La actitud de la sociedad es fundamental a la hora de analizar todo fenómeno terrorista: en su génesis, en su desarrollo y en su final. Y esto es más importante aún si cabe en el caso del País Vasco, donde una minoría significativa de ciudadanos organizados la ha apoyado.
La sociedad vasca ha sido, en general, muy poco beligerante contra el terrorismo. Es cierto que la actitud ha ido variando en el trascurso de los años, desde la comprensión mayoritaria en el franquismo, pasando por el “algo habrá hecho” en la transición, hasta la mezcla de miedo e indiferencia que la ha caracterizado en los últimos treinta años.
En estos momentos de cese definitivo del terrorismo nos preocupa la actitud de la mayoría de nuestra sociedad que da el terrorismo por acabado sin que ETA se haya desarmado ni disuelto y parece querer mirar al futuro sin preocuparle la memoria de lo acontecido. Nos encontramos ante una sociedad que no es consciente o que prefiere no ver que aún queda mucho odio y mucho fanatismo en una importante minoría de vascos, siendo muy difícil construir una convivencia plenamente democrática en esas circunstancias.
Por todo ello es importante reflexionar sobre esta cuestión con visiones diferentes pero complementarias, con el objetivo de tratar de aportar luz en el camino de la construcción de una sociedad vasca en paz y en libertad, integrada, tolerante y respetuosa con su pluralismo social y político.
Editor: Fundación Fernando Buesa Blanco e Instituto de Historia Social Valentín de Foronda.
Fecha: 2015.