristina Aurelia, recuerda a los grandes nombres del imperio romano. Pero no es casual que eligieran llamarla así, lo decidió su madre por una tradición familiar. Ella era la mayor de cuatro hermanos y había asumido un papel principal con los más pequeños, ya que sus padres trabajaban fuera. Marco Antonio, su hermano, reconoce que ella siempre estaba pendiente de ellos. Tenía 34 años y, dos semanas antes de los atentados, había comenzado a asistir a clases de aeróbic. Pero lo más importante para Cristina era su hijo, que iba a cumplir tres añitos en abril. Incluso había recurrido a su formación como psicóloga para darle una buena educación.

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Sergio Sánchez López

17 añosMadrileño

Vivía en Fuenlabrada y llevaba un mes trabajando en una obra. Era un chico que iba bien en los estudios, pero un día decidió abandonarlos y buscar trabajo. En aquel momento la sociedad no estaba acostumbrada a la automatización de la tecnología. Pero él ya soñaba con ello. Se imaginaba el baño de su casa como un lugar inteligente y en el que se encendiese la luz sin necesidad de pulsar un interruptor. Le gustaba inventar ingenios para hacer la vida más cómoda. Solía llevar una gorra y era un apasionado del hip-hop. Su mejor amigo, Iván, y él eran inseparables. De hecho, a menudo, les llamaban Zipi y Zape cuando frecuentaban su bar favorito.

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Juan Antonio Sánchez Quispe

45 añosPeruano

Poco a poco, con mucho esfuerzo y sacrificio, Juan Antonio iba logrando sus sueños. Natural de Perú, llevaba once años en España y estaba ya a punto de lograr la nacionalidad. Además, tras muchos años de ahorro, había podido comprar una vivienda en propiedad en el barrio madrileño de Vallecas. Vivía con su mujer y tenía dos hijos, de 16 y 14 años de edad. A sus 45 años, llegó un día a casa con un piercing en la oreja. Trabajaba en una empresa de limpieza. No le daban miedo las alturas y presumía de ser afortunado. De hecho, unas semanas antes había tenido 14 aciertos en una quiniela. A veces se hacía el dormido para que su mujer le diera un beso.

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María Teresa Tudanca Hernández

49 añosEspañola

Tenía 49 años. Vivía en Alcalá de Henares con su marido y su hijo, de 26 años. Cada mañana cogía el tren para llegar a la sucursal de banca en la que trabajaba. Durante el camino dedicaba el tiempo a leer literatura histórica. Era una mujer con muchos conocimientos, pero que nunca presumía de ello. Podía hablar casi de cualquier cosa. Algunas veces en su trabajo decía bromeando que, si las cosas vinieran mal, ella sería viticultora.

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Paula Mihaela Sfeatcu

27 añosRumana

Tenía 27 años y llevaba menos de un año residiendo en España. Había decidido venir a este país con su novio buscando nuevas oportunidades laborales. Vivía en el barrio madrileño de Entrevías y trabajaba como empleada del hogar en varios domicilios. Llegada de la ciudad de Alexandria, Paula Mihaela vivía rodeada de plantas. Le encantaban. Y, de hecho, tenía muchas variedades distintas. Este gusto estaba compartido con los muñecos de peluche, especialmente con los monos y un gran ratón de color gris que le había regalado su novio. También le gustaban mucho los niños, pero creía que debían esperar a estar casados para tenerlos. Quería regresar a Rumanía y contraer matrimonio allí.

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Alexandru Horatiu Suciu

18 añosRumano

De nacionalidad rumana, tenía 18 años y había llegado a España seis meses antes. Tras haber terminado sus estudios de formación profesional en su país, había decidido buscar mejores oportunidades laborales fuera de allí, siguiendo los pasos de su madre y su hermano. A pesar del poco tiempo que llevaba en España, había logrado un trabajo como cerrajero, pero no quería quedarse aquí para siempre. Natural de Blaj, un pueblo de las montañas de Transilvania, pensaba regresar y abrir allí un taller mecánico. Su pasión eran los coches, pero también le gustaba la música. Podía escuchar muchos géneros y estilos diferentes.

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María Dolores Fuentes Fernández

29 añosMadrileña

María Dolores tenía 29 años y, aunque vivía aún con sus padres en Móstoles, estaba amueblando un piso para vivir con su novio Óscar. Trabajaba como administrativa, pero anteriormente había estado cuidando a ancianos y enfermos de sida. Su familia procedía de tierras manchegas. Precisamente en Castellar de Santiago, en la provincia de Ciudad Real, tienen un pabellón que lleva su nombre.

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Rodrigo Cabrero Pérez

20 añosMadrileño

A sus 20 años estudiaba Informática y obtenía buenas calificaciones. De hecho, con solo tres años ya sabía leer. Con diez, Rodrigo ya se leía El hobbit, de Tolkien. Tenía una relación con Macarena. Ella tenía tres gatos y él tenía alergia. Por eso decía que quería operarse para poderse ir a vivir con ella. Era un chico alegre. Tenía el pelo moreno y utilizaba gafas. En su mochila aquel día llevaba El código da Vinci.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Cipriano Castillo Muñoz

55 añosCastellanomanchego

Cipriano tenía 55 años y aprovechaba todos los días para leer durante el trayecto entre San Fernando de Henares y Chamartín. Quería aprovechar y recuperar su tiempo perdido con los libros, ya que no aprendió hasta los 13 años a leer. Estaba casado y era padre de dos hijos. Trabajaba como planificador de obras. Nunca llegó a su destino. En su trabajo era como una hormiguita trabajando, pero que no le gustaba llamar la atención. Fernando era una persona discreta, honesta. Sus coches todos fueron sencillos y de color blanco. Antes de llegar a la capital había sido pastor en su pueblo, Villamayor de Calatrava, en Ciudad Real. Su mujer se refería a él como “papito” y afirmaba que no podían vivir el uno sin el otro. Para Cipriano descansar era como cambiar de actividad.

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Neil Hebe Astocondor Masgo

34 añosPeruano

Tenía dos hijos en Perú. Y quería contribuir a que su situación fuera buena. Por ello, Neil había hecho prácticamente de todo. Estuvo vendiendo piezas para coches y recorrió Alemania con un grupo de música. Le gustaba viajar. Sus estudios de contable eran poco fructíferos en Perú y decidió probar mejor suerte en España, donde trabaja en una empresa de mudanzas desde hacía pocos meses. Su mujer estaba empleada como asistenta en Atocha. Tenía 34 años y le gustaba la música. Era un cantante frustrado. Pero también le gustaba la cocina. De España la tortilla de patata estaba entre sus platos preferidos; precisamente se había propuesto salirse de la cocina peruana y cocinar algunos de ellos en casa. Le acababan de otorgar la tarjeta de residencia y de homologar el permiso de conducir. Quería comprarse un coche y traerse a sus hijos.

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Guillermina Diana Acero Ushiña

26 añosEcuatoriana con nacionalidad española

Diana era ecuatoriana y tenía 26 años. Trabajaba como empleada del hogar. Ya vivían en España tres de sus hermanos y una sobrina. Quería traerse a su madre con ella para estar a su lado. Sentía nostalgia al estar en otro país en el que no terminaba de encajar del todo. Era amable y sencilla. Quería volver pronto a su país.

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José Raul Gallego Triguero

39 añosMadrileño

Desde joven llevaba barba y tenía calva. Esto había conducido a que en el grupo de amigos le llamaran “el abuelo”, en tono irónico. Era una persona introvertida, tranquila y muy meticulosa. Trabajaba en una empresa de tarimas y parqués. Por su forma de ser siempre le encargaban los trabajos más especiales. A sus 39 años estaba soltero y se dedicaba a su trabajo en Telecinco. Era madrileño y había vivido siempre en Getafe.

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Enrique García González

28 añosDominicano con nacionalidad española

A sus 28 años, Enrique, natural de la República Dominicana, tenía tres hijos. El mayor tenía seis, el pequeño dos y el del medio cuatro añitos. Llevaba residiendo en España 12 años, aunque conservaba muchas de las costumbres y las raíces de su tierra. Tenía casa propia desde hacía seis. Se consideraba español y, de hecho, ya tenía la nacionalidad. De piel morena y pelo negro como el carbón. Alegre de carácter. Trabajaba instalando sistemas de aire acondicionado.

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Abel García Alfageme

27 añosMadrileño

Abel tenía 27 años y trabajaba como mecánico de ascensores. Vivía desde hacía dos con su novia en Parla. A pesar de su trabajo como reparador de ascensores, le gustaba el teatro. A principios de abril iba a estrenar la obra “La Primera Piedra”, junto a su compañía. Se trata de una adaptación de “El Gran Teatro del Mundo”, de Calderón de la Barca, que iban a interpretar en la sala Jaime Salom, de Parla. El joven tenía muchas facetas diferentes. Le gustaba la filosofía; incluso se colaba en las clases de la Universidad Autónoma de Madrid para escuchar las lecciones. También era aficionado de la astrología y en su entorno lo conocían como la estrella alfa.

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Osama El Amrati

23 añosMarroquí

Marroquí, de 23 años, trabajaba como obrero en la construcción. Tenía algunos tíos y primos en España, pero sus padres permanecían en Tánger. Él llego cuatro años antes y fue, precisamente, su tío quien le ayudó a venir y a adaptarse al país. Quería tener tres hijos, comprarse un BMW o una casa, entre otros proyectos. Llevaba dos pendientes de oro en la oreja. A Beatriz le encantaban. La joven estaba deseando marcharse a vivir con él.

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Miguel Ángel Badajoz Cano

34 añosMadrileño

Miguel Ángel era un joven sonriente de 34 años; moreno de pelo, pero blanco de piel, que contrastaba con sus labios rojos. Eso le hacía resaltar aún más su sonrisa. Probablemente fue eso lo que enamoró a Mari Carmen, cuando ambos coincidieron en la misma oficina en Barajas. Estaba casado desde hacía dos años y trabajaba como supervisor en la oficina de una empresa de alquiler de coches en Chamartín. Le encantaba leer el periódico y estar informado de todo lo que acontecía. Podía pasarse horas mirándolo. Tenía mucho don de gentes y siempre se preocupaba por los suyos. De hecho estaba pendiente de su madre en todo momento desde que enviudó.

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José María Carrillero Baeza

39 añosMadrileño

Siempre puntual. En su portería, amable con los vecinos y cariñoso con los niños. Ojos verdosos y mirada serena. Siempre estaba dispuesto a echar una mano en todo lo que podía. Desde arreglar una aspiradora hasta subir el cierre del salón de belleza de la esquina. Su mujer y él tuvieron un largo noviazgo de 13 años y llevaban tres años casados, aunque aún no habían tenido hijos. A José María le encantaban los niños. Acababa de tener un sobrino y estaba como loco por él. Con su otro sobrino, más mayor, solía ir a pescar. Devolvían los peces vivos al agua.

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Francisco Javier Casas Torresano

28 añosMadrileño

Tenía 28 años. Le gustaba la música de Bumbury y de las pinceladas de los cuadros de Dalí. Eran dos de sus grandes pasiones. De hecho, comenzó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios. Más tarde optó por dedicarse a la informática. Residía todavía con sus padres en el domicilio familiar de Getafe, pero sus planes de futuro pasaban por irse a vivir con su novia a un piso que se había comprado en Pinto. Le iban a entregar próximamente las llaves.

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Miguel De Luna Ocaña

36 añosMadrileño

Miguel siempre había sido de ciencias puras. Por ello estudió Topografía. Tenía 36 años. Era un hombre sensato, discreto y paciente. Su afición por los animales le llevaba a cuidarlos y ayudar a los que se encontraba abandonados. En casa de sus padres tenían dos gatos, uno de ellos rescatado por él. Asimismo había acogido a un perro abandonado y enfermo, al que Miguel cuidó hasta que la veterinaria encontró un hogar para él. Tenía todos los discos de Frank Sinatra. Le gustaba hacer senderismo o montar en bicicleta. También era un aficionado de los relojes.

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Alberto Arenas Barroso

24 añosMadrileño

Estudiaba un título propio de Gestión Aeronáutica en la Universidad Autónoma de Madrid. Los aviones eran su sueño desde que era un niño. Incluso se había operado de la vista para evitar que cualquier obstáculo truncara sus sueños. A sus 24 años, casi tocaba el cielo con las manos. Se acababa de colegiar como piloto y estaba realizando sus prácticas en una compañía. Tanto esfuerzo empezaba a ver su recompensa. La universidad colocó una placa en recuerdo de aquel piloto al que el terrorismo no le dejó volar.

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Rex Ferrer Raymado

20 añosFilipino

Rex era de Filipinas, tenía 20 años y trabajaba como camarero. Pero mantenía otras aficiones, como la de formar parte del coro de la parroquia. Todo parecía ir bien, pero un pequeño detalle marcó su vida para siempre. El joven olvidó aquel día la mochila en la iglesia. “Maldita cabeza”, debió de pensar. Así que con la actitud de alguien responsable decidió madrugar para ir a recogerla a primera hora. Además de su trabajo como camarero, Rex se estaba formando para ser carpintero. Le gustaba ir a patinar o a la bolera. Ahora ya no podrá hacer nada de eso. Sus restos descansan en Filipinas.

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Pedro Hermida Martín

51 añosCastellanomanchego

Pedro residía en Madrid desde los seis años. Anteriormente había estado en Toledo, donde nació y de donde procede su familia. Cuando tenía 17 años Cupido le hizo encontrar al amor de su vida, María Antonia, con la que se casó y tuvo tres hijos. A sus 51 años vivía entregado a su trabajo en Caixa Cataluña. También estaba siempre muy pendiente de sus hijos, de 27, 22 y 17 años.

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Mariana Negru

40 añosRumana

Tenía 40 años y era natural de Transilvania, Rumanía. Llevaba cuatro años en España. Trabajaba en el servicio doméstico y admiraba enormemente el mar. Había estado en Benidorm, Mazarrón o Marbella. No hacía muchos días que había celebrado su cumpleaños. Cambiaba de década y quisieron dejar inmortalizado el momento. Aquella cinta ya es parte del recuerdo. Vivían en una casa sencilla, un bajo en Torrejón. Se acababan de comprar un coche de segunda mano con mucho esfuerzo. Llevaba casada desde los 18 años. Entre sus objetos personales se encontró su alianza de boda.

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Marta Del Río Menéndez

40 añosMadrileña

Marta cogía el tren todos los días laborables en la estación de Santa Eugenia para ir a su trabajo como administrativa en el Instituto de Comercio Exterior. Tenía 40 años y era madre de dos hijos: una niña de once años y un niño de seis, fruto de un matrimonio que se había acabado. Pero el amor había vuelto a su vida de la mano de un compañero de trabajo, Francisco Quesada, que muchos días la acompañaba en el trayecto, como su hermana Nuria y otra compañera de ésta, María Dolores Durán.

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Carlos Alberto García Presa

24 añosMadrileño

Con tan sólo 24 años, Carlos tenía su vida profesional encarrilada. Hacía casi un año había conseguido sacarse una oposición en el Instituto de Comercio Exterior sin más méritos que los resultados de los exámenes. A su familia no le sorprendió, porque siempre había sido un estudiante brillante, desde el colegio hasta la universidad, donde se licenció en Administración y Dirección de Empresas. Tímido y meticuloso, con memoria enciclopédica, era un chico de costumbres. Los tebeos de Mortadelo y Filemón con los que aprendió a leer, eran su regalo favorito de niño.

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Michael Michell Rodríguez

27 añosCubano

Michael soñaba con regresar pronto a La Habana, donde tenía una casa en el barrio de Marianao que arreglaba con el dinero que conseguía ahorrar en su trabajo en la construcción. Este cubano de 27 años, residente en el madrileño barrio de Vallecas, era un joven alegre y luchador, y estaba muy unido a su familia, a pesar de tenerles lejos: sus padres en Cuba y su hermana en Estados Unidos. Le encantaba el cine, El señor de los anillos, las artes marciales del actor Jet Li, la playa, la PlayStation y la música cubana, de Benny Moré a Orishas. Andaba siempre con sus auriculares. Dos días antes del atentado había ido a un concierto y pensaba asistir a otro el jueves. Porque Michael era de los que decía que sólo había una vida y había que disfrutarla.

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Susana Ballesteros Ibarra

42 añosMadrileña

Susana estaba casada con el chico que conoció con 15 años, un verano en El Espinar, en Segovia. Ella sintió el flechazo entonces, pero a Juan le costó un poco más darse cuenta de que ella era la mujer de su vida, y tardaron ocho años en empezar a salir. Luego se casaron y llegaron Sofía y Javier, que ya tenían 11 y 6 años, respectivamente. Esas edades les permitían poder salir más por Madrid, algo que Susana echaba de menos. Tenía 42 años y era interventora de banco, el trabajo hacia el que se dirigía en el tren que los terroristas hicieron explotar. Siempre estuvo muy unida a su hermana gemela Melania, con la que se entendía con sólo una mirada, sin necesidad de palabras. Pero esa complicidad no estaba reñida con una personalidad propia. De hecho, desde muy pequeña no quería que la vistieran igual que a su hermana. Ella era inconfundible, era única.

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Miryam Pedraza Rivero

25 añosMadrileña

Nació en Madrid, siempre iluminaba todo con sus ojos azules y su alegría, estaba casada y le encantaban los niños, de hecho en sus planes ya estaba cambiarse de casa y tener hijos. Era luchadora, emprendedora y tenía muy claro como quería que fuera su vida, pero todo quedo truncado el aquel tren que estallo enfrente de la calle Tellez. Era muy familiar y siempre estaba haciendo planes para todos. Detallista, presumida y coqueta, trabajaba en Guzmán el Bueno en una Gestoría y cogía el tren en la estación de la Asamblea. Además era gran aficionada a la fórmula 1 y pensaba ir a ver a Fernando Alonso a Inglaterra, pero esa carrera se la perdería, y toda su vida, en aquel último viaje.

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Tinka Dimitrova Paunova

31 añosBúlgara

Tinka había dejado Bulgaria hacía tres años para venir a España en busca de trabajo. Lo encontró como niñera, cuidando de un niño al que trataba como si fuera suyo. Eso paliaba en parte la ausencia de su hija biológica, a la que había dejado en Banya, su ciudad natal, con su marido. No podía ir al verles porque se encontraba en España en situación irregular. Al menos tenía aquí a su hermano y a su cuñada, con los que vivía en Alcalá de Henares. Su sueño era conseguir traer a su familia y vivir juntos en España.

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Javier Mengíbar Jiménez

43 añosMadrileño

Javier había nacido en Lima, la capital peruana, hacía 43 años, en el seno de una familia española. Volvió siendo sólo un bebé a España, donde se crió en un ambiente cosmopolita y culto. Estudió Psicología, y fue entonces cuando conoció a su mujer, con la que tenía dos hijas, Irene y Sara, de cinco y dos años. Después se hizo profesor. Trabajó en un instituto de Alcalá de Henares, y ahora lo hacía en el departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Educación. Su amor a la pedagogía se unían a su pasión por la política y la bicicleta, sus dos grandes aficiones. Militante del PSOE, llevaba años ejerciendo como interventor en las citas electorales. Para salir con la bici, tenía un grupo que solía hacer sus rutas por las riberas del Henares.

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Segundo Víctor Moposita

37 añosEcuatoriano

Segundo estaba cerca de ampliar la familia cuando dejó Ecuador. Ya tenía dos hijos con María Lucila, su esposa, a la que dejó allí junto a ellos para venirse a España y poder enviarles dinero. Ella no estaba conforme con que emigrara, pero lo aceptó. Hablaban todos los días: Segundo la llamaba para preguntarle cómo iban las cosas y contarle cómo se apañaba con su trabajo de solador o lo de su mudanza reciente a un piso de Vicálvaro que compartía con otros cinco compatriotas, todos oriundos de Quisapincha. De carácter tranquilo, le gustaba pasear y el fútbol. El Barcelona era su equipo.

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Tibor Budi

37 añosRumano

Tibor y su mujer, Simona, acababan de comprarse una casa en Rumanía, de donde procedían. Su idea era ahorrar un poco más y volverse a vivir allí. Tibor echaba mucho de menos la nieve de la estación invernal de Brasov, su localidad natal. España era el segundo país al que emigraba, antes había estado en Italia. Trabajaba como albañil, su profesión de toda la vida. Era un marido muy detallista y romántico, y un buen hijo. Cada mes enviaba a su padre una caja de dulces con algo de dinero.

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Beatriz Díaz Hernández

30 añosMadrileña

Beatriz había sido madre con apenas 20 años, la edad a la que empezó a trabajar en el hotel Centro Norte del barrio de Chamartín como camarera de piso. Tras 10 años, acababa de ascender a gobernanta. Con lo que había ahorrado, hace un año había logrado dar la entrada para una casa, en Vallecas. Tener vivienda propia era una de sus ilusiones, como poder irse de vacaciones ese verano a Cádiz. Antes, la comunión de su hijo, para la que ya tenía todo preparado. Gran aficionada del Real Madrid, la familia recibió un telegrama de pésame del presidente Florentino Pérez tras el fallecimiento de Beatriz en los atentados.

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Carmen Mónica Martínez Rodríguez

30 añosMadrileña

Para Mónica, su pequeña Verónica, de cuatro años, era lo mejor que le había pasado en la vida. Vivía por y para ella. Trabajaba en la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid como administrativa. A punto de cumplir los 31 años, iba a subirse a un avión por primera vez para ir de vacaciones a Canarias. No podría ser, ni tampoco ver crecer a su hija. Le encantaba ir de compras con su hermana. Aunque luego no comprasen nada.

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José Gallardo Olmo

33 añosCatalán

José era militar de vocación. Lo había descubierto haciendo la mili, y lo tenía claro. Por eso ingresó en 1994 como militar de tropa, donde había alcanzado el empleo de cabo primero, y ahora se preparaba para opositar a sargento y ser militar de carrera. Una de las cosas que más le gustaban de esa dedicación es la posibilidad que le ofrecía de ayudar a los demás. Ya lo había probado en Turquía, donde fue tras el terremoto, y le hubiera gustado ir a Irak. Hijo de un matrimonio andaluz que emigró a Cataluña, llegó a San Feliú de Llobregat aún en el vientre de su madre. Tenía 33 años y planes de formar una familia junto a su mujer, María Guadalupe.

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María Paz Criado Pleiter

52 añosMadrileña

María Paz había vivido su niñez y adolescencia en Francia, y había regresado a España con 20 años. Al poco tiempo, había entrado a trabajar en la fábrica de neumáticos Michelín de Tres Cantos y conocido a Andrés, su esposo. Con él había tenido una hija, Eva, que contaba 22 años el día de los atentados. De joven le había encantado viajar pero, a sus 52 años, cada vez valoraba más la tranquilidad de su hogar y empezaba a anhelar la jubilación. Los domingos, su marido solía llevarle el desayuno a la cama y, en ocasiones, la bandeja iba decorada con una rosa recién cortada de alguno de los jardines de su barrio, Santa Eugenia. En casa, Andrés era el que solía cocinar, pero cuando María Paz se decidía a hacer alguna de las recetas francesas que conocía, todos se chupaban los dedos.

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Beatriz García Fernández

27 añosMadrileña

Beatriz llevaba sólo un año casada con Daniel y, para celebrar su primer aniversario, tenían preparado un viaje a Granada. Ya habían comprado los billetes de AVE, y a ella le hacía mucha ilusión porque iba a ser la primera vez que montaba en un tren de alta velocidad. Pero antes, iban a reunir a la familia para recordar el día en que se conocieron después de un examen, un 12 de marzo de hacía 10 años. Beatriz tenía 27 años y trabajaba para una empresa de Telefónica. Acaba de comprarse una casa con Daniel en San Fernando de Henares con piscina y espacio para una mesa de pin pon, un deporte que se le daba bastante bien. También era aficionada a salir de compras y a pasear, sola o con su perro, Trufa. Por él veían en la tele los Lunnis, porque le encantaban los muñecos.

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Ana María Martín Fernández

43 añosMadrileña

Ana María tenía proyectos. Acababa de colegiarse como psicóloga e iba a montar su propio gabinete. Ese era su sueño desde que empezó a estudiar la carrera, que compaginó con su trabajo como secretaria en el departamento jurídico de la Asociación de la Prensa de Madrid y con su vida familiar. Pero Ana estaba acostumbrada a tirar del carro. Era pequeña de estatura, pero muy grande. Cuidaba de su madre, viuda y delicada de salud, se ocupaba de las gestiones, el papeleo y, desde hacía cuatro años, también era madre.

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Sara Encinas Soriano

26 añosMadrileña

Sara compaginaba sus estudios de Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid con un trabajo como teleoperadora en una empresa en Alcobendas. Vivía en Vicálvaro con sus padres, su hermana y su abuela paterna, pero su ilusión era poder irse a vivir con su novio desde hacía seis años, Óscar, cuando les diesen la casa. En teoría eso ocurriría en 2007, siempre y cuando no pasara como con la anterior cooperativa a la que se habían apuntado, que desapareció con el dinero. A pesar de esos reveses, Sara, de 26 años, era todo alegría. Aunque lo pasó muy mal cuando murió su abuelo, en enero. Por eso no se había presentado a los exámenes de febrero, pero en junio quería sacar las cuatro asignaturas que le quedaban para terminar la carrera.

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Georgeta Gabriella Dima

35 añosRumana

Hacía casi dos años que Georgeta no veía a su hijo Adrián. Le había tenido que dejar en Rumanía con sus familiares cuando decidió emigrar a España, porque su padre no quería saber nada del niño. A ellos les enviaba todo el dinero que sacaba de su empleo como limpiadora en casas particulares, para que pudiera tener una buena vida. Aunque su sueño era poder traérselo a España con ella, algo complicado por el momento porque se encontraba aquí en situación irregular. Por suerte, cuando llegó, pudo contar con la hospitalidad de una pareja de su ciudad natal, Ramnicu Valcea, que vivía en Coslada, y que la acogieron hasta que pudo pagarse una habitación. Entre los objetos personales que hallaron allí tras su muerte, se encontró un sobre con 2.500 euros. Eran para Adrián.

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María Soledad Contreras Sánchez

51 añosCastellanomanchega

Nacida en Puebla de Almenara (Cuenca) hacía 51 años, María Soledad llevaba 28 trabajando en la empresa Siemens. Era secretaria del director general de Recursos Humanos y jefa de personal. Allí trabajaba también su marido, con el que tenía planes de ir a la playa en la próxima Semana Santa. Aún no habían decidido el destino, pero sería junto al mar. Todos los que la conocieron decían de ella que era alegre y cariñosa.

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José María López-Menchero Moraga

44 añosCastellanomanchego

Nacido en Daimiel (Ciudad Real) hacía 44 años, José María era un hombre de familia. Se había subido en Alcalá de Henares, donde llevaba viviendo 17 años, camino del Destacamento de Cría Caballar en donde podía disfrutar de su pasión por los caballos. También era aficionado a la informática. Su comida favorita era la paella, especialmente la de su mujer. En la televisión, veía documentales de naturaleza o partidos del Real Madrid, su equipo.

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Óscar Abril Alegre

19 añosMadrileño

Aquel día no había clase, porque los profesores de la Universidad Complutense habían convocado una jornada de huelga, pero Óscar quería ir a estudiar a la biblioteca. Los estudios eran una de las cosas más importantes en su vida junto a los amigos y, desde hacía nueves meses, también su novia, Jana. Lo normal en un chico de 19 años. Cursaba INEF, porque el deporte era una de sus pasiones y quería dedicarse a ello profesionalmente, como su padre, profesor de Educación Física. Para pasar el rato, el mus, el risk o el parchís en el local que tenían alquilado los amigos en la plaza Mayor de Coslada, de donde era.

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Alois Martinas

27 añosRumano

Alois iba a casarse con su novia Rodica. Cogieron el mismo tren junto a un amigo, Tibor Budi, con el que estaba trabajando como albañil en una reforma en Leganés. Rodica se bajó en Vicálvaro y ellos continuaron trayecto. Alois, a pesar de tener tan sólo 27 años, era el mayor de una pandilla de jóvenes que emigraron de la localidad de Sebaoane, en Rumania. Antes de mudarse con su novia, vivía con seis de ellos, todos amigos desde la infancia. Con ellos le gustaba ir a jugar al fútbol y las cervezas de después. Y también, ir a bailar con Rodica.

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José Luis Tenesaca Betancourt

17 añosEcuatoriano

José Luis soñaba con trabajar en el mundo del cine, como guionista o director. A sus 17 años y a punto de terminar sus estudios escolares, quería ir a Ifema aquella mañana para visitar la feria de educación que se celebraba allí aquellos días e informarse sobre centros de formación. Tenía decenas de DVD y revistas especializadas que revelaban su pasión por el séptimo arte y por su actor favorito, Arnold Schwarzenegger. De hecho, pensaba ahorrar para ir a California y conocer a su ídolo.

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Carlos Soto Arranz

34 añosCastellanoleonés

La vida de Carlos no había sido fácil. Huérfano de padre y madre desde los 14 años, había tenido que luchar por salir adelante. Se hizo soldador. Había cumplido su sueño de tener su propia familia junto a Eva, a la que conoció en un chat por Internet. Por ella dejó su Valladolid natal y se mudó a San Sebastián de los Reyes. Eva tenía ya dos hijos de una relación anterior, pero eso no fue un obstáculo para Carlos. De hecho, los trataba como un padre. La culminación del amor de Carlos y Eva fue Laura, que nació en octubre de 2003, dos años después de iniciar su relación.

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Marion Cintia Subervielle

30 añosFrancesa

Vino a estudiar y se quedó por amor. Sería una forma muy breve de resumir la razón por la que Marion Cintia, francesa de 30 años, se encontraba viviendo en España. Había llegado en 1996 para estudiar en la Universidad de Alcalá de Henares, donde conoció al que luego se convertiría en su marido, José Luis. Desde hacía 10 meses, eran padres de la pequeña Inés. La maternidad le había colmado de felicidad. A sus compañeros de la Biblioteca Nacional, donde trabajaba como recepcionista, les había enseñado en fotos cómo estaba la niña con un disfraz de Minnie. Su primer carnaval. El único que viviría con su madre, que solía hablarle en francés para que aprendiese el idioma. También habían estado en Pardies, un pueblo cercano a Pau, para que los abuelos maternos vieran a su nieta.

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Juan Pablo Morís Crespo

32 añosMadrileño

Juan Pablo, a sus 32 años, estaba a punto de licenciarse como ingeniero de Caminos, una carrera que le iba si se tiene en cuenta que era un apasionado de la obra civil. De las presas, especialmente. Con un compañero de carrera, José, se recorrió media España de pantano en pantano. A la vez que estudiaba, trabajaba como traductor técnico en una empresa en Madrid. Por fin, un trabajo decente en el que además podía combinar su interés por el inglés –vivió en Estados Unidos—, con la ingeniería. Sus amigos le recuerdan como un tipo brillante, cultivado y lleno de inquietudes. También había planeado correr la San Silvestre vallecana de ese año. Vivía con sus padres y sus dos hermanos en el barrio Juan de Austria, de Alcalá.

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Antonio Marín Mora

43 añosMadrileño

Antonio tenía 43 años y llevaba trabajando desde muy joven en Telefónica. Siempre fue muy buen estudiante, por lo que había sido capaz de cursar la ingeniería de Telecomunicaciones a la vez que trabajaba. Ya sólo le quedaba el proyecto de fin de carrera para poder regalarle a su madre el título universitario. Vivía con ella en una casita baja de Entrevías, aunque se había comprado un piso propio en Leganés, que estaba terminando de amueblar. También tenía una perra pastor, Susi, a la que le encantaba sacar a pasear. Gran aficionado a la lectura, en su cuarto guardaba ediciones de algunos clásicos como El Quijote. Y su ídolo era el actor Bruce Lee. Nunca se cansaba de ver sus películas.

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Danuta Teresa Szpila

28 añosPolaca

Danuta había nacido hacía 28 años en Grodzisko Dolne, un pueblo polaco del que se había marchado cinco años atrás para buscar una vida mejor en España. Aquí había encontrado trabajo cuidando a dos niños de ocho y seis años en casa de una familia donde la apreciaban. Completaba su sueldo limpiando casas por horas por las tardes en Alcalá de Henares, donde residía. Allí conoció a su novio Krysztof, con quien tenía planes de boda. Le gustaba la costura –era modista–, salir, bailar, leer novelas románticas y cocinar recetas de su tierra. Desde que convenció a su hermano Andrej para venir a España, se sentía más acompañada.

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Yaroslav Zokhnyuk

48 añosUcraniano

Yaroslav había servido como militar y policía en su país, Ucrania, pero la pensión que recibía no le bastaba para mantener a su familia. Así que, animado por su amigo y compañero Nikolái, había decidido venir a España para poder reunir algo de dinero y volver junto a los suyos, que le esperaban en su casa de Lviv, capital de Ucrania occidental. Era un manitas que igual arreglaba un televisor que un coche, y así consiguió ir encadenando un trabajo con otro hasta el último: un taller de reparación de electrodomésticos en Torrejón de la Calzada. Para llegar allí tenía que hacer transbordo en Atocha desde Azuqueca de Henares, donde vivía, como su amigo Nikolái.

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Miriam Melguizo Martínez

28 añosMadrileña

La obsesión de Miriam desde que se había convertido en madre, hacía nueve meses, era poder pasar más tiempo con su pequeña Lucía. Por eso había hablado con sus jefes de Iberdrola, donde trabajaba en el departamento financiero, para intentar flexibilizar su horario, entrar más temprano y así tener más tiempo por la tarde para su hija. A sus 28 años, vivía en Coslada con su marido, David, al que había conocido durante sus vacaciones de infancia en un pueblo de Guadalajara doce años atrás. Hacía dos habían dado el paso y se habían casado. Ahora ella se estaba sacando el carné de conducir, porque quería comprarse un coche pequeño para poder llevar a Lucía al zoo o al parque de atracciones.

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Federico Miguel Sierra Serón

37 añosAragonés

Federico, el comandante Sierra, cogía cada mañana el tren para ir desde Alcalá de Henares, donde vivía con su mujer y su hijo de tres años, al centro de Madrid a trabajar, ya que estaba destinado en el Mando de Personal del Ejército. Había seguido los pasos de su padre al hacerse militar, y su profesión le había llevado a participar en misiones internacionales como la del Kurdistán o la de Yugoslavia.

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Alicia Cano Martínez

63 añosMurciana

Alicia no había tenido una vida fácil. Se quedó viuda con 37 años y cuatro hijos a su cargo. Pero los había sacado adelante, trabajando como asistenta. Uno ya se había casado, pero los otros tres seguían en casa, en el piso de Entrevías en el que se habían criado. Una de las cosas que más le gustaba era cocinar para ellos, verles comer. Eran muy fans de sus croquetas. También les dejaba los zumos hechos antes de salir de casa cada mañana. Cuando era niña, en su Cieza natal, jugaba a hacerse tacones con trozos de alquitrán de la carretera. Una señal de que era coqueta. Ahora era su hija la que le arreglaba las uñas. Juntas habían planeado ir ese fin de semana a Ventas de Peñaguilera, en Toledo, el pueblo de su difunto Ignacio porque para Alicia era importante que cada uno conociera sus orígenes.

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Rafael Serrano López

66 añosAndaluz

La pérdida de su mujer, Otilia, fue un golpe muy duro para Rafael. La había conocido en un pueblo de Córdoba, cuando ambos eran jóvenes. Él trabajaba entonces en el campo pero, después de hacer la mili en el Sáhara y casarse, la familia decidió emigrar a Madrid. Luego vinieron las niñas –Otilia y Cristina–, y el pequeño Rafael. En 1997 se quedó viudo. Otilia no pudo superar una grave enfermedad. Se marchó dejando un gran vacío, pero Rafael demostró una gran entereza. Siguió cuidando de sus hijos y ayudando en casa, como había hecho siempre. Y sin esperarlo ya, pasados los 60, llegó de nuevo el amor: Encarna. Llevaban tres años de una relación que le había devuelto la felicidad. Aunque no vivían juntos, tenía por costumbre ir a visitarla los miércoles a Torrejón, y volvían juntos a Madrid los jueves, en el tren.

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María Pilar Cabrejas Burillo

37 añosMadrileña

Pilar había vuelto al trabajo el 1 de marzo, después de una baja médica un tanto larga derivada de un agravamiento de la enfermedad intestinal crónica que padecía. Aunque los médicos le habían recomendado que la alargara otros quince días, ella había pedido el alta. Su trabajo en Telefónica, donde llevaba ya 15 años, le gustaba y quería reincorporarse. Vivía en Alcalá de Henares con su novio Jesús, su “gordito”, desde los 26 años, y ahora tenía 37. Allí residían también sus padres, de los que cuidaba con entrega, ya que su padre estaba enfermo y su madre llevaba una mala racha de fracturas de huesos, aunque procedían de un pueblo de Cuenca, del que habían emigrado cuando ella era pequeña. Pilar estaba escribiendo una novela y era una gran aficionada a jugar al mus. De hecho, su perro se llamaba así: Mus.

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Luis Andrés Martín Pacheco

54 añosMadrileño

Para Luis Andrés, la vida perdió sentido cuando su mujer, María Teresa, falleció tras una larga enfermedad. Ella le había acompañado prácticamente toda la vida, desde los 12 años, y ya no la concebía sin ella. Pero su hija Maite le daba fuerzas y se había convertido en su razón para seguir adelante. Luis Andrés llevaba 30 años en la misma empresa, como pintor de brocha gorda. Su jefe le consideraba un diez como empleado y como persona. Le gustaba disfrutar de las cosas sencillas de la vida, era alegre, cariñoso, tranquilo, le encantaba pasear por el campo e ir de pesca, y se podía hablar con él de cualquier cosa. Un currante y un hombre de familia, que transmitió a su hija los valores de la responsabilidad, el esfuerzo y ser positivo.

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María Pilar Gámiz Torres

40 añosEspañola

Pilar Gámiz Torres tenía 40 años y trabajaba como administrativa para una delegación de Siemens en España. Su familia, procedente de Cambil, población jienense, se trasladó a Madrid en la década de los sesenta, aunque nunca rompió vínculos con su tierra. De hecho, siempre por vacaciones visitaba el pueblo de su familia para ver y disfrutar de sus tíos y primos, y participar de las celebraciones locales. Así iba a ser la Semana Santa de 2004, cuando tenía previsto volver al pueblo de sus padres y de toda su familia.

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Félix González Gago

52 añosCastellanoleonés

El 11 de marzo era una fecha importante en casa de Félix, suboficial del Ejército del Aire nacido hacía 52 años en Guaza de Campos (Palencia). Era el cumpleaños de su hijo menor, Mariano, que hacía nueve años. Tanto él como su hermano Marcos, de once, habían nacido en Chile, en la época en que fue auxiliar del agregado de Defensa en la embajada española allí. Una época maravillosa para su matrimonio. Su vida al servicio de España también le había llevado a formar parte del primer contingente español de cascos azules en Namibia. Ahora estaba destinado en el Cuartel General del Aire.

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Julia Frutos Rosique

44 añosMadrileña

Hacía muy poco que Julia había conseguido un trabajo como cuidadora de ancianos a domicilio. Aunque nunca antes había trabajado en ese campo, estaba encantada, porque a ella le gustaba mucho hablar, y a los ancianos la conversación. Algunos años atrás había estado en un vivero, porque su padre era jardinero, y se había hecho toda un experta en plantas. Aunque era de Madrid, vivía en Salamanca con su marido pero, por motivos laborales de éste, habían tenido que trasladarse a la capital una temporada. Buscaron piso en Torrejón de Ardoz y por eso ella cogía el tren, aunque no le gustaba. Aficionada a los Rolling y a los Beatles, adoraba viajar y pintar, y a los animales. Siempre tuvo perros y gatos.

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Nicoleta Diac

26 añosRumana

Si algo volvía loca a Nicoleta era un balón. Le encantaba jugar al fútbol, en el parque, con los chicos. Había dejado Rumanía cuatro años atrás, con sólo 23. Allí no lo había tenido fácil: su familia la rechazó cuando decidió renunciar a la fe católica para hacerse adventista. En España compartía piso con unas amigas en Coslada. Había encontrado trabajo como empleada de hogar. Aquella mañana se dirigía allí más temprano que de costumbre, porque la señora se había puesto de parto. A Nicoleta le hacía mucha ilusión que hubiese un bebé en la casa. Pero no llegaría a conocerle. Tampoco a hacer realidad su sueño de montar una pizzería.

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Álvaro De Miguel Jiménez

26 añosMadrileño

Álvaro vivía con sus padres y sus dos hermanos en el barrio de Santa Eugenia. Tenía 26 años y trabajaba de administrativo en Fomento de Construcciones y Contratas. Gran aficionado al fútbol, era árbitro y socio del Atlético de Madrid. También le gustaba el billar americano, y el mus. Algo tímido de pequeño, había superado esa faceta y ahora sus amigos se repartían por cuatro provincias: Madrid; Cuenca –donde estaba el pueblo de su madre–; Ávila –donde vivió unos años con su familia–, y Alicante –veraneaba en Guardamar–. Iba a pasar el puente de San José con algunos de ellos en una casa rural.

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María De Las nieves García García-Moniño

46 añosMadrileña

Nieves tenían una pasión desde joven: el baile. Iba a clases para practicar y en los últimos tiempos había conseguido que su marido la acompañara, a pesar de que lo suyo era el fútbol. Era una afición que compaginaba bien con su carácter alegre y extrovertido, de sobra conocido por los clientes habituales de la cafetería del teatro Marquina, donde trabajaba. También le gustaban la lectura y el Real Madrid, el equipo de sus amores. Tenía 46 años y dos hijos: Sara, de 22 años, y César, de 16.

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María Pilar Pérez Mateo

28 añosMadrileña

Hacía poco más de un mes desde que Pilar había firmado su contrato como interina en el servicio de información telefónica de la Agencia Tributaria. Su objetivo era sacarse la plaza fija y por eso, dedicaba las tardes a estudiar. El tiempo que le quedaba libre, la persona con la que más le gustaba pasarlo era su sobrino Jorge, de dos años, el hijo de su hermana Concepción. Fue precisamente una foto que llevaba en su cartera del pequeño lo que ayudó a su identificación. Su otro hermano era Jorge, con el que vivía en Coslada, en la casa familiar, junto a su madre. Su padre había muerto cuando ella tenía 14 años. Ahora tenía 26. Aficionada al bricolaje y a los rompecabezas, era de las que no le gustaba dejar las cosas a medias. Una persona constante.

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Elena Ples

33 añosRumana

El sueño de Elena era rehabilitar y ampliar la cabaña que su familia tenía en el monte Cioclovina, en los Cárpatos de Rumanía. Por eso emigró a España con su marido, Ionel, que quería ahorrar lo suficiente para montar una cristalería. Elena había encontrado trabajo como empleada de hogar en una casa de Majadahonda, en la que, además de ganarse la vida, se había ganado el cariño de sus propietarios. Con su ayuda iba ampliando cada vez más su vocabulario de español. Procedía de una familia numerosa, de ocho hermanos, a los que tenía repartidos entre España, Alemania e Irlanda. Todos la consideraban una mujer fuerte. En Rumanía, con 17 años, empuñaba la hoz sin problemas para cortar la hierba. Después, su primer trabajo fue como mecánica en una fundición. Acababa de cumplir 33 años.

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Juan Carlos Del Amo Aguado

28 añosMadrileño

Juan Carlos era el orgullo de su familia por su carrera académica. Se licenció en Química en la Universidad Complutense, donde ahora trabajaba como investigador, y se doctoró con sobresaliente cum laude. Su hermana Inés, de 20 años, también iba a la universidad, pero a la Autónoma, y aquel 11 de marzo no fueron a coger el tren juntos a la estación de Coslada porque había huelga en la de ella. Eso libró a su ojito derecho de compartir el trágico destino que le esperaba aquella mañana. Con 28 años, Juan Carlos disfrutaba comiendo cordero en Pedraza en los cumpleaños familiares, le chiflaba la cerveza alemana y hacer colecciones. De lo que fuera: latas, botellines, piedras, scalextrics, revistas de ciencia, discos y libros, de historia, filosofía y ciencia.

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Javier Guerrero Cabrera

25 añosMadrileño

Javier estaba a punto de terminar la carrera de Informática de Gestión en la Universidad Politécnica de Madrid. Tenía 25 años, era un chico alto, apuesto, muy deportista, abierto, divertido y carismático. Un alumno de los que dejan huella, recuerdan sus compañeros de la facultad. A la vez que estudiaba, había encontrado trabajo como programador de sistemas en una empresa que daba servicio en el Palacio Real de Madrid.

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José Miguel Valderrama López

25 añosMadrileño

José Miguel estaba a punto de mudarse con su novia, Rocío, a la casa que se habían comprado en Alcalá de Henares. Estaban esperando a que abrieran la estación de La Garena, que les pillaba cerca del piso. Para celebrarlo, había buscado un viaje a Lanzarote para el puente de mayo. De profesión economista y con 25 años, trabajaba en el departamento de Inmuebles de Caja Madrid. Pero en él destacaba su faceta solidaria y comprometida: había sido voluntario en el desastre del Prestige, para recoger chapapote, y dedicaba parte de sus ingresos a proyectos en los que creía. Muy querido entre sus compañeros, destacaba como un chico alegre y cañero. Cada día tomaba el cercanías de las 7:30 en Coslada, donde vivía con su familia, y allí solía encontrarse con su vecina de despacho, Laura.

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Ismael Nogales Guerrero

31 añosMadileño

Sólo hacía cuatro meses que Ismael se había convertido en papá, con 31 años. Se hicieron novios cuando él tenía 19 años, tras conocerse en una conocida discoteca de Madrid, y nueve años después se casaron. Vivían en Vallecas. Le gustaba la copla. También tenía una curiosa afición: transformar en cómic todos los acontecimientos familiares y las reuniones con amigos. Era una persona creativa y le gustaba inventar cócteles.

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María Luisa Polo Remartínez

50 añosAragonesa

María Luisa había sido ama de casa desde que se casó. Antes había trabajado un tiempo en su localidad natal, Ateca, en Zaragoza, en una empresa textil, junto a su hermana melliza, a la que siempre había estado muy unida. Pero lo dejó cuando contrajo matrimonio y se mudó a la capital. Ahora su única hija, Soraya, se había hecho mayor y ella decidió apuntarse al paro. En agosto la llamaron para el guardarropa de la Biblioteca Nacional y estuvo hasta Navidades. Unos meses después, volvieron a contar con ella y llevaba apenas 15 días trabajando cuando ocurrieron los atentados. Estaba contenta, porque el trabajo la distraía, la hacía sentirse útil y le servía para hacer nuevas amistades.

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John Jairo Ramírez Bedoya

27 añosColombiano

Jairo, 27 años, quería ahorrar para volver a su país e invertir en la floristería de su madre. A él le hubiese gustado que ella viniera a España, pero no había conseguido convencerla. Al menos sí tenía aquí a María, su mujer, que estaba embarazada. Vivían en Torrejón de Ardoz y ahora él trabajaba en una empresa de limpieza. Antes pasó por una granja de cerdos en Turégano, un pueblo de Segovia, donde vivió junto a algunos compatriotas de su ciudad natal, Pereira. Jairo seguía manteniendo el contacto con ellos, entre los que tenía fama de generoso, alegre y futbolero.

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María Soledad Rodríguez de la Torre

42 añosMadrileña

Marisol y su marido tenían una ilusión para cuando se jubilaran: irse a vivir a Bali. Comprarían una casita en el norte de la isla y pasarían allí el resto de sus vidas. Juntos habían recorrido medio mundo en sus 20 años de casados, haciendo fotos de sus viajes. Tenían un hijo de 13 años, Ángel. A sus 42, era jefa de proyectos en la empresa Informática y Comunicaciones Avanzadas, donde llevaba 17 años de carrera. Apasionada de la cultura, especialmente de las antiguas como la egipcia, estaba aprendiendo a descifrar jeroglíficos. Su marido, Rafael, afirma que Marisol era humilde, honesta, metódica y organizada. También, que estaba totalmente en contra de la violencia y que sólo creía en la vida.

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Miguel Ángel Orgaz Orgaz

34 añosMadrileño

Miguel Ángel estaba a punto de irse a vivir con su novia de toda la vida. Salían desde hacía 16 años y, a sus 34 años, iba a dar el paso. Tenían el piso ya casi listo. Dejaría en ese momento la casa que había compartido con su madre y sus hermanos en el municipio de Valdilecha, en el sureste de Madrid, donde ahora una calle lleva su nombre. Trabajaba como mecánico en una fábrica ubicada en la localidad de Tres Cantos, a donde llegaba cada mañana en el cercanías.

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Sergio De Las heras Correa

28 añosMadrileño

Sergio planeaba casarse en unos meses. Su padre le había prometido que le ayudaría con la entrada de un piso cuando encontrara alguno que le gustara, y eso acababa de ocurrir. Estaba en Guadalajara, la ciudad de donde eran sus padres y donde solía pasar los fines de semana desde que era niño, aunque se había criado en Alcalá de Henares. Era un chico reservado y discreto, que había estudiado Ingeniería Técnica Aeronaútica y trabajaba en Airbus. Le gustaban las bicicletas de montaña, irse a esquiar, jugar al tenis y leer en el trayecto del tren, cuando optaba por el cercanías en lugar del coche para ir a la empresa. Le faltaban menos de 20 días para cumplir 29 años, pero no viviría para ver llegar el día de su cumpleaños.

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Gloria Inés Bedoya

41 añosColombiana

Gloria, 41 años, llevaba un mes contratada en un restaurante de Villaverde Alto como cocinera. Había llegado a España dos años y medio atrás, con su marido y una hermana, desde Colombia. Allí se quedaron sus dos hijos. Su ilusión era poder ofrecerles un futuro mejor y volver a reunir a la familia. Eso era lo que movía a esta mujer trabajadora y alegre. Residía en Torrejón de Ardoz, por eso cogía el tren para llegar hasta Atocha y allí cambiar de línea. El mismo trayecto que hizo aquel 11 de marzo y que le impediría poder felicitar a su hijo menor por su 15 cumpleaños.

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María Fernández Del Amo

25 añosCastellanomanchega

María quería irse de Erasmus a París. Por eso, en aquellos días previos al atentado, andaba liada pidiendo cartas de recomendación a sus profesores de la facultad de Ingeniería Industrial. Francia le encantaba. De hecho, el último viaje que había hecho con su novio Julián había sido a Orleans. Con él tenía planes de comprarse un piso de protección oficial. De momento, vivía con sus padres y sus dos hermanos en Azuqueca de Henares. Sus amigas de la facultad la recuerdan como una chica muy alegre, siempre con la sonrisa puesta. Aquel 11 de marzo le hizo dejar a medias la lectura de El código Da Vinci, le impidió ver nuevos capítulos de Shin Chan, una de sus series favoritas, ir a comer tortitas con nata con una amiga y asistir a la fiesta por el patrón de la facultad.

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Juan Carlos Sanz Morales

33 añosMadrileño

Juan Carlos, 33 años, estaba a menos de tres meses de estrenarse como padre. Alberto crecía dentro del vientre de Rosana, la mujer que le había robado el corazón hacía cuatro años en una visita a Asturias. Formalizaron la relación sólo unos meses después, con declaración por el móvil incluida, y se casaron. Ahora acababan de estrenar un piso en Vicálvaro, cerca de la estación de tren y de la casa de los padres de Juan Carlos, en el que ya podía imaginarse a su pequeño correteando por el jardín. De profesión informático, llevaba siete años trabajando en la multinacional española Asertia, donde tenía una excelente consideración tanto entre sus clientes como por parte de su jefe. Un empleado de los difíciles de reemplazar. Pero para quien será insustituible será para el hijo que no le permitieron llegar a conocer.

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María Del Carmen lominchar Alonso

34 añosCastellanomanchega

María del Carmen estaba embarazada de tres meses. Iba a tener un hijo con José Antonio, su pareja desde hacía más de 13 años y con el que se había casado hacía un año y medio. Ambos eran del mismo pueblo de Toledo, Corral de Almaguer. Programadora informática, en el trabajo acababan de ascenderla. Y pronto les iban a entregar el piso que habían comprado en Carabanchel y donde criarían a Bruno o a Alba. Aún no sabían si sería niño o niña, pero ya habían elegido los posibles nombres. La vida le sonreía. Le gustaba la pintura, la fotografía, hacer footing y nadar. Su marido, policía local de Madrid, tenía el turno de tarde, así que ella se despedía de él por las mañanas con un beso y luego le llamaba a las 9. Pero aquel 11 de marzo esa llamada nunca llegó.

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María Teresa Jaro Narillos

32 añosMadrileña

Andrea era lo que Maite más quería en el mundo. Su pequeña acababa de cumplir tres añitos y, para poder pasar más tiempo con ella, trabajaba sólo media jornada. Lo hacía en atención telefónica al cliente en el grupo Logista. Solía llamar a casa para poder hablar con ella antes de que la llevaran a la guardería. Pero esas llamadas terminaron, como la oportunidad de ver crecer a su hija, en el tren que estalló en la estación de El Pozo. La familia que había formado junto a Pepe, su marido, residía en Coslada. Por eso Maite se desplazaba en tren hasta Chamartín para coger luego el autobús hasta el trabajo. Él la recuerda como una mujer de armas tomar, enérgica, alegre, independiente, reivindicativa y estudiosa. Ella tenía un lugar preferido en el mundo: la playa de Lanzada, en Pontevedra. Allí descansan sus cenizas.

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Óscar Gómez Gudiña

24 añosMadrileño

Óscar era el alma de su grupo de amigos. Su carácter alegre, divertido y su buen humor eran contagiosos. Era difícil que le dijeran que no cuando decidía llevárselos a pasar el fin de semana a algún sitio que quisiera conocer, aunque fuese para dormir en una tienda de campaña. Y es que viajar era una de las pasiones de este joven de 24 años al que la muerte pilló por sorpresa en la estación de El Pozo cuando se dirigía a Azuqueca de Henares a trabajar a una empresa de venta de cafés. Otra era la velocidad. Le encantaban los coches y las motos. Iba a ver rallies y tenía pensado acudir a Jerez en mayo para el Campeonato del Mundo de motociclismo. También le gustaba el fútbol, y el Real Madrid era su equipo. Ya tenía las entradas para ir a ver la final de la Copa del Rey al estadio. Pero en su lugar fue su hermano pequeño, David, con una pancarta en su honor.

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Javier Garrote Plaza

26 añosMadrileño

Javier acababa de recibir una gran noticia en su trabajo: iban a hacerle fijo. Había estudiado Económicas y se había licenciado hacía tres años. Ser fijo suponía un impulso a sus planes de casarse con su novia, con la que se había mudado al barrio de Santa Eugenia. A sus 26 años, Javier era una persona inquieta, dinámica, amante del deporte y de viajar. Conocer lugares en los que nunca había estado y nuevas culturas se había convertido en su gran afición. Hacía muy poco que había regresado de un periplo por Turquía y ya tenía elegido su próximo destino: Francia, a donde se iba a hacer una escapada que llevaba tiempo planeando con su novia y sus amigos. Pero al final no pudo ir.

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Héctor Manuel Figueroa Bravo

33 añosChileno

Héctor, 33 años, había llegado a España seis meses atrás junto a su mujer, su hijo de siete años, y su suegro, y se habían instalado en el barrio de Vallecas. Venían de Chile, donde había quedado parte de la familia, y el sueño de Héctor era poder trabajar lo suficiente como para traerlos a todos. La construcción era su sector, y aquí había conseguido algunos trabajos. El último, como maestro enyesador en una obra cerca de Recoletos. Hacia allí se dirigía la mañana de los atentados cuando entró en la estación de El Pozo. Quería llegar temprano y ponerse manos a la obra, porque su idea era trabajar duro para dar una mejor vida a los suyos. Para ello, anhelaba conseguir regularizar su situación. Y al final lo logró, pero el precio fue su vida.

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Jesús Utrilla Escribano

44 añosMadrileño

Jesús, 44 años, era un viajero incansable. Junto a su mujer, María del Mar, había visitado países como Tailandia, Méjico, Cuba, Argentina o los Países Nórdicos. Sin embargo, desde hacía seis años tenía otra pasión aún más fuerte: su hijo Víctor. En cuanto llegaba por la tarde de su trabajo como operador gráfico en la empresa IMES, se ponía a jugar con él. Y cuando llegaba la hora de irse a la cama, le contaba cuentos hasta que se quedaba dormido. Era como un niño grande, que se apuntaba a disfrazarse en la fiesta del colegio del pequeño y estaba siempre dispuesto a bromear. La tarde del 11 de marzo, Víctor estuvo esperando a su padre. No sabía entonces que éste ya nunca llegaría para volver a jugar con él.

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María Alina Bryk

34 añosPolaca

Hacía diez años, Alina, o Ala para los amigos, había tomado la difícil decisión de separarse de sus hijas para venir a España a trabajar con su marido. En Polonia, las dos niñas se habían quedado al cuidado de su abuela, pero Ala iba a visitarlas todos los veranos. En su corazón, descontaba los días que le quedaban para volver a reunirse con ellas, porque el plan era ahorrar lo suficiente para comprarse una casa allí en la que viviría toda la familia, unida de nuevo. A pesar de estar lejos de ellas, Ala era una persona que destilaba alegría, ganas de vivir y amor. También era una mujer coqueta, a la que le encantaba arreglarse. Todas las familias de las casas donde trabajaba por horas como empleada de hogar le tenían mucho cariño por lo valiente, educada y buena que era. Ellos se sumaron a la pena de sus familiares y amigos por su pérdida.

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Ambrosio Rogado Escribano

56 añosCastellanoleonés

Ambrosio era de esos románticos casi desaparecidos hoy que leían el periódico en el tren. Normalmente, su elección era el diario Marca, ya que era un gran aficionado al fútbol, y forofo del Real Madrid. A sus 56 años, llevaba 14 trabajando en la misma empresa: la aseguradora RGA. Aunque, en realidad, había estudiado Maestría Industrial en la especialidad de fresador. Precisamente fueron los estudios el primer motivo para dejar su pueblo natal, El Campo de Peñaranda, en Salamanca, a donde ya no volvería. Luego emigraría a la capital para trabajar, y en Madrid se casó y nacieron sus dos hijos: Ruth y Rubén. En su familia tenía fama de persona buena, alegre y comprometida con causas como los derechos de los trabajadores, y de bromista. Pero aquel 11 de marzo ni Ambrosio hubiera estado para bromas.

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Inmaculada Castillo Sevillano

39 añosEspañola

Una reunión a primera hora por su trabajo en la Confederación de Viudas de Madrid fue lo que hizo que Inmaculada tomara el tren en Alcalá antes de lo habitual aquel 11 de marzo. Había empezado a trabajar allí después de perder a su marido y su empleo en poco tiempo. Al primero, en un accidente de tráfico. Lo segundo, por una quiebra. No fueron momentos fáciles para Inmaculada, pero supo reponerse. No podía permitirse abandonarse con dos hijos de ocho y cinco años a los que sacar adelante. Pero además de poder mantenerlos, Inmaculada tenía ganas de seguir aprendiendo. Por eso se interesó por formarse y así ascendió a contable. Ahora no se quería quedar ahí, sino que pretendía ampliar conocimientos en el ámbito de los recursos humanos. Porque, a sus 39 años, aún tenía muchas cosas que quería aprender.

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Gonzalo Barajas Díaz

32 añosAndaluz

Gonzalo se había casado hacía poco, y residía con su mujer en Coslada, en un piso de reciente construcción al que se habían mudado. Antes de trasladarse a Madrid para trabajar como técnico en la Tesorería General del Estado, había estado por motivos laborales en Sevilla una temporada. Tenía 32 años y sus conocidos le recuerdan como un hombre extrovertido, amable y amante del deporte.

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Andriyan Asenov

22 añosBúlgaro

Andriyan estaba ultimando los preparativos de boda con su novia, Kalina Dimitrova, con la que iba a contraer matrimonio el 15 de mayo. Tenía 22 años y llevaba cuatro viviendo en España, a donde había emigrado desde su Bulgaria natal. No pensaba en volver, porque consideraba que en España había una mejor calidad de vida. Sus hermanas, a las que había ayudado en la compra de sus casas, seguían viviendo allí, aunque se habían traslado a España para echarles una mano con la ceremonia. Andriyan trabajaba como albañil y solía coger el autobús para ir a la obra, pero aquel día optó por el cercanías, acompañado por Kalina. Se subieron juntos al tren en la estación de Torrejón, y juntos, en la de El Pozo, perdieron la vida. Sus trajes de boda, ya comprados, les vistieron en su última ceremonia, muy diferente a la que habían imaginado.

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Anca Valeria Bodea

26 añosRumana

Llevaba apenas dos meses en España, pero los había disfrutado intensamente. Anca había llegado desde Transilvania, en Rumanía, y se había alojado con tres compatriotas que eran hermanos. Ellos vivían en Guadalajara pero, por motivos laborales, tuvieron que trasladarse una temporada a San Sebastián. Anca les acompañó y así pudo conocer una de las ciudades más bonitas de España y pasear por la famosa playa de La Concha. Allí surgió el amor con uno de los hermanos, Eugene, y se hicieron novios. De vuelta del norte, Anca había encontrado trabajo como niñera en casa de una familia de Majadahonda. Aunque, en realidad, ella había estudiado Filología francesa e inglesa, y tenía experiencia como secretaria. Sus padres y su hermana Ioana la enterraron en Oradea, el 22 de marzo, el día en que hubiera cumplido 27 años.

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Laura Isabel Laforga Bajón

28 añosCastellanoleonesa

Laura, 28 años, siempre había querido ser maestra, por eso estudió Magisterio en Valladolid, y luego Psicopedagogía en Salamanca. Encontró trabajo en una guardería de Coslada y después cambió a un colegio de Vallecas donde daba clases de español a inmigrantes adolescentes. Estaba muy ilusionada con ello. Era una enamorada de su profesión y muy cariñosa con los alumnos. Para llegar al colegio, cogía el tren en San Fernando de Henares, donde compartía piso con dos amigas. Pero iba a cambiarse de casa en breve, así que ya no haría ese trayecto. Por desgracia, iba a ser después del 11 de marzo.

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Livia Bogdan

27 añosRumana

Livia era muy feliz en España. Aunque había sido la última de la familia en emigrar, después de sus padres y sus dos hermanos, era la que mejor se había adaptado. Disfrutaba como es propio en una joven de 27 años, viviendo el día a día y sin pensar en el mañana. Le gustaba salir y entrar, conocer gente, arreglarse, darse algún capricho, comprar regalos y pasar tiempo con su sobrina Madelina, de seis años. Trabajaba como niñera en una casa cercana al estadio Santiago Bernabéu. Por eso cogía el tren en Coslada, donde residía la familia, y se bajaba en Nuevos Ministerios. En su localidad natal de Rimnicu Sarat, al noreste de Bucarest, había trabajado en un taller de confección. Pero no lo echaba de menos. Aquí había encontrado su lugar en el mundo.

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Florencio Aguado Rojano

60 añosCastellanomanchego

Florencio y su mujer tenían pensado irse a vivir a la casa de la playa que habían comprado en Alicante cuando se jubilasen, porque le encantaba el mar. Con 60 años, no parecía tan lejano. Alicatador de profesión, había trabajado durante un año los ratos libres en la casa de su hijo Vicen, que se casaba en agosto, para dejársela a punto. También solían llamarle los vecinos del barrio de San Fernando de Henares donde vivía cuando tenían que hacer alguna chapuza en casa. Su gran profesionalidad y su carácter jovial le convertían en la mejor opción. La gran debilidad de Florencio se llamaba David y tenía tres años. Era su nieto, el hijo de su otro hijo, Loren. Una de sus mayores ilusiones era verlo crecer. Pero quedó hecha pedazos en el cercanías que, aquel 11 de marzo, excepcionalmente, había cogido para ir a trabajar, porque normalmente prefería el coche.

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Berta María Gutiérrez García

29 añosCastellanoleonesa

Berta tenía una hija de seis años, Sara, y estaba a punto de cumplir once de casada con su marido, Jesús, al que había conocido en la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid, donde trabajaba como funcionaria. Su hermana María José también intentaba sacarse la oposición, y encontraba en Berta uno de sus principales apoyos. Cuando María José consiguiera aprobar, habían planeado ir juntas a sacarse el carné de conducir. Así podría llevar el coche hasta Villanueva de Gómez, su pueblo natal, al que le gustaba escaparse en verano y en fiestas. Aficionada a la lectura, Isabel Allende y García Márquez eran dos de sus autores favoritos. Alguna de sus obras solía acompañarla en sus viajes en tren desde la estación de El Pozo al centro. Su pequeña Sara tardaría en comprender que su madre ya no estaría para el cuento de la noche.

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Carlos Tortosa García

31 añosMadrileño

Carlos se dirigía aquella fatídica mañana a coger el AVE a Puertollano. Era su día a día desde que había entrado a trabajar a Repsol, una buena empresa para un licenciado en Químicas como él. Era cerca de una hora de trayecto a la que había que sumar el recorrido desde San Fernando de Henares hasta Atocha porque, a sus 31 años, seguía residiendo en el domicilio familiar con sus padres y sus cuatro hermanos. En casa estaban encantados con ello, porque era un buen hijo y un hermano mayor protector, que intentaba disfrutar también cada momento que tenía libre en compañía de su pareja. El futuro hubiera dicho si no se lo hubieran arrancado en aquel tren.

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Alejandra Iglesias López

28 añosMadrileña

El 12 de marzo, Alejandra y su novio tenían una cita importante: iban a firmar los papeles para la compra de una casa. Ese proyecto hacía que últimamente se hubiera vuelto más ahorradora. Aunque a Sandra, como la llamaban sus amigos, siempre le había gustado salir, ir a bailar y de compras. También pasarse los domingos en casa viendo películas, sobre todo, de cine español. En ese apretarse el cinturón había una excepción: sus sobrinos, por los que sentía debilidad y a los que no dudaba en conceder algún capricho. De hecho, había prometido a Andrés que para su cumple le regalaría un perrito. Tenía 28 años y trabajaba como administrativa en una empresa de construcción. Vivía con sus padres en Torrejón de Ardoz, donde cogió el tren aquel fatídico día.

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Mohamed Itaiben

27 añosMarroquí

Mohamed, 27 años, hablaba árabe, francés y español. Había estudiado Lengua y Literatura en la universidad de Fez pero, desde que llegó a España, procedente de Marruecos, sólo había conseguido trabajos en la construcción. De eso hacía ya tres años. Le consolaba un poco el poder enseñar árabe a los hijos de sus compatriotas en la mezquita de Azuqueca de Henares, donde residía con dos de sus hermanos y su cuñada. Aunque en total eran 14 hermanos, uno de ellos enfermo. Para su tratamiento iba parte del dinero que enviaba a su familia, residente en Alhucemas, su ciudad natal y también donde residía su novia. Mohamed pensaba en casarse y tener hijos. Era muy creyente y, a pesar de madrugar, no perdonaba el rezo de la mañana. Luego cogía el tren para ir a trabajar. Aquel 11 de marzo iba de camino a una obra en la Gran Vía.

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Teresa González Grande

36 añosMadrileña

Aquel 11 de marzo, Maite tenía cita con el médico, pero la había anulado la noche anterior porque el supervisor de la empresa de limpieza para la que trabajaba le había ofrecido ir a un chalé en la calle Ramón y Cajal la mañana siguiente. Por eso Goyo, su pareja desde hacía cinco años, dejó la casa que habían comprado juntos antes que ella. La compra de esa vivienda, en el madrileño barrio de Vallecas, era una de las ilusiones de la pareja, que planeaba casarse a finales de año. Aunque el pago de las letras también era motivo de preocupación. Por suerte, Maite llevaba una buena racha en la que cada vez le salían más horas para limpiar casas por las tardes. De esa forma completaba el sueldo que recibía por realizar tareas de limpieza en la universidad Complutense. Goyo, al enterarse del atentado, llamó al teléfono de Maite… pero le respondió un policía.

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José María García Sánchez

47 añosMadrileño

José María, 47 años, llevaba 20 años trabajando en tareas de mantenimiento para una empresa de ascensores. En ese tiempo se había casado con Matilde y habían nacido sus dos hijos: Luis y Daniel, que tenían 7 y 16 años, respectivamente. El mayor practicaba judo y ya era cinturón negro. Su padre creía que tenía buenas cualidades y le animaba a competir. La familia llevaba unos años viviendo en Fuenlabrada, a donde se mudaron en busca de más espacio. Antes residían en Madrid capital, y José María, madrileño de pura cepa y seguidor del Atleti, lo echaba de menos. Era de carácter abierto y campechano, echado para adelante, y con una tendencia instintiva a ayudar. El día de los atentados, su familia le imaginó echando una mano hasta que, 9 días después, tuvieron la confirmación de que se hallaba entre las víctimas.

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Balbina Sánchez-Dehesa Francés

47 añosCastellanomanchega

Balbina, 47 años, era una mujer de familia. La que había formado junto a su marido, con el que llevaba 22 años de matrimonio, era su prioridad en la vida. Sus hijos Sara y José Carlos, de 19 y 16 años respectivamente, lo más importante para ella. También su madre, a la que visitaba siempre que podía en su pueblo, Orgaz, en Toledo. Y estaba muy unida a su hermana pequeña, Conchi. Pero además de ser madre y esposa, Balbina era una profesional con muchos años de experiencia como delineante. Llevaba más de 30 como empleada de Vicasa, situada en Azuqueca de Henares. Para dirigirse allí cogía el tren cada mañana. Aficionada al campo y a la naturaleza, le encantaba escaparse a la casa que tenían en la sierra y respirar aire puro.

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Pablo Izquierdo Asanza

42 añosCastellanomanchego

Pablo tenía 42 años y era un apasionado de los trenes. Trabajaba como operador de maquinaria de vía en la unidad de negocio de Mantenimiento e infraestructura de Renfe. Pasaba mucho tiempo con ellos, incluso noches enteras cuando estaba fuera de Madrid. También había sido nombrado delegado del sindicato ferroviario; allí luchaba por defender los derechos de los trabajadores. Lo hacía a capa y espada. Aunque natural de Castilla-La Mancha, vivía en el madrileño barrio de Vallecas y era fiel seguidor del Rayo. Estaba soltero y residía con su madre. Sus aficiones pasaban por ir de excursión y hacer fotografías. El 11 de marzo, Pablo iba a trabajar, pero las explosiones terminaron con su vida. Allí, en lo que más le apasionaba. Fue su último tren.

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Elias González Roque

30 añosMadrileño

Elías era blanco de piel y llevaba gafas para ver. Eso no ocultaba su carácter alegre y su humor. Tenía 30 años y trabajaba como responsable de contrato de administración en una empresa. Pero, sin duda, una de las cosas de las que más disfrutaba era del hogar. Vivía en Coslada, y le encantaba estar en casa y hacer planes en torno a su vivienda. Ejemplo de ello es la invitación que hacía cada semana para que sus amigos fuesen a comer o a ver los partidos de su Atlético de Madrid. Se acababa de comprar un televisor nuevo para disfrutarlo con ellos. Nunca faltaba en aquellas citas la presencia de Lorenzo y Javi, que eran, además, sus compañeros de trabajo. Eran inseparables. Los tres hacía apuestas sobre quién sería el primero de ellos en ser padre. Todos apuntaban a que sería Elías. La complicidad con su mujer, Ana, era muy grande. Eran dos mitades que se habían encontrado, hasta que el 11 de marzo se llevó a una de ellas.

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Kalina Dimitrova Vasileva

30 añosBúlgara

Kalina era de Bulgaria y trabajaba como empleada en un hotel. Quedaban poco más de dos meses para su boda. Ya lo tenían preparado todo; los trajes, los invitados, el banquete pagado e, incluso, habían apalabrado un piso, donde iban a vivir. Kalina no había tenido una vida fácil. Un trágico accidente en Bulgaria había provocado el fallecimiento de su marido y su hermano, tan solo un mes después de casarse. Ahora había querido rehacer su vida junto a Andriyan, también búlgaro, y de 22 años. Ellos no solían viajar juntos en Cercanías, pero aquel día decidieron coger el tren para ir a firmar unos papeles. Las explosiones terminaron con sus vidas. Atrás quedaron los planes de boda. Su familia les puso los trajes que se habían comprado en su funeral. Ambos descansan juntos, con las vestimentas de marido y mujer, en el cementerio de Torrejón.

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Begoña Martín Baeza

25 añosMadrileña

Begoña tenía 25 años y se había casado solo nueve meses antes del 11 de marzo de 2004. Ahora se había planteado tener su primer hijo. Aunque vivía en Alovera, Guadalajara, viajaba a diario hasta la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, donde trabajaba como administrativa. Allí había residido toda la vida y, aprovechaba para comer con su padre cada día. Era alegre y organizada. Imponía reglas en su hogar y le gustaba cumplirlas a rajatabla. Si su marido no las acataba, no dudaba en reñirlo. Tenía un carácter que, algunas veces, contrastaba con la dulzura de su cara. Solía pasar temporadas en Béjar, en Salamanca, el pueblo de su padre. Su nombre quedó marcado para siempre en el municipio. Allí tiene una plaza dedicada. También lo que quedó de su eterna juventud fue a parar a aquel lugar, donde ella quería estar.

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Sergio Dos Santos Silva

28 añosBrasileño

El largo viaje que había emprendido seis meses antes para llegar a España no lo fue tanto como el que hizo aquel 11 de marzo de 2004. Cuando voló a Madrid lo hacía con la ilusión puesta en un continente nuevo, en buscar posibilidades laborales. Con esa intención, el brasileño cogió el primer avión de su vida. Quería dar mejores oportunidades a su mujer y a su hijo de cuatro años. Buscaba ofrecerles tener su casa propia en su país y vivir allí con su familia. Todos los domingos, al volver de la iglesia, les llamaba. El anterior a los atentados, Sergio se puso en contacto con ellos en dos ocasiones; les prometió que volvería muy pronto y que llevaría un camión de juguete para su hijo. El 17 de marzo un avión devolvía el cuerpo sin vida del joven de 28 años que quería dar un mejor futuro a su mujer y su hijo y que falleció en el intento.

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Domnino Simón González

45 añosCastellanoleonés

Tenía 45 años y trabajaba como empleado de Mutua Madrileña Automovilística. Viajar en tren no entraba dentro de sus planes diaros. A Domnino y su mujer, María Cristina López Ramos, les gustaba hacer el trayecto al trabajo en su vehículo particular. Pero aquel 11 de marzo algo cambió. Su coche se averió y ambos tuvieron que coger el tren en la estación de Santa Eugenia. Se subieron juntos al Cercanías en dirección a Atocha, pero, al llegar a la estación de El Pozo, las explosiones terminaron con sus vidas. Murieron juntos, en un camino que no era el suyo. Sus hijos, de once y cuatro años, se quedaron sin sus padres aquel día. El terrorismo se los llevó para siempre en aquel tren que no estaba previsto en sus vidas.

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Laura Ramos Lozano

37 añosHondureña

Morena y con una gran sonrisa que hacía brillar sus dientes blancos. Natural de Honduras, Laura, a sus 37 años, ya tenía seis hijos. Eran lo más importante de sus vidas. Estaba casada y trabajaba como dependienta y limpiadora en España, donde llevaba una década. Este país fue el punto de encuentro con su marido, cuando decidió venirse. Ambos buscaban un futuro mejor para su familia. Y aquí, con ellos, residían cuatro de sus seis hijos. Laura cogía todos los días el tren para dirigirse hasta el trabajo. Su marido, en cambio, utilizaba habitualmente el coche para llegar al suyo. Aquel día, en cambio, ambos iban juntos, sin saber que serían sus últimos instantes. Su hogar, el 11 de marzo, quedó triste, desolado. Sus seis hijos se quedaron huérfanos. El tren se llevó una parte muy importante de sus vidas.

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María Ivanova Staykova

38 añosBúlgara

María, natural de Bulgaria, falleció el 11 de marzo de 2004 mientras se dirigía al trabajo. Por las mañanas estaba empleada como asistenta del hogar y por las tardes en un locutorio. La noche anterior a los atentados, la joven, de 38 años, se había reunido con sus amigas para celebrar el Día de la Mujer Trabajadora. Aunque había sido el 8 de marzo, ellas decidieron posponerlo. Motivos tenía para celebrarlo, dado el gran esfuerzo que hacía cada día para mantener su situación laboral. Con ese propósito había venido a España. Nadie sabía el tren que había cogido aquella mañana. Su cuerpo tardó cuatro días en ser identificado. No tenía familia en España, aunque frecuentemente mencionaba a sus sobrinos. Se sentía muy orgullosa de ellos. Una semana más tarde, su cuerpo sin vida llegaba a la ciudad búlgara de Karlovo. Allí lloraban la muerte de esta joven que fue a buscar nuevas oportunidades y perdió la vida en el intento.

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Roberto Pellicari Lopezosa

31 añosMadrileño

Tenía 31 años e iba a celebrar muy pronto su primer aniversario de casado con su mujer, Sonia Parrondo. No hacía mucho que vivían en el madrileño barrio de Santa Eugenia y trabajaba en una empresa de mensajería. Roberto, licenciado en Psicología, llevaba un pendiente en la oreja y era seguidor del Atlético de Madrid. De hecho había bautizado al perro de la familia con el nombre de Sacchi, en honor al entrenador del equipo en 1998. Le gustaba madrugar cada día para acompañar a su mujer en el Cercanías. Aquel 11 de marzo de 2004, el tren se llevó sus vidas para siempre. Roberto y Sonia fallecieron y pusieron fin a su historia, a pesar de que aún tenían muchas más cosas que escribir juntos. Su primo, al conocer la noticia, consiguió que todos los jugadores del equipo colchonero firmaran una camiseta en su honor.

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Luís Rodríguez Castell

40 añosMadrileño

La barba oscura y sus gafas de pasta le daban un aspecto serio. Y sí, a Luís le gustaba estudiar, se había sacado la carrera de Derecho y estaba opositando en una promoción interna de su trabajo en la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid. Pero detrás de ese hombre de 40 años, trabajador, estaba el que destacaba siempre por su sentido del humor en las reuniones familiares o de amigos. Así era Luís, aquel que jugó en el juvenil del Real Madrid, su equipo del alma. El que, más tarde, se casó y se convirtió en padre de dos hijas. La tragedia le salpicó aquel día de lleno. Tomó el tren en la estación de Santa Eugenia, pero ya no había vuelta atrás, el destino había iniciado su camino y ya no había forma de detenerlo. Al llegar a la estación de El Pozo el final era inminente. No era la primera vez que su familia sufría un golpe así. Su hermano mayor falleció cuando era pequeño y sus abuelos perecieron abrasados en un accidente de autobús. Ahora la historia se repetía.

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María Victoria León Moyano

30 añosMadrileña

María Victoria tenía unas marcadas mejillas y una bonita sonrisa. Era brillante, por fuera y por dentro, ya que en los estudios siempre destacó. Probablemente fue lo que cautivó al que iba a ser su futuro marido. La boda estaba prevista para el 31 de julio y cada día que pasaba se iban ultimando los preparativos. El vestido ya estaba en su casa y en dos semanas iba a llegar el coche que se había comprado, así como los muebles para su próxima vivienda. La boda iba a celebrarse en Encinas Reales, en Córdoba, que era el pueblo natal de su madre. Además iba a ser próximamente la madrina de su sobrino, con el que se le caía la baba.A sus 31 años estaba inmersa en un cambio de vida. Tenía un puesto de trabajo en el departamento de auditoría interna de un banco y contaba con cierta estabilidad. El 11 de marzo de 2004 rompió todos sus planes de futuro. Las explosiones terminaron con su vida.

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María Del Carmen López Pardo

50 añosMadrileña

Muy aficionada al baile, era una amante de su familia. Le gustaba mucho disfrutar de sus sobrinos y raro era el día que no hacía planes con su hermana a la salida del trabajo. También le gustaba mucho el cine y se declaraba como una incondicional de la serie televisiva «Los Serranos». Empleada como personal de limpieza en una empresa del barrio de Vallecas, los atentados del 11 de marzo le arrebaton la vida cuando había cumplido cincuenta años.

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María Eugenia Ciudad Real Díaz

26 añosMadrileña

María Eugenia llevaba el pelo normalmente recogido hacia atrás. Este aspecto físico iba en sintonía con su carácter, algo reservado. Ella solía colocarse detrás de los demás en una conversación, prefería siempre escuchar. Eso no le hacía disimular su sonrisa, dulce y moderada, la apropiada para una joven seria y buena estudiante. Porque así era ella, ejemplar en todo lo que hacía. Tras finalizar Administración, optó a Empresariales y mejoró su currículum con varios cursos. Más tarde todo ese trabajo se vio recompensado con un buen puesto de trabajo en un banco, a pesar de su juventud, porque solo tenía 26 años. Sus proyectos pasaban ahora por comprarse una vivienda e independizarse. La mañana del 11 de marzo salió de Leganés, donde vivía con su familia, pero nunca regresó. La joven emprendió un viaje que no estaba previsto y con él se perdió todo el esfuerzo, la dedicación y las horas de estudio. Y también esa tímida sonrisa que nunca más se volvió a ver en su rostro.

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David Vilela Fernández

23 añosCastellanomanchego

David se despertó aquel día y emprendió su viaje, lo que no sabía entonces es que sería definitivo. Como cada mañana, debería coger el tren en Alcalá de Henares, donde vivía con sus padres y su hermana, y llegar hasta Atocha. Una vez allí tendría que cambiar de tren para cruzar el túnel de Recoletos. El destino previsto era la Biblioteca Nacional, donde llevaba trabajando aproximadamente dos años. El joven, de 23 años, había finalizado sus estudios de Biblioteconomía y Documentación en la Universidad de Alcalá. El 11 de marzo de 2004 no llegó a terminar la ruta prevista, su destino se vio demasiado lejos, al ser interrumpido por las explosiones terroristas que terminaron con su vida. Su cuerpo reposa en la localidad de Yebra, Guadalajara, de donde procedía.

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Oswaldo Manuel Cisneros Villacis

33 añosEcuatoriano

Natural de Ecuador, a sus 33 años, cogía cada mañana el Cercanías para llegar a trabajar como albañil. Llevaba tres años en España. Como otros muchos, buscaba encontrar aquí nuevas oportunidades. Sin embargo,Oswaldo Manuel tenía claro que quería regresar cuanto antes a Ecuador. Su hermana Teresa también estaba trabajando en España. Él la había ayudado a venir; de hecho, fue ella la que tuvo que reconocer el cuerpo sin vida de su hermano tras los atentados. Estaba casado, aunque no tenía hijos. Todos sus planes de futuro habían terminado. El terrorismo se los arrebató para siempre.

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Mercedes Vega Mingo

45 añosMadrileña

Mercedes trató de luchar por su vida hasta el final en el Hospital Ramón y Cajal, donde estaba ingresada tras ser víctima de los atentados del 11 de marzo de 2004. Sin embargo, las heridas irreversibles terminaron con su vida cinco días más tarde. Tenía 45 años y dos hijos, de 22 y 18 años. Además trabajaba como teleoperadora para una empresa. La hermana de su marido y ella habían planeado las últimas Navidades realizar una escapada, sin decírselo a ellos. Querían irse a bailar sevillanas para evadirse de la rutina diaria. Para ello propusieron ahorrar cada día dos euros. Aunque el 11 de marzo no debía entrar a su trabajo hasta las 10 de la mañana, el día anterior la llamaron de la Comunidad de Madrid para que acudiera a una entrevista de empleo. No consiguió que le cambiaran la cita a por la tarde, así que se subió en aquel tren, que le llevó al fatal desenlace.

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Milagros Calvo García

39 añosMadrileña

Milagros tenía 39 años y estaba repleta de inquietudes. Aunque trabajaba como administrativa, había decidido ponerse a estudiar Derecho. Lo hacía en la Universidad Complutense de Madrid. Aquel día, el 11 de marzo de 2004, se subió a uno de los trenes. Las explosiones pusieron fin a su vida. Se terminaron los anhelos, las ilusiones, los proyectos. Se quedo, probablemente, con las ganas de licenciarse en Derecho, de verse con la toga en la orla de la universidad. Pero ese momento nunca llegó. Se esfumó en aquella explosión que terminó acabando con su vida.

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Francisco Moreno Aragonés

56 añosMadrileño

Francisco tenía 56 años y su vida era inconcebible sin Dolores, su esposa. Se conocieron a los 13 años, y dos años más tarde ya eran pareja. Nunca se separaron, vivieron siempre muy unidos. Cuando eran más jóvenes le regaló a su esposa una medalla en la que ponía: “Hoy y siempre, amor, contigo, no me dejes de querer, que este lazo que nos une nos vea envejecer”. Eso ya no será posible, pues las explosiones del 11 de marzo de 2004 se lo llevaron para siempre. El matrimonio tenía tres hijos y solía viajar cada verano hasta Cullerra. Allí querían comprarse un apartamento y allí llegaron las cenizas de Francisco, donde descansará siempre, cerca del mar. Era un hombre humilde y aficionado al Real Madrid. No le duraban mucho los enfados con sus hijos, rápido lo olvidaba. Cuando iba a hacer la compra tenía la costumbre de curiosear, de comprar las novedades. Vivían en Coslada. En su mismo bloque falleció otra persona; y también en el de enfrente. Muchas vidas destrozadas en poco tiempo.

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María Josefa Álvarez González

48 añosAsturiana

María Josefa, como cada mañana, cogió el tren en la localidad de Alcalá de Henares para dirigirse a su puesto de trabajo en la Viceconsejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Los atentados terroristas del 11 de marzo terminaron con su vida. Muchos años después, la hermana de la fallecida alegaba que nunca se puede superar algo como aquello. Asturiana de nacimiento, de Avilés, tenía 48 años en el momento de los atentados terroristas. Se marchó a Madrid en 1978, el año en que se aprobó la Constitución. Aquí vivía con su hijo, de 23. Sin embargo siempre tuvo unas raíces muy ligadas a su tierra. De hecho era socia del Centro Asturiano de Alcalá de Henares y le encantaba ir allí para comer los platos típicos. María Josefa fue la única asturiana que falleció en los atentados.

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María Isabel Sánchez Mamajón

37 añosMadrileña

Tenía 37 años, estaba casada y era madre de un pequeño de siete. Además, María Isabel trabajaba como administrativa. La madrileña perdió la vida en los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004. Sus familiares y amigos sintieron lo que es perder a quien se quiere, pero especialmente su hijo, a quien le privaron de que su madre siguiera viéndolo crecer.

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Emilian Popescu

44 añosRumano

Emilian no podrá ver su sueño cumplido, aunque éste se hizo realidad. Sus hijos pusieron todo su empeño en cumplir el deseo de su madre y se dejaron el alma en tocar el violín. Quería que se dedicasen a la música. De nacionalidad rumana, este padre y esposo, de 44 años, era una persona honorable, seria y respetuosa. Llegó a España ocho años antes y había ayudado a muchos rumanos a venir a este país y les había dado empleo. Muchos hogares madrileños, incluso establecimientos, fueron reformados por ellos. Era un hombre delgado y hablaba muy despacio. Justamente la mitad de su vida la había vivido al lado de su esposa Corina. A ambos les gustaba viajar por España, especialmente a los Pirineos. Los atentados del 11 de marzo le impidieron seguir escuchando ese sonido de violín que tanto le gustaba.

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Saúl Valdés Ruíz

44 añosHondureño

Natural de Honduras, Saúl tenía 44 años y trabajaba como albañil. Era alto y estaba en forma. Además, se había casado por segunda vez, con Laura. Aquel tren que cogió el 11 de marzo de 2004 no lo tomaba habitualmente. Pero aquel día su coche estaba en el taller porque alguien había intentado forzarle las cerraduras. Cogió el Cercanías con su esposa, Laura Ramos Lozano, también hondureña. Al igual que su mujer, tenía una gran sonrisa que le hacía brillar sus dientes blancos. Saúl era autónomo y polifacético en su trabajo, desde instalar el gas, enyesar o construir paredes. Padre de ocho hijos, dos de ellos tenían el mismo nombre que él. Había sido abuelo y no conocía aún a sus dos nietos. En unos tres meses iba a visitarlos, pero él y Laura murieron juntos en los atentados.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Ángel Luís Rodríguez Rodríguez

34 añosMadrileño

Ángel Luís era madrileño, del barrio de Vallecas. Aunque trabajaba como informático en una empresa, estudiaba Empresariales en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. A sus 34 años era aficionado al deporte, los viajes o a coleccionar objetos antiguos. Normalmente iba a trabajar en coche cada mañana, pero solo unos días antes decidió cambiar de hábito y empezó a hacerlo en tren. Creía que, de este modo, podría sacar más tiempo para leer y repasar los apuntes. En su casa, era el pequeño. Con su mochila, había recorrido toda Europa. Le gustaba viajar, una afición que compartía con la cocina. De hecho, cuando tenían reunión de amigos en su casa, recién estrenada, preparaba canapés que hacía él mismo. También le gustaba reunirse en su pueblo, Valdeverdeja, en la provincia de Toledo, cerca de Cáceres. Allí preparaban las barbacoas. Las bombas terminaron con él para siempre.

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David Santamaría García

22 añosEspañol

Siempre iba como un pincel. A sus 19 años trabajaba en mantenimiento del AVE, con un contrato de formación. En poco más de un mes cumpliría los 20, pero ese día nunca llegó para él. Llevaba con su novia “Noe”, como solía llamarla, tres años. Eran inseparables. Su padre, entrenador de fútbol aficionado, le inculcó el gusto por este deporte. ¡Era de El Real Madrid! Lo cierto es que sus padres se desvivían por él. Dos años antes le llevaron al concesionario y allí estaba su “Fiat Punto” de color morado esperándole, amarrado con un lazo. En su casa le recuerdan como el hijo ejemplar, el que adoraba la tortilla de patata, en especial las de sus abuelas. David ya no volverá a entrenar nunca más con su equipo. Un compañero decía que ahora juega en la liga de las estrellas.

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Sonia Parrondo Antón

28 añosMadrileña

Era morena y tenía el pelo corto de color negro. Pero aquel atentado se lo llevó todo, incluso a su marido con ella. A sus 28 años, iba a cumplir su primer aniversario de casada; sin embargo nunca llegaron a celebrarlo. Trabajaba como niñera y, aunque su marido entraba a las nueve, no le importaba madrugar cada mañana para acompañarla en el tren que la llevaba al trabajo. Sabía que no le gustaba aquel medio de transporte, pero aun así debía de cogerlo. Con su marido cerca todo era más sencillo. No hacía mucho que el matrimonio vivía en el madrileño barrio de Santa Eugenia, donde cogieron aquel tren que les llevó directos a la muerte. Las explosiones en la estación de El Pozo terminaron sus sueños.

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Guillermo Senent Pallarola

23 añosCastellanomanchego

A sus 23 años, Guillermo acababa de conseguir su primer empleo como técnico en electrónica industrial. Estaba muy ilusionado con esta nueva oportunidad y decía que le estaba sirviendo de mucho aprendizaje. El joven, además, tocaba la guitarra y disfrutaba mucho con la música, de hecho tenía el ordenador repleto de temas. Le gustaban muchos géneros musicales diferentes; desde los Beatles hasta la música tecno. También pinchaba en algunos pubs de Guadalajara. Aunque normalmente no salía de casa tan temprano, el 11 de marzo de 2004, tenía una revisión médica que hacían periódicamente a los trabajadores. Su amigo David Santamaría y él se subieron al tren en Guadalajara y emprendieron camino en dirección a Atocha. Al llegar a la estación de El Pozo el final fue inminente. Las explosiones terminaron con sus vidas.

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Patricia Rzaca

Un añoPolaca

No había tenido mucho tiempo de disfrutar de la vida. A sus siete meses, Patricia, era un bonito bebé que vivía ligada a sus padres, naturales de Polonia. Con ellos viajaba cada mañana en tren desde Vallecas en dirección a la estación de Atocha; como tenían que trabajar dejaban a la pequeña en compañía de su tía. Rubita de pelo, y muy grande para su edad, llevaba cada mañana un mono azul y un gorrito en su pequeña cabecita. Muy cerca de sus diminutos dedos, en su muñeca, tenía una cadenita con su nombre. Era un regalo de sus papás. Las explosiones en la estación de El Pozo terminaron con su vida y la de su padre. Fue la más pequeña de cuantos murieron aquel día; pero mirar su cara, tan pequeña y con ojos azulados como el mar, ayuda a comprender todas las vidas inocentes que el terrorismo se llevó por delante aquel 11 de marzo de 2004. Ella no lloraba nunca, y tampoco lo hizo aquel día. No tuvo tiempo de hacerlo.

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Wieslaw Rzaca

34 añosPolaco

Polaco, de 34 años, trabajaba en la construcción. Vino buscando nuevas oportunidades. Aunque inicialmente llegó solo, pronto se trajo a su novia Yolanda y se casaron en España. Wieslaw tenía buen paladar, sobre todo con el jamón y el marisco. Además era buen cocinero y en casa no dudaba en ponerse el delantal. Pero lo que más le gustaba era disfrutar de la compañía que le brindaba su hija Patricia Rzaca, de solo siete meses. Se le caía la baba con ella. Su familia estaba pensando en regresar a Polonia, aunque de momento tenían que seguir trabajando en España. Como todas las mañana, cogieron el tren y se dirigieron a dejar al bebé en casa de su tía, para que ellos pudieran ir al trabajo. Sin embargo, al llegar a la estación de El Pozo las explosiones terminaron con su vida y la de su hija Patricia. Su mujer, Yolanda, fue la única que salvó la vida. Los atentados dividieron a su familia para siempre.

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Daniel Paz Manjón

20 añosMadrileño

Daniel era aficionado al deporte. Tenía 20 años y jugaba al fútbol en el Club Deportivo Colonia Moscardó. Precisamente por esta afición había decidido estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad Politécnica de Madrid. Hacia allí se dirigía el 11 de marzo de 2004, jueves. Iba en el cuarto vagón de Cercanías que estalló a las 7:38 en la estación de El Pozo y nada se pudo hacer por salvar su vida. Dani, como le llamaban, tocaba la guitarra y algunas veces se perdía por las tabernas para escuchar a cantautores. Siempre que salía de casa gastaba lo necesario. Era una persona a la que no le gustaba la fama. No hacía mucho que acababa de perder a su mejor amigo en un accidente y lo recordaba escuchando canciones de Luis Pastor. Casi había terminado de leer un libro que tenía sobre su mesilla: El Proceso, de Kafka. Sin embargo nunca pudo concluirlo.

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Sam Djoco

42 añosSenegalés

Sam tenía 42 años y era senegalés, aunque nació en Guinea-Bissau. Mientras él estaba en España, su mujer cuidaba de sus seis hijos a tres mil kilómetros de distancia. Ella tenía las esperanzas puestas en su marido, en que conseguiría la nacionalidad y podrían venir a España. Sin embargo tuvo que hacerlo en calidad de viuda tras perderlo en los atentados del 11 de marzo de 2004. Aunque abandonó Senegal siete años antes, había regresado de allí la semana anterior, ya que estuvo visitando a los suyos. Además, les había prometido que se verían muy pronto. No solía coger a diario el Cercanías para llegar a su trabajo como peón en las obras. Sin embargo, uno de sus hermanos llegaba aquel día a España desde Francia y quería ir a recogerlo a Chamartín. Aquel día los hermanos no pudieron encontrarse.

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Antonio Sabalete Sánchez

36 añosMadrileño

Antonio nació con un lapicero en la mano. Sin embargo decidió seguir con los números y finalmente estudió empresariales. Pero las letras nunca se marcharon de su vida. Le gustaba escribirlo todo y contar sus vivencias. Vivía cerca de su madre en Entrevías. Aunque se había casado nueve años antes, nunca había abandonado el barrio de toda la vida. Aprovechaba siempre que podía para visitar a sus padres y, de paso, comer ese potaje o arroz con conejo que tanto le gustaban. Había tenido problemas de salud, provocados por la insuficiencia renal que padecía y, finalmente, tuvieron que realizarle un trasplante de riñón. A sus 36 años era funcionario y tenía un hijo de siete años, fruto de su amor con María del Carmen. Juntos pasaban fines de semana en Sigüenza, donde hacían vida tranquila y visitaban a los familiares que tenían. Madre e hijo se apoyan cada día para seguir adelante. Antonio, allá donde esté, seguirá cada día, con lápiz en la mano, escribiendo su historia.

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Cristina Romero Sánchez

34 añosMadrileña

Cristina tenía 34 años. Llevaba tres meses trabajando como auxiliar de ayuda a domicilio. Le gustaba su trabajo. Precisamente aquella mañana del 11 de marzo de 2004 se dirigía hasta Usera, el distrito que le habían asignado, sin saber que no llegaría hasta su destino. Vivía en Vallecas, aunque ya buscaba independizarse junto a su novio y tenían planes de boda. Las explosiones de El Pozo terminaron con su vida y con todos los proyectos de futuro que tenia por delante.

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Juan Muñoz Lara

32 añosMadrileño

Juan no cogía el tren de forma habitual, pero aquel jueves, 11 de marzo de 2004, decidió hacerlo; acompañó a su novia en el trayecto, tras haber estado viendo juntos el partido del día anterior. Las explosiones en la estación de El Pozo terminaron con la vida de ambos. Tenía 32 años y hacía pocos meses que estaba saliendo con ella, por lo que los dos estaban muy ilusionados. También acababa de comprarse una casa en San Agustín de Guadalix, en la Sierra de Madrid. Dedicaba mucho tiempo a acondicionarla y ponerla a su gusto. Aunque estaba trabajando, llevaba varios meses de baja por un accidente de moto. Todavía no se había recuperado y caminaba con muletas. Nunca más pudo incorporarse, otro accidente se cruzó en su camino y en el de su novia y les rompió todos los planes de futuro.

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María José Pedraza Pino

41 años Madrileña

A sus 41 años, María José, trabajaba como auxiliar en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, se estaba preparando las oposiciones de administrativo. La noche anterior a los atentados la pasó estudiando. Su ejemplo es el de la superación personal, el de intentar lograr nuevas metas. Y, si los libros de estudio le quitaban buena parte del día, siempre trataba de buscar tiempo para leer alguna novela. También le gustaba viajar por Europa y disfrutar de los suyos. No tenía hijos pero estaba muy unida a sus hermanos/as y a sus dos sobrinos/as. Recientemente acababan de comprarse un piso, que iban a darle próximamente. Estaba encantada con esta idea de cambiar de vivienda. Había trabajado y estudiado mucho para ello y las cosas que se logran con esfuerzo saben siempre mejor. Aunque, en este caso, ella no tuvo tiempo de hacerlo. Aquel atentado truncó todos sus sueños.

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Encarnación Mora Donoso

63 añosCastellanomanchega

Siempre impecable, peinada, maquilla y con unas gafas que confirmaban su estilo. Así era Encarnación, que iba a cumplir 64 años en junio. Sin embargo, los atentados del 11 de marzo de 2004 terminaron con su vida y la convirtieron en la víctima de mayor edad que falleció en los trenes. Su historia se escribe bordando y cosiendo. Lo hacía de forma extraordinaria; como también despuntaba por su sentido del humor y su gran vitalidad. Natural de Ciudad Real, residía en Torrejón de Ardoz y trabajaba como empleada de hogar en Madrid. Hacia allí se dirigía cuando las explosiones acabaron con su vida. Trabajó en el campo desde joven y, más tarde, emigró a Australia, donde permaneció dos años. Después de tener al primero de sus hijos se fue a Alemania. Más tarde se divorció de su marido. Como buena manchega no faltaban en su propio recetario las gachas o el pisto manchego, platos que ahora no sabrán igual sin ella.

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Juan Francisco Pastor Pérez

51 añosMadrileño

Juan Francisco tenía 51 años. Estaba casado y era padre de dos hijos. Moreno y con un gran bigote negro, acababa de convertirse en abuelo hacía tan solo unos meses. Trabajaba desde hacía más de veinte años como técnico en Telefonía en el Palacio de Congresos de Madrid. Precisamente hasta allí se dirigía el 11 de marzo de 2004, como hacía cada mañana. Y, aunque su medio habitual de transporte era el metro, unas semanas atrás lo había cambiado por el tren. De esta forma podría ahorrar algo de tiempo y llegar antes a su puesto, debido a la cercanía de las Elecciones Generales, que les suponía un mayor volumen de trabajo. Salió de casa, en el barrio madrileño de Las Palomeras, pero nunca llegó a su destino. Las explosiones en la estación de El Pozo terminaron con su vida para siempre.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Francisco Javier Mancebo Záforas

38 años Madrileño

Francisco Javier tenía 38 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Cada mañana cogía el tren con su hijo Jaime, de cuatro años, en la estación de El Pozo y se dirigían hasta Atocha. Allí dejaba al pequeño en el colegio y él seguía hasta el Tribunal de Cuentas, donde trabajaba como auditor. Padre e hijo tenían una relación muy cercana y les apasionaba el baloncesto. Precisamente Francisco, cuando era más joven, había formado parte del Estudiantes. Ahora seguían siendo socios y disfrutaban de los partidos. El 11 de marzo de 2004 separó a padre e hijo. Ya no volverían a hacer el camino juntos. Francisco falleció, pero el pequeño Jaime logró salvarse de aquel terrible suceso. El Estudiantes quiso rendirle un homenaje a título póstumo en señal de cariño hacia él y su familia.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Nicolás Jiménez Morán

Madrileño

Laura Jiménez tenía 26 años cuando sufrió los atentados del 11 de marzo de 2004. Las secuelas físicas fueron terribles y quedó paralítica como consecuencia de las explosiones. Pero, en su interior, llevaba a un pequeño que no había visto jamás la luz del día. Dos meses después del terrible suceso Nicolás vino al mundo, pero la terrible carga que llevaba a sus espaldas desde antes de nacer pesaba demasiado. Falleció dos días más tarde. Fuente: El Español, ABC, La Verdad.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Miguel Reyes Mateos

37 añosMadrileño

Miguel tenía 37 años y era funcionario en la Delegación del Gobierno para la Extranjería e Inmigración. Aunque acababa de independizarse, se había mantenido cerca del hogar familiar y de sus padres, con quienes mantenía una relación muy cercana. El 1 de marzo le cambiaron los horarios del trabajo y entraba media hora más tarde. La mañana de los atentados salió de casa en dirección a Nuevos Ministerios, pero nunca llegó, una explosión en la estación de El Pozo terminó con su vida. Cada tarde, al regresar del trabajo, solía acompañar a su madre a recoger del colegio a su sobrina Almudena, de siete años. Aquel día ya no pudo hacerlo. La niña contaba en clase que su tío ya no podría abrazarla más a la salida, como siempre hacia.

Atentado del 11-03-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Francisco Javier Torronteras Gadea

42 añosMadrileño

Madrileño, de 42 años, y padre de dos hijos. Vivía junto a su familia en Guadalajara y acumulaba 17 años de servicio en la Policía Nacional. Aunque tenía experiencia por haber participado en operaciones terroristas e internacionales, en países como Argelia o Chila, aquella fue diferente. Los agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) seguían la pista de los atentados del 11 de marzo de 2004. Con ello, el 3 de abril, se disponían a entrar en un piso en Leganés, donde se suponía que podrían estar los autores de la masacre terrorista. Antes de que pudieran acceder al interior, los terroristas protagonizaron un suicidio colectivo, al hacer explosionar 20 kilos de explosivos. Esto provocó la muerte del GEO, como consecuencia de la onda expansiva.

Atentado del 05-04-2004 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Gonzalo Pérez García

42 años Castellanomanchego

Gonzalo, nacido en Toledo, tenía 42 años y era padre de tres hijas. Falleció como consecuencia de un disparo en IRAK, mientras realizaba su trabajo de asesoramiento policial. Aunque luchó por su vida hasta el final, el comandante de la Guardia Civil no logró superar los daños provocados por el ataque. Fue intervenido en el propio país y, después, trasladado a España en estado de coma. Tras permanecer trece días en estado crítico falleció en Madrid. Gonzalo era experto en criminalística y balística, además inventó el Servicio Integral de Vigilancia Electrónica de la Guardia Civil. Su localidad de procedencia, Navahermosa, en Toledo, lo despidió entre lágrimas. Allí solía viajar de forma frecuente. Su madre residía en este mismo lugar. Los restos de Gonzalo fueron enterrados junto a los de su padre, Pedro Pérez, teniente coronel del Ejército, fallecido dos años antes.

Atentado del 22-01-2004 en AL HAMSA, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Carlos Baro Ollero

36 añosMadrileño

Carlos pertenecía al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Falleció junto a otros seis compañeros durante una emboscada en Latifiya, en Irak. Un vehículo emprendió un tiroteo contra el automóvil en el que iba el comandante de Infantería. Consiguió hablar con el CNI y con su madre, a la que la dijo: “nos están matando”. Baró ordenó al único superviviente, el sargento primero Sánchez, que se fuese de allí en busca de ayuda. Pudo escapar gracias al gesto notable de un ciudadano que se acercó y lo besó en la mejilla. Carlos no se puso a salvo y, junto a su cuerpo, había decenas de casquillos. Tenía 36 años y llevaba en los servicios de inteligencia desde 1998. Era padre de un hijo y sobrino del teniente coronel Javier Baró y Díaz Figueroa, asesinado por ETA en 1993.

Atentado del 29-11-2003 en LATIFIYA, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

José Lucas Egea

42 añosMadrileño

Era natural de Madrid, estaba casado y tenía 42 años. El brigada fue víctima de una emboscada en la localidad de Latifiya, al sur de Bagdad (Irak) contra los dos vehículos en los que viajaban los agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). De los ocho ocupantes, solo uno logró salir con vida. Él viajaba en el primer automóvil, un Nissan Patrol de color blanco. No era usual que tantos miembros del CNI viajaran juntos, pero se encontraban los cuatro desplegados junto a los que iban a sustituirles en enero. José Lucas era brigada de Caballería del Ejército y agente de inteligencia desde 1990.

Atentado del 29-11-2003 en LATIFIYA, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Alberto Martínez González

43 añosAsturiano

El comandante Alberto, asturiano, de 43 años, era el jefe de la misión del Centro Nacional de Inteligencia en Irak. Tenía amplios conocimientos de la zona. Estaba en los servicios secretos desde 1992 y llevaba tres años destinado en el país de Oriente Próximo. Precisamente fue él el que sugirió al Gobierno español la ubicación de Diwaniya para el contingente español. Parecía un lugar seguro, a pesar de la inestabilidad en todo el país. Alberto era fuerte, de voz potente y estaba considerado como una autoridad en Irak. Se había dejado bigote para camuflarse mejor. Además, su dominio del árabe le hizo disponer de buenas fuentes para contrarrestar ataques contra las tropas españolas. Padre de un hijo, aquel día no pudo hacer nada contra la emboscada terrorista contra los vehículos en los que viajaban. Falleció en aquel tiroteo junto a otros seis compañeros.

Atentado del 29-11-2003 en LATIFIYA, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

José Merino Olivera

49 añosMadrileño

El comandante José Merino, “Pepe”, como le conocían sus amigos, estaba en misión de reconocimiento en IRAK. Tenía 49 años. Su despliegue de seis meses se iba a hacer efectivo en diciembre, aunque para esa fecha ya se había anticipado el fatal desenlace. La emboscada terrorista contra los dos vehículos en los que viajaban terminó con su vida y la de otros seis compañeros en Latifiya. Ingresó en el Centro Nacional de Inteligencia en 1990 y estaba casado con Carmen, desde hacía casi una veintena de años. Con ella tenía dos hijos, de 13 y 16 años. El comandante estuvo medio año en Kosovo unos meses antes y, además, había formado parte de la Brigada Paracaidista. Llevaba la vocación en la sangre. De hecho en su familia paterna había varios militares. “Pepe” vivió siempre en la casa que le vio nacer desde pequeño, y seguía haciéndolo con su familia. Huérfano de madre, con su partida, dejó un vacío irremediable en su hogar.

Atentado del 29-11-2003 en LATIFIYA, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

José Carlos Rodríguez Pérez

41 añosCastellanoleonés

José Carlos tenía 41 años y era del municipio de San Martín del Pedroso, en Zamora. Era comandante y miembro del Centro Nacional de Inteligencia. Estaba casado y tenía un hijo pequeño de dos años de edad. Una emboscada en la localidad iraquí de Latifiya terminó con su vida y la de otros seis compañeros. Solo uno de ellos logró salir con vida del terrible atentado. El comandante pertenecía a una familia militar. Su padre era teniente de la Guardia Civil. Llevaba desde 1997 formando parte del Centro Nacional de Inteligencia. Mientras estuvo destinado en Oviedo (Asturias) conoció a Paz, la que terminaría convirtiéndose en su mujer. Llevaba solo una semana en Irak, y estaba haciendo el reconocimiento antes del cambio de rotación, que se efectuaría en diciembre. No era su primera misión, ya que había estado en Bosnia previamente. Antes de su regreso a España, el militar perdió la vida.

Atentado del 29-11-2003 en LATIFIYA, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Alfonso Vega Calvo

41 añosAlemán

Alfonso nació en Stuttgart, en Alemania. Lo hizo un 12 de octubre, Día de la Hispanidad. Y es que su familia era española, aunque residieron en el extranjero por motivos laborales. A sus 41 años, estaba separado y era padre de dos hijos, de 13 y 15 años. El brigada pasó su infancia en Bamba del Vino, en Zamora, junto a su abuela y unos tíos. Llevaba en el Centro Nacional de Inteligencia tres años y estaba destinado en Irak desde Julio. En enero tendría que regresar a España. De hecho el próximo contingente estaba haciendo ya la visita de reconocimiento previa al despliegue. Y así les sorprendió la emboscada terrorista. Alfonso falleció en aquel ataque junto a seis de sus compañeros. Solo uno de ellos pudo salvar su vida. Su cuerpo descansa junto al de su abuela, en Bamba del Vino. Con ella se crió y junto a ella descansa eternamente.

Atentado del 29-11-2003 en LATIFIYA, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Luis Ignacio Zanón Tarazona

27 añosValenciano

Luis Ignacio nació en Cuart de Poblet, en Valencia. Estaba casado y era padre de dos hijos. El sargento primero del Ejército del Aire ingresó en el Centro Nacional de Inteligencia en 1994. Llevaba en Irak desde el mes de agosto y ya estaba próximo el cambio de rotación, con el que regresaría a España en el mes de enero. Sin embargo, el 29 de noviembre de 2003, los terroristas le sorprendieron junto a otros siete compañeros en una emboscada. Solo uno de ellos pudo salir vivo de allí. Su labor consistía en recabar información para la Brigada Plus Ultra, en Irak, y prevenir posibles ataques. Sin embargo, aquel día el factor sorpresa jugó en su contra y nada pudieron hacer por salvarse.

Atentado del 29-11-2003 en LATIFIYA, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

José Antonio Bernal Gómez

34 añosCastellanomanchego

José Antonio tenía 34 años y llevaba trabajando para el Centro Nacional de Inteligencia cinco años. Tenía el empleo militar de sargento primero del Ejército del Aire y llevaba dos años ejerciendo su labor en Irak. Natural de Navahermosa, en Toledo, tanto su padre como su hermano eran militares. Además tenía una hija pequeña de dos años de edad. Hacía seis meses de la caída de Sadam Husein, y él estaba allí, a muchos kilómetros de su hogar. Parecía estar perfectamente integrado y tenía un buen nivel de árabe. Su única seguridad era un vigilante en la entrada de su domicilio. Sin embargo, nada fue suficiente. Cuatro hombres lo amedrentaron en el lugar donde se ubicaba. Logró salir al exterior, pero, con la mala suerte, de caer al suelo. Un disparo en la nuca acabó con su vida. El militar iba, de nuevo, a ser padre, pero nunca pudo conocer a su segundo hijo. Falleció sirviendo a su país.

Atentado del 9-10-2003 en BAGDAD, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Manuel Martín-Oar Fernández de Heredia

56 añosMadrileño

Manuel fue el primer militar fallecido en Irak. Era capitán de navío, pero pidió su incorporación voluntaria al Cuartel General de la autoridad provisional de la Coalición, como adjunto al embajador español. Nació en Madrid en 1947, estaba casado y era padre de cuatro hijos. Era experto en misiones de paz. Además era el subdirector y jefe de estudios en la Escuela de Guerra Naval en Madrid. Hombre pausado y comunicativo, había viajado por gran cantidad de países, lo que le situaba como buen conocedor de culturas y de la participación militar en misiones exteriores. Recientemente estaba elaborando un libro e iba a exponer sus cuadros en octubre en la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada. Estaba entusiasmado con aquella oportunidad de trabajar en Bagdad y poder contribuir en la reconstrucción del país. El atentado contra la sede de Naciones Unidas en la capitán Iraquí le arrebató la vida.

Atentado del 20-08-2003 en BAGDAD, IRAKSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Francisco Abad Lazo

64 añosAndaluz

Francisco había viajado a Casablanca, en Marruecos, por motivos laborales. Aprovechaba cada oportunidad que tenía para regresar a Almería, de donde procedía, para visitar a sus familiares y amigos. Allí era una persona muy conocida, por su trabajo como agente comercial. Tenía 64 años y era aficionado al golf. Hacía nueve años que un atentado no se cobraba víctimas mortales españolas, desde agosto de 1994. Sin embargo, aquel 16 de mayo de 2003 murieron cuatro españoles en el norte de África, entre los que se encontraba Francisco. Fueron los peores atentados suicidas en esa ciudad hasta la fecha, con casi medio centenar de muertos y más del doble de heridos. Se perpetró en diferentes lugares a lo largo de esa noche, pero el mas importante fue el del restaurante de la Casa de España, donde falleció Francisco.

Atentado del en 16-05-2003, Si quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Manuel Albic Tutusaus

59 añosCatalán

Manuel era un empresario catalán. Tenía un carácter afable, agradable y con facilidad para relacionarse. Pocos días antes de los atentados, quedó con un periodista para que le hiciera una entrevista para un medio. Era de Cataluña y residía en Marruecos, como él. En aquella conversación, el empresario, pregunto al entrevistador: “¿Crees que los musulmanes odian a Occidente?”. El comunicador le respondió que no son una religión homogénea, sino plural, como cualquier otra. No pensaba entonces que la parte más radical acabaría terminando con su vida poco más tarde, el 16 de mayo de 2003. Tenía tres hijos y era primo del filósofo Gabriel Albiac. Llevaba en Marruecos más de diez años y su familia era muy conocida en Tarragona porque durante dos generaciones se dedicaron a la fabricación del betún. Hoy la ciudad lleva una calle con su nombre, lo que demuestra que nunca le olvidan.

Atentado del en 16-05-2003 , Si quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Joan Alie Macía

61 añosCatalán

Aunque luchó con todas sus fuerzas por mantenerse con vida, finalmente falleció en Barcelona. Fue la cuarta víctima española del atentado terrorista suicida producido en Casablanca el 16 de mayo de 2003. Joan tenía 61 años y era el vicepresidente de la Casa de Cataluña en Marruecos. La noche del suceso se encontraba cenando con los otros tres fallecidos españoles en el restaurante de la Casa de España. Las explosiones le produjeron quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo y, aunque fue trasladado rápidamente a España, no fue posible su recuperación. Falleció una semana más tarde.

Atentado del en 16-05-2003 , Si quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Domingo Mateos Tisíras

Edad desconocidaVasco

Era un camionero de Irún que trabajaba para una empresa en Navarra. Falleció mientras cenaba en el club español de La Casa de España, situado en el centro de Casablanca, en Marruecos. Todo ocurrió el 16 de mayo de 2003. Era un viernes, cuando los terroristas provocaron varios atentados suicidas en los que perdió la vida casi medio centenar de personas. Entre ellas estaba él. Tardó varios días en ser identificado. En total cuatro españoles fallecieron aquel día en el atentado terrorista con más españoles afectados en territorio marroquí.

Atentado del en 16-05-2003 , Si quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Silvia De San Pío

26 añosSe desconoce

Ese mismo mes, Silvia, iba a cumplir 27 años. Sin embargo, el mayor atentado terrorista de la historia se llevó su vida por delante. Fue la única víctima española que murió el 11 de septiembre de 2001. Aunque, en un principio, los españoles desaparecidos eran más, finalmente solo una fue hallada muerta. En el momento de los hechos estaba embarazada, y trabajaba junto a su marido en una de las torres gemelas. Su oficina estaba muy próxima a la zona en la que se estrelló el avión, con lo que era muy complicado que siguiera con vida. Silvia residía en Nueva York desde hacía unos años y tenía la doble nacionalidad.

Atentado del 11-09-2001 en NEW YORK, ESTADOS UNIDOSSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Antonia García Cuevas

35 añosAndaluza

Antonia era malagueña y estaba visitando la capital de Marruecos. Tenía 35 años, estaba casada, y era madre de dos hijos. Ella y su marido había decidido acompañar a unos amigos en su viaje de Luna de Miel. Aunque aquella mañana, del 24 de agosto de 1994, tenían pensado salir de excursión, finalmente se quedaron en el hotel. Fue en el momento de entregar las llaves, cuando tres individuos, con los rostros ocultos, asaltaron el lugar y dispararon contra los que allí se encontraban. La andaluza fue una de las dos víctimas españolas en el terrible suceso.

Atentado del 24-08-1994 en MARRAQUECH, MARRUECOSSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Salvador Torras Turrel

43 añosSe desconoce

Salvador se encontraba el 24 de agosto de 1994 en un hotel, en la capital marroquí. Era por la mañana cuando un grupo de tres exaltados entró disparando en el hall principal y acabó con su vida. Dos españoles murieron en aquel suceso. Junto a él fallecía Antonia García Cuevas, que acompañaba junto a su marido a unos amigos en su luna de miel.

Atentado del 24-08-1994 en MARRAQUECH, MARRUECOSSi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

María Jesús Álvarez-ossorio Gálvez

28 añosMadrileña

La joven María Jesús trabajaba como auxiliar administrativa en el departamento de dirección de Fórum Filatélico Financiero. Aquel viernes había ido a cenar con su novio José Sánchez, con quien tenía planes de boda. A él le encantaban los niños, y ella tenía un hijo de una relación anterior, Francisco, así que se veía formando una familia junto a él. Pero su vida se apagó con 28 años. Sus compañeros quisieron darle su último adiós con una misa que se celebró en la iglesia de la Concepción de Nuestra Señora. Sus restos descansan en el cementerio de La Almudena.

Atentado del 12-04-1985 en MADRID, ESPAÑASi quiere rectificar algún dato, escribe a prensa@fundacionvt.org

Mercedes Drehs Recarte

29 añosAustraliana

Mercedes era una joven australiana que tenía previsto casarse al mes siguiente con su novio español, Alberto. Aquella noche, la pareja había quedado para cenar en el restaurante El Descanso con un matrimonio amigo, Cristina y Arturo. Ambas parejas quedaron rotas, porque Mercedes y Arturo perdieron la vida en el atentado, y Alberto y Cristina les sobrevivieron.

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María De La Cruz García Martín

23 añosMadrileña

La joven Cruz García había nacido hacía 23 años en San Fernando de Henares. De profesión costurera, trabajaba en el negocio de la confección. Aquel viernes había ido a cenar al restaurante El Descanso y, en un momento dado, se levantó para ir al servicio. No sabía que esa decisión iba a decidir que no sobreviviera al atentado, ya que la bolsa que contenía los explosivos fue depositada cerca de la entrada de los aseos. Su familia le dio el último adiós en el cementerio de su localidad natal, donde reposan sus restos.

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Joaquín González Yepes

33 añosMadrileño

Joaquín González solía ir a vender lotería al restaurante El Descanso. Allí le conocían todos, y solía colocarse siempre en el mismo sitio: junto a los servicios. Así sacaba adelante a su familia, ya que estaba casado y era padre de dos niños pequeños. También era el que repartía globos a los niños y se encargaba de la máquina de tabaco. Tenía 33 años y era natural de Alcalá de Henares, donde fue enterrado. A su mujer le costó asimilar que hubieran matado de esa manera a un hombre bueno y padre de familia.

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Lucía Izquierdo Cuevas

41 añosCastellanoleonesa

Lucía, 41 años, era natural de Cebreros (Ávila). De jovencita ayudó a sus padres con las tareas del campo. Inquieta y profundamente católica, pensó incluso en ser monja misionera. Luego se instaló en Madrid, donde vivió primero con familiares de su madre -la familia de Manuela Jubrias Yagüe-, y después con su único hermano, Ángel, hasta que él se casó. Trabajó como dependienta en la pastelería de sus familiares mientras estudiaba Puericultura, pero después encontró trabajo en Telefónica de auxiliar administrativo. Alegre y de carácter decidido, le gustaba la lectura, el teatro, los museos, y al igual que a las amigas con las que fue a cenar a El Descanso, los viajes. Con algunas de ellas viajó por Europa y Latinoamérica.

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Manuela Jubrias Yagüe

52 añosMadrileña

Manuela tenía 52 años y era licenciada en Ciencias Químicas. Trabajaba en el Centro Superior de Investigaciones Científicas y era la única hija de Agustín y Manola. La noche de aquel viernes se encontraba en el restaurante El Descanso con su prima Lucía Izquierdo, que había vivido en su casa y trabajado en la pastelería de sus padres, y otras cuatro amigas. Las cinco mujeres perecieron en el atentado. El padre de Manuela había fallecido antes y le sobrevivió su madre, de noventa años de edad. Fue enterrada en el madrileño cementerio de La Almudena.

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Elena Palomares Traba

23 añosMadrileña

Elena tenía mucho por lo que estar contenta aquella noche de viernes. Acababa de terminar la carrera de Magisterio. Su vida como estudiante terminaba pero tenía por delante toda una vida profesional que desarrollar. Había que celebrarlo y con quien mejor que con su novio, Fernando. El restaurante El Descanso fue el lugar elegido para festejarlo, pero la fiesta se tornó en tragedia y se llevó por delante las ilusiones y los sueños de esta joven de 23 años. Su familia aún hoy no puede comprender cómo matar a unos críos puede servir para reivindicar nada. Sus restos descansan en su pueblo, Velilla de San Antonio, en Madrid.

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Isabel Rodríguez Blanco

35 añosMadrileña

Isabel, 35 años, era madrileña, del barrio de La Concepción. Su núcleo familiar eran sus padres y una hermana un año mayor que ella, Teresa. Isabel había regentado una floristería. Tras cerrar el negocio se empleó como administrativa en la oficina de un auditor de cuentas. Al emanciparse fue a vivir con su íntima amiga Ángeles España Mateo. Se instalaron en un piso del madrileño barrio de La Prosperidad. Ángeles e Isabel, inseparables, compartían la afición por los viajes. Habían visitado países europeos y de Latinoamérica.

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Arturo Rodríguez Pato

33 añosMadrileño

Arturo era el mayor de seis hermanos. Eso le había convertido en un referente para todos ellos, a los que cuidaba y arropaba. Además, era el ojito derecho de su madre. De carácter tranquilo y conciliador, había logrado a sus 33 años aprobar una oposición, y había decidido ir a celebrarlo al restaurante El Descanso con su mujer, Cristina, y sus amigos Mercedes y Alberto, que estaban prometidos. Ambas parejas quedarían rotas. Cristina, que aguantó dos horas bajo los escombros antes de que la rescataran, sabía que su marido se había ido. Estaban muy unidos y sintió que ya no estaba. No se equivocaba.

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María Del Carmen Sánchez Hijón

22 añosMadrileña

Carmen vivía con sus padres, un hermano y una hermana en Velilla de San Antonio (Madrid). Era una muchacha de carácter extrovertido. Trabajaba en una fábrica de la localidad. La noche del 12 de abril había salido con su novio, su amiga Elena Palomares y el novio de esta, Fernando Zahonero, para asistir a un concierto de música country en la Casa de Campo; pero el concierto fue suspendido. Los cuatro jóvenes cambiaron de plan y se fueron a cenar a El Descanso. El Ayuntamiento de Velilla de San Antonio quiso honrar su memoria dándole su nombre a un jardín de la localidad. María del Carmen tenía 22 años de edad.

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José Sánchez Jiménez

22 añosMadrileño

José, 22 años, vivía en Madrid con sus padres y sus dos hermanos, María Carmen y Juan. Estaba estudiando Ciencias Empresariales, pero ya había empezado a trabajar como asesor en una gestoría que había montado con un compañero en la calle Puerto de Arlabán, en el distrito de Vallecas (Madrid). José tenía novia, María Jesús Álvarez-Ossorio Gálvez, con la que iba a contraer matrimonio y con la que había salido a cenar aquella noche de primavera. De carácter jovial, le gustaban mucho los niños, especialmente su sobrino Luis, de siete años, que era el hijo de su hermana Mari Carmen, y al que solía llevar de excursión. Pero, después de aquel día, Luis ya nunca podría disfrutar más de su tío.

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María De Los Remedios Tomás Escudero

42 añosValenciana

Remedios era natural de Utiel (Valencia). Sus padres se instalaron en el madrileño barrio de La Concepción siendo ella niña. Era hija única. Regentaba una mercería. Entre sus amistades estaban sus vecinas, Isabel Rodríguez y Ángeles España, con quienes fue a compartir la velada aquella noche de viernes a la que no sobreviviría ninguna. María Remedios fue enterrada en su localidad valenciana natal.

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Fernando Zahonero López

22 añosCastellanomanchego

Fernando tenía previsto ir a un concierto de rock aquella noche de viernes, pero se canceló. No le importó demasiado porque el plan de cenar con su novia Elena para celebrar que ella había terminado su carrera de Magisterio le parecía, al menos, tan bueno o mejor que el del concierto. Eligieron un restaurante famoso por sus costillas, El Descanso, y estaban esperando que les dieran mesa cuando una bomba explotó y todo saltó por los aires. Fernando tenía 22 años y su pérdida fue un duro mazazo para toda su familia pero, sobre todo, para su madre. Sus hermanas Pilar y María aún recuerdan su llanto y sus gritos al descolgar el teléfono a las cuatro de la mañana y recibir la triste noticia. Y cómo se encerró en la habitación de su hermano y no quería salir. Su madre ya no volvería a ser la misma. El joven fue enterrado en Guadalajara.

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Víctimas del terrorismo yihadista

Relatos de vida

Desde el 12/04/1985

Sus vidas

Roberto Fraile Fernández

David Beriain Amatriain

Alberto Chaves

María González

Antonio César Fernández

Lorena Enebral Pérez

Francisco López Rodríguez

Silvina Alejandra Pereyra cabrera

María Lourdes Correia Duarte Ribeiro

María Monteiro Agostinho Correia

Josefina Codina Oliveras

Xavier Martínez Montpart

Julien Cadman

Bruno Gulotta

Luca Russo

Carmela Lopardo

Elke Leona Florentina Vanbockrijck

Ana María Suárez López

Pau Pérez Millán

Ian Moore Wilson

Jared Alton Tucker

Desiré Zolotas

Ignacio Echeverría Miralles de Imperial

Isidoro Gabino San martín Hernández

Jorge García Tudela

Juan Alberto González Garrido

Michelli Gil Jaímez

Antoni Cirera Pérez

Dolors Sánchez Rami

David Fernánez Ureña

Joaquín Moya Espejo

Antonio Planas Juan

Manuel Argudín Perrino

Niyireth Pineda Marín

Ataola Taefik

José María Galera Córdoba

Abraham Leoncio Bravo

Teresa Esquivias Ugena

John Felipe Romerro Meneses

Cristo Ancor Cabello Santana

Juan Andrés Suárez García

Rubén Alonso Ríos

Germán Luís Pérez Burgos

Estalyn Angelo Mera Vera

María Isabel Arranz Bocos

Gabriel Tortosa Ortega

Antonio Pomes Tallo

Marta Borrell Puig

María Teresa Pérez Ubago

Magie Álvarez Calleja

Miguel Essery Arruti

María Asunción Vitorica

Jefferson Vargas Moya

Juan Carlos Villora Díaz

Manuel David Portas Ruiz

Jeyson Alejandro Castaño Abadía

Juan Ericson Posada Valencia

Jonathan Galea Garcia

Idoia Rodríguez Buján

Jorge Arnaldo Hernández Seminario

Miguel Ángel Prieto Humanes

Iris Toribio Pascual

María Susana Soler Iniesta

Stefan Budai

Csaba Zsigovski

Francisco Antonio Quesada Bueno

Ionut Popa

Julia Moral García

Francisco Javier Rodríguez Sánchez

María Jesús Macías Rodríguez

Estefan Modol

María Cristina López Ramos

Eugenio Moreno Santiago

Oleksandr Kladkovoy

Florencio Brasero Murga

Rodolfo Benito Samaniego