En el marco de la celebración del Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Terrorismo, que se celebra cada 11 de marzo coincidiendo con los atentados de 2004 en Madrid, el mayor registrado en suelo europeo, el Gobierno Vasco programó para el viernes 10 un nuevo acto de entrega de los Cuadernos de Memoria y Reconocimiento a familiares de víctimas del terrorismo de ETA “de casos de esclarecimiento incompleto”. Once fueron las familias homenajeadas en el Palacio Villa Suso de Vitoria-Gasteiz, con presencia de una amplia delegación de representantes de las asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo.
Un día antes, esos mismos representantes, desplazados a la capital vasca para la ocasión, fueron recibidos en la sede del Parlamento Vasco por su presidenta, Bakartxo Tejeira, acompañada por miembros de la Mesa del Parlamento y por diputados pertenecientes a la Comisión de Derechos Humanos, y con presencia de la nueva consejera de Igualdad, Justicia y Política Sociales del Gobierno Vasco, Nerea Melgosa.
Fue en ese encuentro institucional en la Cámara vasca donde Tomás Caballero, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, después de agradecer que, en fecha tan significativa como el 11M, tanto Gobierno como Parlamento Vasco “hayan abierto sus agendas a actos y encuentros con las víctimas del terrorismo”, trasladó la petición de que “en un Estado de Derecho como el nuestro, es imprescindible que la ley se aplique sin excepciones, matices ni subterfugios, no sólo la penal, sino también la penitenciaria”, para mostrar a continuación su “profunda preocupación por las discrepancias habidas entre el Gobierno Vasco y la Audiencia Nacional en la concesión de terceros grados a presos de ETA una vez asumidas, por parte del primero, las competencias en Instituciones Penitenciarias”.
“Reclamamos que los intereses políticos no se antepongan, en ningún caso, al respeto a la memoria y a la dignidad de las víctimas”, aseveró Caballero, para quien una “realidad tan dura como la que vivió España durante décadas, muy en particular en el País Vasco y en Navarra, no puede tergiversarse ni blanquearse. El tiempo no hace que la extorsión al Estado mediante la ejecución de inocentes sea más aceptable. El rechazo debe seguir siendo el mismo y la respuesta de nuestro ordenamiento jurídico no puede modularse según convenga a unos gobiernos u otros”.
Para el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo “minimizar la importancia de los crímenes terroristas es faltar a la verdad y a la memoria. La verdad obliga a señalar a los autores, materiales e intelectuales, sin que sea aceptable ningún intento de imponer un relato equidistante, y el deber de la memoria fluye como prolongación natural de la exigencia de verdad”.
A continuación, la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeira, reiteró durante su intervención el “reconocimiento, apoyo y solidaridad a las víctimas”, finalizando el encuentro con una primera reunión de representantes del colectivo de víctimas del terrorismo con la nueva consejera Nerea Melgosa, valorada positivamente por ambas partes.