El lunes 5 de octubre se presentó en Madrid la primera biografía de Ana María Vidal-Abarca: “El coraje frente al terror”. El acto, celebrado en Casa de América y limitado a la presencia de los ponentes y de la familia de quien fuera fundadora de la Asociación Víctimas del Terrorismo y años más tarde presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, contó con la participación de Tomás Caballero Martínez, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorrismo; María Jiménez Ramos, investigadora y autora del libro y Ana Velasco, una de las cuatro hijas del matrimonio Velasco-Vidal-Abarca, moderados y presentados por Fernando Lázaro, periodista de el Mundo y tertuliano en varios medios de comunicación.

El libro, «Ana María Vidal-Abarca, el coraje frente al terror», editado por la Fundación Víctimas del Terrorismo, en colaboración con Los Libros de la Catarata, hace un recorrido por la vida de Ana María desde la infancia hasta su fallecimiento en 2015. Escrita desde un punto de vista muy personal y humano, la intención de esta biografía es mostrar la trayectoria de una mujer valiente y comprometida, tanto antes como después del asesinato de su marido, el comandante de caballería Jesús Velasco Zuazola, cometido el 10 de enero de 1980 en Vitoria.
A lo largo de las páginas del libro, María Jiménez describe el origen familiar de ambos, su juventud, noviazgo y boda, sus años de plenitud, la vida en los destinos que como militar tuvo Jesús, el regreso a Vitoria, la ciudad añorada, en la que se asentaron. Y también el contexto de la transición, las tensiones políticas, la acometida del terrorismo contra policías y guardias civiles, militares, políticos o cualquier persona considerada «españolista»; y el atentado contra Jesús Velasco, las reacciones que se produjeron, la fortaleza de Ana María y su firme voluntad de ayudar a las familias golpeadas por el terrorismo que lloraban en soledad sus tragedias. Narra que Ana María y Jesús acudían a los funerales, que se celebraban prácticamente en la clandestinidad, estremecidos ante el sufrimiento y el abandono de aquellas viudas de apenas veinte años que veían truncadas sus vidas, su futuro y el de sus hijos. Y refleja la preocupación de ambos por el devenir de España, su postura clara y valiente frente al separatismo y cómo ambos sabían del peligro que estaban afrontando, que también a ellos les podía ocurrir.
La historia de Ana María Vidal-Abarca es la de una persona que no se resignó, que consciente de la injusticia y el olvido al que se veían sometidas las víctimas del terrorismo y sus familias, decidió dedicar todos sus esfuerzos a lograr que recibiesen el respeto y la protección que merecían.
Pero en este libro no solo se aborda ese inequívoco compromiso con la memoria, el afán de justicia y el reconocimiento hacia las víctimas, sino que se profundiza en la personalidad de Ana María, en la filosofía de vida que le ayudó, a pesar de todo, a ser feliz, en cómo inculcó en sus hijas el espíritu de entrega y servicio a España, en el ascendente social que tuvo y en cómo eran escuchadas sus opiniones ponderadas y sensatas.
La autora ha entrevistado a más de una treintena de personas, entre familiares, amigos y víctimas del terrorismo que conocieron a Ana María Vidal-Abarca, y se ha documentado con profusión para lograr un relato a la vez entrañable y riguroso, tanto de su vida familiar como de los largos años en que dedicó todos sus esfuerzos a la causa de las víctimas del terrorismo.
«La de Ana María Vidal-Abarca es la historia de una mujer pionera en la defensa de los derechos de las víctimas del terrorismo, sobre todo de las viudas y sus hijos. Pudo haber elegido una vida más cómoda y, sin embargo, se convirtió durante años en la referencia del activismo cívico contra el terror, al que puso su particular sello de elegancia y rectitud. Su impulso contribuyó de forma decisiva a que la sociedad se concienciara sobre el significado del terror y del valor moral que representan las víctimas. Contar su historia es, en buena medida, repasar algunos de los episodios decisivos de la historia reciente de España», en palabras de María Jiménez Ramos.