Los primeros miembros de ETA llegaron al continente en la década de 1970 y se establecieron crecientes colonias en México y Venezuela, pero con el tiempo las ramificaciones se ampliaron a otros países como Nicaragua, Cuba, Uruguay… Y en esos países los etarras han ido tejiendo una red de relaciones e intereses con grupos guerrilleros y con algunos gobiernos revolucionarios, se han entrenado y han impartido cursillos a guerrillas locales, han buscado financiación y protección y hasta han participado en algún secuestro.

Autor: Domínguez, Florencio.
Editor: RBA.
Fecha: 2010.