Madrid no olvida, porque son muchas las huellas que ha dejado el terrorismo. Pero Madrid debe volver a la vida y recuperarse del shock sufrido. Y para ello hay que apoyar a las víctimas, en primer lugar y sobre todo. Hay que ponerse a disposición de las viudas y los huérfanos, esos niños que deben salir adelante con el apoyo de sus familias y de la sociedad en su conjunto.