LOS PRIMEROS PASOS
La reivindicación independentista en algunas zonas de España ha seguido un proceso muy similar en sus inicios, pero su narrativa y su defensa han tenido derroteros distintos.
En Galicia, en 1963 se crea el Consello da Mocedade, la primera muestra mínimamente organizada de nacionalismo gallego en el interior, al calor de los movimientos anticoloniales y tercermundistas. Al igual que ocurrió con ETA, se trata de jóvenes que ven insuficiente la oposición cultural al franquismo anclada en la difusión del gallego y quieren hacer algo más. Del Consello saldrá en julio de 1964 un grupo más izquierdista que decide actuar por su cuenta y retoma unas siglas ya utilizadas poco antes, UPG (Unión do Povo Galego). En este frente conviven por poco tiempo comunistas de distinto tipo junto a nacionalistas (como ocurrió en ETA) y en principio estaban de acuerdo en la defensa del derecho de autodeterminación, sin defender abiertamente la opción separatista. Sus impulsores (Ferrín, Patiño, Arjona, Queizán y Bautista Álvarez) elaboran un documento de 10 puntos en el que señalan que “la liberación nacional de Galicia no descarta la vinculación
federativa de Galicia con los demás pueblos de la Península”. La oposición a la construcción de un embalse en Castrelo de Miño constituyó la primera actuación pública importante de la UPG, aunque probablemente se ha exagerado su papel dado el carácter de revuelta popular de los hechos. En la tarde del 30 de junio de 1966, los vecinos de Barral, armados con palos, se dirigieron hacia los barracones de la empresa Dragados y los prendieron fuego, desbordando a la Guardia Civil.
Fue el primer acto violento importante (antes hubo algunos contra la concentración parcelaria) que se produjo en Galicia durante el franquismo y la oposición al embalse unió a la oposición gallega, e intelectuales y artistas firmaron un escrito para evitar que el valle fuera inundado por las aguas.
Editor: Fundación Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo.
Fecha: Febrero 2023.
