Fundación Víctimas del Terrorismo y Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y por octavo año consecutivo, han organizado, 17 y 18 de julio, en San Lorenzo de El Escorial su tradicional curso de verano centrado en el terrorismo yihadista. En esta ocasión en las aulas de la nueva sede permanente de Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial.

Bajo el título “Lecciones aprendidas en la lucha contra el terrorismo yihadista”, y de nuevo bajo la dirección académica de Manuel R. Torres Soriano, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, la temática en esta ocasión se ha centrado en “la amplia cantidad de experiencias y enseñanzas que ha generado la lucha contra el terrorismo yihadista y su correcta integración en las estrategias públicas de seguridad”. Y es que tras casi tres décadas ocupando un lugar prioritario en la agenda internacional, existe la suficiente perspectiva temporal para identificar aquellas enseñanzas que están sólidamente respaldadas por evidencias y datos.

Como propósito del curso, sistematizar las lecciones aprendidas en los principales ámbitos de actuación contra la radicalización violenta de inspiración yihadista, incluyendo no sólo aquellas enseñanzas que han sido efectivamente integradas en el funcionamiento y procesos de una organización, sino también aquellos conocimientos que aún no han sido plenamente asimilados por los actores que se dedican a la lucha contra el terrorismo.

Y como objetivo, contribuir a la mejora de la formulación de las políticas públicas de seguridad sintetizando el conocimiento que puede mejorar la eficacia de las herramientas empleadas por los estados europeos para prevenir y confrontar la radicalización violenta, tanto en el ámbito nacional, como en aquellos escenarios regionales donde este problema se manifiesta bajo la forma de una violencia insurgente.

Dos días de intenso programa

Estructurada la programación en dos días, el curso fue inaugurado por la subsecretaria del Ministerio de Interior, Isabel Goicoechea, junto al director Manuel R. Torres, y acompañada del presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, y del director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez.

La responsable de Interior, después de recordar que “España ha sufrido durante décadas el azote del terrorismo, la principal amenaza a la que se ha enfrentado nuestro sistema de derechos y libertades, una barbarie que nos ha dejado un terrible balance de 1.400 víctimas mortales y más de 5.000 heridos”, fijó en el terrorismo yihadista la principal amenaza terrorista a la que ahora se enfrenta nuestro país. “Una amenaza actual y real”, recalcó la subsecretaria, quien trasladó toda su solidaridad y apoyo a la familia de Diego Valencia, sacristán asesinado en 2023 en Algeciras, y los heridos en el mismo ataque, entre ellos el sacerdote Antonio Rodríguez.

También la memoria y el testimonio de las víctimas ocuparon parte de la intervención de la subsecretaria. “Las lecciones aprendidas siempre tienen que contar con la perspectiva de las víctimas. Sus testimonios son una herramienta pedagógica fundamental para deslegitimar el terrorismo”, expuso Isabel Goicoechea, para a continuación depositar su agradecimiento en las tres víctimas del terrorismo que cerraron el curso con la mesa redonda “La aportación de las víctimas del terrorismo”: Marisol Pérez, madre de Rodrigo Cabrero, asesinado en los atentados perpetrados en los trenes de cercanías de Madrid en 2004, cuyo vigésimo aniversario tendrá lugar el próximo 11 de marzo; Blanca Calleja, madre de Magie Álvarez Calleja, asesinada en el atentado de Yemen en 2007, y José Manuel Sánchez, herido en el atentado contra los 8 miembros del CNI en Irak en noviembre de 2003”.

“Gracias por vuestra valentía, por compartir vuestro testimonio, valiosísimo, en este curso, y por hacer posible el proyecto educativo que lidera el Ministerio del Interior para llevar vuestro testimonio a las aulas, un poderoso recurso para deslegitimar el terrorismo y una garantía de no repetición”, en palabras de Goicoechea, para quien “el testimonio de las víctimas es una herramienta esencial para la deslegitimación ética, social y política del terrorismo”

“Su dignidad y recuerdo es un acto de justicia y un potente instrumento civilizador, de educación en valores y de erradicación del uso de la violencia para imponer cualquier idea política o religiosa”.

Previamente a la subsecretaria, Manuel R. Torres Soriano desgranó cual iba a ser el contenido del ya tradicional curso de verano en San Lorenzo de El Escorial, centrándose en la vigencia de la amenaza yihadista, aunque la misma haya “perdido visibilidad en la agenda mediática”. El profesor advirtió “del peligro de bajar la guardia”, atribuyendo la menor incidencia del yihadismo en Europa al buen hacer de los Estados en el ámbito de la lucha contra el terrorismo.

Preocupación por la radicalización yihadista de los jóvenes

Como titular destacado del curso, la creciente preocupación por la radicalización yihadista detectada en los últimos meses en España entre personas cada vez más jóvenes e incluso menores, puesta de manifiesto por los responsables de las diferentes unidades antiterroristas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que compartieron sus conocimientos y experiencias en las mesas de debate.

Todos ellos coincidieron en que se mantiene la amenaza terrorista y que preocupa el incremento detectado de radicalizados que actúan en solitario y que están afectados por problemas mentales, informó la Agencia EFE.

Como ejemplo, el ataque cometido el pasado 25 de enero en Algeciras (Cádiz) por el que un joven marroquí de 25 años fue detenido por el asesinato de un sacristán y las agresiones a otras personas, entre ellas un sacerdote.

«Nos preocupan los actores solitarios y las personas con problemas psiquiátricos que se radicalizan, así como la incidencia de procesos de radicalización por internet incluso de menores que quieren cometer una acción», advirtió el jefe de sección del Área Antiterrorista y Valoración de la Amenaza del CITCO, Said Dris.

Said Dris añadió, al hilo de la que fue línea argumental de la pasada edición de este mismo curso de verano, que la amenaza yihadista sigue en fase de expansión en África y sobre todo en los países de la región de Sahel y el golfo de Guinea, «donde está descontrolada».

Por su parte, el comandante del Servicio de Información de la Guardia Civil, Óliver Pérez López, incidió en que «en los últimos meses se ha detectado un repunte muy importante de radicalización entre menores que supone una seria preocupación para las Fuerzas de Seguridad», al tiempo que el jefe de la Unidad Contraterrorista de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, el comisario principal Manuel Rodríguez García Risco, recalcó que «hay que tener cuidado» con la expansión del yihadismo por el Sahel.

Por último, en la misma mesa de debate, el inspector de la Comisaría General de Información de Mossos d’Esquadra, Lluis Paradell, advirtió de la persistencia de una amenaza yihadista que ha incrementado su penetración en internet con lo que ello supone para el impacto de la propaganda terrorista.

También Paradell mostró su preocupación por el hecho de que «se observa en los últimos meses jóvenes con edades más bajas e incluso menores intentando conseguir armas para llevar a cabo acciones».

A continuación de la emotiva mesa redonda centrada en el testimonio de las víctimas del terrorismo, moderada por María Jiménez, periodista y profesora en la Universidad de Navarra, cerraron esta nueva edición del curso de verano Manuel R. Torres Soriano, junto a Florencio Domínguez e Isabel Moya, nueva directora gerente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, encargada de trasladar el agradecimiento de ambas Fundaciones a la Universidad Complutense por su permanente apoyo, al director del curso por su “buen hacer” y a todos los participantes en las mesas de debate por sus “interesantes y enriquecedoras aportaciones”.