La Fundación Víctimas del Terrorismo y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, en colaboración con la Junta de Castilla y León, han llevado a Burgos la exposición PEGATINAS DEL ODIO, que permanecerá en el Museo de la Evolución Humana MEH (Paseo Sierra de Atapuerca, 2 – Burgos) hasta el próximo 10 de diciembre, en horario del museo y acceso gratuito.
Es esta una exposición que remarca el recurso a la propaganda a través de las pegatinas, una práctica iniciada en la década de 1970, y que en Burgos da protagonismo a 600 piezas referentes a un tema concreto: “aquellas que fueron diseñadas por grupos radicales para transmitir mensajes de odio y defender el uso de la fuerza para conseguir algo en política”. Y es que las ideologías no solo se difunden mediante textos o discursos, sino también, y a veces especialmente, mediante relatos personales, canciones, carteles, pintadas, etc. Incluyendo un soporte tan efímero, pequeño y aparentemente banal como es la pegatina.
Mostrar al natural los mensajes bárbaros de las ideologías inciviles es útil para deslegitimarlas era el objetivo. En este sentido, diversos memoriales dedicados a la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto reflejan en sus paneles las campañas de estigmatización que sufrieron los judíos por parte de los nazis y sus aliados. Estas empezaron con caricaturas que les representaban como ratas o como monos, infrahumanos, como paso previo para su exclusión social y, en su extremo, para su asesinato.
Deslegitimar el terrorismo
En la mañana del 21 de noviembre, durante la inauguración tomaron la palabra el vicepresidente de la Junta de Castilla y Junta, Juan García-Gallardo, acompañado por la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala Santamaria, y el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, entre otras autoridades.
Para Tomás Caballero, “es esta una exposición basada en pegatinas relacionadas con el odio propagado por grupos extremistas, organizada temáticamente y con predominio de las referentes a la banda terrorista ETA y su entorno, y junto a las de otros grupúsculos de violentos”.
Terminó Caballero sus palabras insistiendo “en nuestra obligación de deslegitimar el terrorismo, en nuestra labor de preservar una memoria entendida como la prolongación natural de la exigencia de verdad que reclaman las víctimas. Verdad que obliga a señalar a los autores, materiales e intelectuales (productores de ideologías legitimadoras), como bien hace esta exposición al tener en cuenta que, cuando queremos recordar a las víctimas, tenemos que poner el foco en aquellos que asesinaron a inocentes, que hirieron, que acosaron y que les hicieron la vida imposible. Porque no hay víctimas sin victimarios”.
También se dieron cita en el acto inaugural el subdelegado del gobierno en Burgos, senadoras y diputadas autonómicas, el delegado provincial de la Junta en Burgos y la directora del Centro de la Evolución Humana, Aurora Martín, junto a otras autoridades académicas y representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La exposición, formada por 18 paneles organizados temáticamente, contiene piezas del fondo personal de Fernando Iñigo Aristu (Vitoria-Gasteiz, 1960), uno de los mayores coleccionistas de pegatinas que hay en España. Tras 47 años dedicado a esta labor, su colección suma más de 60.000 ejemplares.