Prólogo.

Me siento muy honrado de prologar la edición de este año de Cuadernos del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que presenta el balance del terrorismo en España durante el año 2020, máxime cuando la labor de estudio, investigación y divulgación, memoria y reconocimiento que impulsa el Centro Memorial es hoy más importante que nunca.

Diecisiete años después de aquel aciago 11 de marzo de 2004 en el que Madrid sufrió el mayor atentado terrorista, de inspiración yihadista, ocurrido en suelo europeo, y que acabó con la vida de 193 personas y dejó más de 1.800 heridos, la comunidad europea en su conjunto rindió homenaje a todas las víctimas del terrorismo. Se hizo mediante la conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo el pasado 11 de marzo en Madrid.
Desde ese fatídico día de 2004, y cada 11 de marzo, en la Unión Europea rendimos homenaje a la memoria de las víctimas. Este recuerdo es un deber moral de la democracia hacia las víctimas, ya que el objetivo del terrorismo es quebrar el Estado democrático de Derecho mediante la sumisión de la sociedad ante el miedo. Con cada acto de memoria que celebramos, reconocemos la dignidad de todas las víctimas del terrorismo y su papel en defensa de la libertad y del Estado de Derecho.

A España le pesa una larga y trágica historia de atentados terroristas que, en los últimos 60 años, han provocado 1.400 víctimas mortales y casi 5.000 heridos. Es un drama en el que nos sentimos hermanados con Europa, donde, desde el año 2000, el terrorismo ha acabado con la vida de 1.994 ciudadanos.
El pasado año, la Unión Europea sufrió de nuevo la violencia del terrorismo yihadista. Como consecuencia de diversas acciones terroristas, 39 ciudadanos o residentes de la Unión Europea fueron asesinados. De ellos, 29 fueron víctimas del terrorismo yihadista y 10 del terrorismo de extrema derecha. Alemania, Francia, Austria y Reino Unido fueron dolorosos escenarios de estos atentados, pero los europeos también sufrimos el terrorismo en Mali y en Níger.

En este sentido, quiero mostrar mi reconocimiento a todas las fuerzas de seguridad europeas que centran su actuación en la lucha contra el terrorismo, así como a las unidades policiales y militares de los países de la Unión desplegadas en las misiones internacionales que prestan apoyo a los gobiernos locales y a sus cuerpos policiales para mejorar sus capacidades y estrategias antiterroristas.
El proyecto GAR-SI Sahel, que financia la Unión Europea, liderado por la Guardia Civil española y en el que participan la Gendarmería Nacional francesa, el Arma de Carabineros italiana y la Guardia Nacional Republicana portuguesa, es la mejor muestra de esta estrategia de lucha antiterrorista y de que la colaboración policial europea en esta materia es nuestra primera y mejor línea de defensa.

Decíamos que la labor de memoria y reconocimiento es hoy más importante que nunca. La destrucción de las armas incautadas a la organización terrorista ETA y a los GRAPO, el pasado 4 de marzo en un acto impulsado por el Centro Memorial, simbolizó la derrota del terrorismo frente al Estado de Derecho. Es precisamente esta derrota la que ha de impulsar la memoria de las víctimas y el reconocimiento de su dignidad, para asegurarnos de que las nuevas generaciones conozcan los estragos del terror y lo que como sociedad debemos a sus víctimas, para que la violencia quede desterrada del discurso político y su deslegitimación evite que, en el futuro, se incurra en el error de justificar el uso de la violencia para defender un ideario político.
Me gustaría destacar, por último, mi sentido agradecimiento a la labor de memoria y reconocimiento que lleva a cabo el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. Esta labor será aún más destacable, si cabe, con la próxima apertura al público de su sede en Vitoria-Gasteiz, poniendo al alcance de toda la sociedad el conocimiento de más de 60 años de terrorismo y la deuda que la democracia tiene con sus víctimas. Por todo ello, y por el trabajo de investigación y divulgación que sobre el fenómeno terrorista se recoge en este balance de 2020, gracias.

Fernando Grande-Marlaska
Ministro del Interior

Autor: Fundación Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo..
Fecha: 2020.