Y, como añadido en esta XVIII edición de los premios, Mención Especial 2021 al grupo musical La Oreja de Van Gogh por su importante trabajo musical en recuerdo y memoria de las víctimas del terrorismo, como denuncia de una violencia injustificada, pero con la mirada puesta en el futuro y la convivencia, en este caso de Euskadi, que empuja a la Fundación Víctimas del Terrorismo a un reconocimiento y gratitud infinita por su encomiable trabajo y apoyo.
Una de sus últimas canciones, Sirenas, que forma parte del disco Un susurro en la tormenta, es una prueba evidente de su contribución a crear memoria. Una emotiva canción que recuerda el dolor causado por los crímenes cometidos por la banda terrorista ETA en la ciudad de San Sebastián, una historia de dolor y paz que rescata y da luz con enorme sensibilidad a las víctimas del terrorismo y sus familias.
Pero no es la primera vez que La Oreja de Van Gogh compone una canción para el recuerdo de las víctimas de un atentado terrorista. En 2009 fue la canción Jueves, en honor a las víctimas del atentado del 11-M, y también las canciones La Carta, del álbum Dile al Sol, y Cumplir un año menos, del álbum A las cinco en el Astoria, relacionadas con la banda terrorista ETA, aunque no de forma tan explícita como se recoge en la letra de Sirenas.
Un apoyo, una ayuda la que brinda La Oreja de Van Gogh, de incuantificable valor para las víctimas del terrorismo, que les hace acreedores de esta mención especial.