En el Dia de las Víctimas del Terrorismo en España

Caballero pide evitar la presencia de condenados por terrorismo en listas electorales

Un año más, como cada 27 de junio, coincidido con la fecha del asesinato de la pequeña Begoña Urroz en la estación de Amara de San Sebastián (27 de junio de 1960) por atentado del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL), el Congreso de los Diputados acogió nuevamente la celebración de un acto de recuerdo y homenaje con motivo del Día de las Víctimas del Terrorismo en España, ya en su decimotercera edición.

Este simbólico acto, instaurado el 11 de marzo de 2010 a raíz de una iniciativa conjunta de 22 asociaciones y fundaciones de víctimas y aprobado por unanimidad de las Cortes Generales, rinde homenaje a la memoria de las 1454 víctimas mortales, dentro y fuera de nuestras fronteras y según datos oficiales del Ministerio del Interior, ocasionadas por los diferentes tipos de terrorismo que han venido actuando en España. También a los miles de heridos, amenazados y extorsionados.

Como señalaba aquella declaración institucional, esa decisión se adoptó “a fin de que su recuerdo y el de todas las víctimas del terrorismo se perpetúe en la memoria colectiva de los españoles”.

Por ello, como en ediciones anteriores, las primeras palabras del presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, fueron de agradecimiento a los diputados y senadores presentes, y al resto de autoridades, “por mantener vivo el compromiso”.

Este año, bajo la presidencia de Maritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados, y Ander Gil, presidente del Senado, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska;  la presidenta del Tribunal de Cuentas, Enriqueta Chicano; representantes autonómicos y de las Mesas y Diputaciones Permanentes del Congreso y Senado en la XIV Legislatura, junto a otras autoridades, además de presidentes/as de asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo, y representantes de las mismas, se dieron cita en el Sala Constitucional del Congreso de los Diputados.

Presidentes de la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo, Asociación 11M Afectados, Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo, Asociación Valenciana de Víctimas del Terrorismo, Asociación Riojana de Víctimas del Terrorismo, Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo y Asociación Víctimas del Terrorismo por la Paz, además de representantes de la Asociación de Víctimas del 11M y de las fundaciones Rodolfo Benito Samaniego, Fernando Buesa Blanco y Alberto Jiménez Becerril.

Entre las ausencias notables, entre otras, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Dignidad y Justicia, la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas y el Colectivo de Víctimas del Terrorismo, quienes excusaron su asistencia.

No al derecho a sufragio pasivo para terroristas

Después del saludo protocolario a los representantes de asociaciones y fundaciones de víctimas en el Salón de los Pasos Perdidos, la presidenta del Congreso  de los Diputados abrió el acto homenaje anunciando la interpretación de El Cant dels ocells de Pau Casals por el estudiante del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, David Grande.

A su término, el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, hizo uso de la palabra para, entre otras cuestiones, solicitar a diputados y senadores que se den pasos para evitar que los terroristas condenados aspiren a ocupar puestos electos, y reclamar que por “dignidad democrática” los condenados por delitos de terrorismo se vean privados de por día del derecho de sufragio pasivo. Que no puedan ser candidatos elegibles en elecciones incluso después de haber cumplido la condena.

Finalizado el discurso del presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Meritxell Batet se dirigió a los representantes de las víctimas, a diputados, senadores y autoridades para subrayar que este “acto solemne cumple” con la “misión fundamental del Parlamento: escuchar. Escuchar la voz de las víctimas, escuchar su dolor, escuchar su esperanza».

Batet recalcó que «nuestra democracia ha sido más fuerte cuando ha escuchado a las víctimas del terrorismo» y destacó que «compartir su desgarro por la pérdida, la indignación ante la sinrazón y la confianza en las instituciones en la defensa de nuestra convivencia ha hecho que los ciudadanos y ciudadanas hayamos comprendido mejor su sufrimiento y su ejemplo y hayamos comprobado que amparar a las victimas es defender nuestra libertad».

Después, la presidenta del Congreso invitó a todos los asistentes a guardar un minuto de silencio, cerrándose el acto con la interpretación del Primer movimiento de La Suite para violonchelo solo de Gaspar Cassadó por la estudiante del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Alba Urbano.

También se dieron cita en la Sala Constitucional del Congreso de los Diputados, entre otras autoridades, el secretario de Estado de Justicia, Antonio Julián Rodríguez Esquerdo; el Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas Simancas; la subsecretaria del Ministerio de Interior, Isabel Goicoechea Aranguren; los subsecretarios de la Presidencia y Educación y Formación Profesional, Alberto Herrera y Liborio López, respectivamente; la consejera de Justicia, Interior y Administración Pública del Gobierno valenciano, Gabriela Bravo Sanestanislao; la consejera de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra, Ana Ollo Hualde, además de otros representantes autonómicos; el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo Piqueras; el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos González; la directora general de la Oficina de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Montserrat Torija Noguerales; las adjuntas primera y segunda al Defensor del Pueblo, Teresa Jiménez Becerril y Patricia Bárcena García, respectivamente, y el director de la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez.