El Tribunal de Estrasburgo acaba con nuestras esperanzas de ver a los terroristas cumplir íntegramente las condenas.
En el número del pasado mes de junio, encabecé este apunte con un «no» tajante a la impunidad. Pues bien, seis meses después mis esperanzas de ver a los terroristas cumplir íntegramente la pena máxima se han visto truncadas con la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos del pasado 21 de octubre, que tumbó definitivamente la aplicación retroactiva de la llamada «doctrina Parot».
Y junto con mis esperanzas, se han ido las de todas las víctimas y las de la mayoría de la sociedad española, que ha asistido atónita al goteo de excarcelaciones que se han producido durante este último trimestre de 2013.