El pasado 25 de enero, en la sede del Ministerio de Justicia francés y a petición del Gobierno de Emmanuel Macron, Hélene Davo, directora adjunta del gabinete de la ministra de Justicia francesa, Nicole Belloubet , se reunió en París con Marimar Blanco, presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, para abordar el tema del posible acercamiento a cárceles próximas a Euskadi de los presos de la banda terrorista ETA en suelo francés.

En dicha reunión, el Gobierno de Macron confirmó que “no ha modificado ni lo hará su política penitenciaria”, sino que son los presos de ETA los que han cambiado su posición al aceptar cumplir con los requisitos establecidos en la legislación francesa para poder acceder a ese posible acercamiento.

De esta forma, del contenido de la reunión se puede extraer que no hay ninguna negociación abierta con los defensores de las reivindicaciones de los reclusos etarras, ni la habrá, “como de forma interesada  se ha manifestado desde diferentes ámbitos”, en palabras de la presidenta de la Fundación en declaraciones a los medios de comunicación una vez finalizado el encuentro.

Igualmente, tampoco se va a producir un acercamiento masivo de presos. Según Helene Davo, en cumplimiento de lo que establece el ordenamiento jurídico en Francia, “los presos etarras han tenido que cumplimentar individualmente una solicitud pidiendo ese acercamiento, y serán esas peticiones individuales, nunca colectivas, las que ahora se estudiarán en la sede del  Ministerio de Justicia de Francia”.

Davo aseguró a Marimar Blanco que el Gobierno francés va a estudiar una por una las solicitudes remitidas y acercará a cárceles cercanas al País Vasco a aquellos presos con poca condena pendiente de cumplir, con buen comportamiento durante su internamiento y que cumplan con los requisitos de seguridad establecidos. Quedarán excluidos aquellos presos con delitos de sangre y con causas pendientes con España.

En el momento de la reunión, el Ministerio de Justicia francés había recibido una quincena de solicitudes.

Por último, tras agradecerle la “claridad y transparencia” por la información facilitada, y desde el máximo respecto a una legislación francesa, como no podía ser de otra forma, desde la Fundación se le transmitió  nuestra oposición a cualquier acercamiento de los presos porque ETA no se ha disuelto, no ha pedido perdón y no ha mostrado el más mínimo arrepentimiento por los crímenes cometidos, requisitos estos incluidos en la legislación española, pero no contemplados en la francesa.